La histórica ciudad de Zaragoza se convierte en la Capital Mundial de la uva garnacha. Esta emocionante iniciativa no solo destaca la rica tradición vitivinícola de la región, sino que también posiciona a Zaragoza como un destino enoturístico y gastronómico de primer orden. Tal y como acaba de anunciar su alcaldesa, Natalia Chueca, la ciudad está lista para posicionarse como nueva capital internacional en el mundo del vino. Brindemos por un viaje de historia y sabor.
Zaragoza, conocida por su impresionante patrimonio histórico, que incluye dos catedrales majestuosas y obras maestras de Goya, ahora se suma al mundo del enoturismo con una oferta única. La ciudad y sus alrededores han sido desde hace siglos un centro neurálgico para la producción de garnacha, una variedad de uva que ha alcanzado reconocimiento mundial por su calidad y versatilidad. La relación de Zaragoza con la garnacha se remonta a la Edad Media, cuando los vinos de la región eran muy valorados en la Corte Real del Reino de Aragón. Hoy en día, esta tradición continúa y se enriquece con la innovación y la pasión de los viticultores locales.
Rutas de Vino y Gastronomía
Para los amantes del vino, Zaragoza ofrece una experiencia inolvidable con la creación de rutas enoturísticas que conectan la ciudad con las principales zonas productoras de Garnacha: Calatayud, Campo de Borja y Cariñena. Cada una de estas Denominaciones de Origen (DO) aporta un carácter distintivo a la garnacha, reflejando la diversidad de terruños y microclimas de la región.
- Calatayud: Conocida por sus viñedos de altura, esta DO produce garnachas frescas y afrutadas, perfectas para quienes buscan un vino elegante y aromático.
- Campo de Borja: Situada en las terrazas del Ebro, esta zona es famosa por sus vinos potentes y estructurados, ideales para los paladares que prefieren un vino robusto y con cuerpo.
- Cariñena: Una de las DO más antiguas de España, Cariñena ofrece garnachas con una complejidad y profundidad excepcionales, fruto de una larga tradición vitivinícola.
Unas rutas que no solo permiten degustar vinos de alta calidad, sino también explorar los paisajes espectaculares de Aragón, disfrutar de la gastronomía local y sumergirse en la cultura vitivinícola de la región.
Una agenda repleta de festivales y eventos internacionales
Zaragoza no solo se contenta con ser un destino de enoturismo, sino que también se prepara para acoger el Festival Mundial de la Garnacha. Este evento anual será una fiesta para los sentidos, con catas de vino, degustaciones gastronómicas, maridajes y una amplia variedad de actividades culturales que celebran esta noble variedad de uva. Además, se organizarán congresos internacionales y campañas de promoción tanto a nivel nacional como internacional para dar a conocer la riqueza de la Garnacha y atraer a visitantes de todo el mundo.
Un destino turístico con una oferta completa y variada
Pero Zaragoza no es solo vino. La ciudad ofrece una rica mezcla de historia, cultura y modernidad. Desde la majestuosa Basílica del Pilar hasta el Palacio de la Aljafería, pasando por museos, teatros y una vibrante escena gastronómica, Zaragoza es un destino que tiene algo para todos. La gastronomía local, con sus influencias mediterráneas y de montaña, es otro de los grandes atractivos para los visitantes.
Además, Zaragoza ha sido reconocida como Ciudad Internacional de la Viña y el Vino por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), lo que refuerza su prestigio en el sector vitivinícola y subraya ese compromiso con el desarrollo sostenible y la innovación en la viticultura que tanto esfuerzo requiere.
Un futuro brillante y prometedor
Con su proclamación como Capital Mundial de la Garnacha, la ciudad no solo celebra su pasado y presente, sino que mira hacia un futuro prometedor. Un proyecto ambicioso no solo atraerá a amantes del vino de todo el mundo, sino que también generará un impacto económico positivo tanto en la ciudad como en las zonas rurales de la provincia. Zaragoza está lista para recibir a todos aquellos que deseen descubrir la magia de la garnacha y disfrutar de una experiencia enoturística y cultural única.