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Discover Eat 2025 siembra el futuro del turismo rural en Castilla-La Mancha

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El turismo gastronómico no urbano ya no es una tendencia, es una declaración de principios. Así lo dejó claro Discover Eat 2025, un congreso creado por la división de Vocento especializada en gastronomía, que organiza eventos en toda España para reivindicar la riqueza de los territorios. Desde Castilla-La Mancha, entre molinos de viento y horizontes infinitos, esta primera edición ha convertido pequeños pueblos como Campo de Criptana, Tomelloso o Alcázar de San Juan en el epicentro de un debate necesario: cómo devolver protagonismo al medio rural desde el sabor, la identidad y el paisaje.

Durante tres días, los caminos de tierra, las bodegas centenarias y los campos de vid se convirtieron en escenario de ponencias, catas y mesas redondas donde la gastronomía se celebró como motor económico y cultural. Los productos locales —la caza, los quesos artesanos, los vinos de parcelas mimadas por generaciones— fueron los verdaderos protagonistas de una experiencia que fue mucho más allá de la teoría.

Discover Eat es la nueva apuesta de Vocento —responsables también de San Sebastián Gastronomika, Madrid Fusión o FeminAs—, y nace con una vocación clara: tejer comunidad en torno a lo rural, conectando a cocineros, productores, bodegueros, académicos y viajeros. No es solo un congreso, es un manifiesto que une desarrollo sostenible, cultura gastronómica y activación territorial.

Desde Asturias, Nacho Manzano (Casa Marcial****) explicaba cómo un restaurante rodeado de vacas más que de vecinos se ha convertido en destino gastronómico global. David Yárnoz, desde el navarro Molino de Urdániz***, contó cómo sus estrellas Michelin no solo elevaron su cocina, sino también la autoestima de un pueblo entero. “La gastronomía frena la despoblación y regenera el tejido local”, subrayó.

De la ancestralidad andina a la Toscana invisible

Uno de los momentos más potentes del foro fue la intervención del chef peruano Virgilio Martínez, el mejor cocinero del mundo en 2023 según The World’s 50 Best Restaurants. Desde su restaurante Central en Lima y su proyecto MIL en el Valle Sagrado, compartió cómo una cocina ligada al territorio puede generar economía, conocimiento y dignidad. “El lujo es entender el ecosistema antes de probar el plato”, dijo con la serenidad del que cocina desde lo esencial.

También desde Italia llegaron lecciones. Francesco Tapinassi, director de Toscana Promozione Turistica, explicó la estrategia con la que están poniendo en valor “la otra Toscana”: la de los pueblos olvidados, los caminos literarios y los paisajes silenciosos. “La belleza ha sido política pública desde el siglo XIV, pero ahora debemos repartirla”, sentenció. Una Toscana menos instagrameada, pero infinitamente más real.

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Mesa Redonda ‘Patrimonios gastronómicos como recursos turísticos. El aprovechamiento de la gastronomía como recurso turístico gastronómico no urbano’.

Castilla-La Mancha como nunca la habías probado

En los viñedos de La Mancha, en las bodegas excavadas en arcilla y en los campos dorados que se pierden hasta el horizonte, Discover Eat ha desplegado un viaje sensorial. Desde las delicias de la caza hasta la miel de lavanda, los platos elaborados por los mejores chefs de la región —con y sin estrella Michelin— rindieron homenaje a una despensa tan honesta como extraordinaria. Las cenas a seis y ocho manos fueron pequeñas obras de arte efímeras, donde tradición e innovación dialogaron al ritmo del terruño.

Entre molinos de viento y siluetas de cigüeñas en el crepúsculo, se sirvieron vinos de altura, quesos curados en cueva y carnes de monte preparadas con respeto y técnica. Los pueblos se llenaron de vida, de conversaciones, de brindis al atardecer. Y es que Castilla-La Mancha —tan citada por Cervantes, tan poco visitada aún— mostró aquí todo su esplendor: una tierra recia, fértil y luminosa, donde el tiempo parece caminar al paso lento de los rebaños.

Restaurantes que salvan pueblos

Historias como la de Rubén Sánchez Camacho (Epílogo*, Tomelloso), Juan Carlos García (Vandelvira*, Baeza) o Enrique Pérez (El Doncel*, Sigüenza) demuestran que la alta cocina no es patrimonio exclusivo de las capitales. En sus pueblos, han duplicado pernoctaciones, generado empleo y creado ecosistemas gastronómicos que transforman la vida de sus vecinos. Y en Panzano, Dario Cecchini —el carnicero que puso su pueblo en el mapa mundial— recordó que también se puede cambiar el mundo desde una mesa de madera y un trozo de pan.

Hacia un turismo que escucha y se queda

El evento también puso el foco en la colaboración institucional, la digitalización responsable y el rol de las universidades como puentes entre lo local y lo global. “El reto —dijo Benjamín Lana, director de Vocento Gastronomía— no es convertir los pueblos en museos, sino en lugares vivos donde la gente quiera quedarse”.

Discover Eat 2025 ha sido, en definitiva, un viaje con cinco sentidos, una celebración de lo sencillo y lo extraordinario. Un manifiesto en defensa de lo auténtico. Porque en un mundo saturado de ruido y de uniformidad, el mayor lujo puede ser sentarse a una mesa de pueblo, brindar con vino de viñas viejas y escuchar el silencio del campo mientras el queso curado se deshace en la boca. Y entender, al fin, que el turismo del futuro quizás ya estaba aquí, solo que no lo habíamos mirado bien.

Laura Grani

Laura Grani es periodista y experta en comunicación, especializada en el sector del vino y la gastronomía. Italiana y residente en España desde el año 2001, cuenta con 20 años de experiencia en el sector y ha colaborado como periodista especializada en diferentes medios, tanto radio como prensa escrita (Radio Intereconomía, Capital Radio, Revista Strogonoff, The Citizen etc.).