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El sueño del futbolista David Beckham se considera una obra de arte. La prestigiosa National Portrait Gallery encargó esta pieza de videoarte en 2004 a la artista Sam Taylor-Wood. En Madrid se pudo ver en el Museo Thyssen en 2009. 107 minutos de un plano secuencia durmiendo la siesta con el torso desnudo.

Así es la millonaria industria de vender sueño

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Se calcula que el 70 por ciento de la población mundial sufre o sufrirá problemas con el sueño en algún momento de su vida, lo que da muestra del jugoso nicho de mercado que supone para la ‘industria’ de vender sueño. Ya hay gurús y médicos a 280 euros la consulta, o especialistas que desarrollan su propio método (297 euros el acceso a la plataforma y soporte). Hay cajitas de música con sesiones de relajación en cuatro idiomas, a 100 euros, libros, sustancias, pastillas, infusiones, gominolas, aromas, antifaces, geles… incluso programas vacacionales diseñados contra el insomnio. El conocido como turismo de sueño incluye tanques de flotación o colchones inteligentes con puntos de presión para el cuerpo y almohadas climatizadas. Dormir bien sí tiene precio.

“La india les explicó que lo más temible de la enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir, pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su inexorable evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido”. Esta es la primera peste que afecta a los habitantes de Macondo en Cien años de soledad de García Márquez.

El escritor colombiano pinta las consecuencias, entre mágicas y reales, de la falta de sueño en las personas. Bajo el tinte de su fantasía, hay raíces muy ciertas. No dormir o dormir mal tiene comprobadas consecuencias para la salud: cognitivas, cardiovasculares, neurológicas, endrocrinas… Además de provocar accidentes de tráfico y laborales. Se sabe que las personas aquejadas de insomnio familiar fatal, una patología de origen genético, fallecen tras once días de estar privadas totalmente de sueño.

Así que hay que tomarse el bien dormir muy en serio. La industria editorial, lo hace. Hay constantes lanzamientos de libros y surgen periódicamente autores superventas que prometen enseñarnos a dormir y darnos la fórmula para domar el insomnio. Antes, fue el doctor Estevill, ahora, la gurú del sueño es también catalana, Nuria Roure. En un país con 12 millones de insomnes, este es un buen nicho de mercado.

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Imagen: Pexels

Cuestión de método

De la fórmula de Estevill, a la de Roure. De hecho la psicóloga fue alumna de Estevill y como él ha publicado un libro con sus recomendaciones, apuntes científicos y consejos psicológicos para desterrar esos vicios que impiden el descanso. Además, ha creado un método que ofrece por las redes para enseñar a dormir bien, sin despertares y acabar con los vicios que enturbian el descanso.

Antes, a los niños había que aprender a dejarles llorar, de una manera controlada, para que aprendiesen a dormirse solos. Los padres, los que no demonizaban al doctor Estevill, veían una salida a las noches de llantos de sus bebés. Luego, fueron ganando los que ponían en cuestión si esto de ‘abandonar’ a los críos no tuviese algo de  tortura. Estevill sigue siendo una eminencia en lo que se refiere a aprender a dejarse caer en brazos de Morfeo.

La psicóloga Nuria Roure, con unas dotes de comunicación muy destacadas, brilla en las redes sociales, solo en Instagram su comunidad es de casi 44.000 seguidores. Tiene tablas para llevar ella sola una webinar de tres horas; directos en IG o los vídeos cortos que sube a la plataforma a la que da acceso a sus ‘alumnos’, pevio abono de 300 euros. Los tiempos han cambiado y los métodos de venta y terapia, también.

Los libros sobre el sueño son una jugosa parte de las ventas de los títulos de autoayuda, que cada día abundan más. Que nada te quite el sueño, Los siete hábitos para dormir bien, La ciencia del buen dormir… son algunos de los que están ahora mismo destacados en las librerías. Sus intenciones quedan claras en la portada, los resultados, eso ya hay que probarlos y tener fe, en ellos y en uno mismo.

Un mes para acabar con el insomnio

Nuria Roure ha escrito Por fin duermo: el método definitivo para dormir bien. Bajo este mismo epígrafe tan contundente organiza talleres y cursos. Por unos cientos de euros se promete que, en solo cuatro semanas, alcanzarás un sueño de calidad, sin despertares recurrentes, sin medicación y aprenderás a mantenerlo para siempre. Las pautas que ofrece hacen que cambien los hábitos nocturnos, pero también los diurnos, “porque el sueño empieza a fabricarse cuando te levantas y tarda unas 16 horas”, explica la psicóloga.

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Entre estas pautas que marca se incluye la alimentación, con consejos sobre cuáles contienen triptófano que ayudan al descanso y qué actividad es recomendable para hacer que la cama deje de verse como una tortura. Rutina, método, análisis, consejos… son el camino prometido para alcanzar ese sueño reparador tan ansiado. Nada revolucionario, todos son consejos ya sabidos pero que nos los saltamos.

Industria del sueño: el negocio es el negocio

El mercado del insomnio aparte de miles de páginas también es prolífico, se calcula que un 70 por ciento de la población mundial sufrirá problemas de sueño en algún momento de su vida. Con este nicho de mercado, no falta quienes estén ávidos de crear una oferta igual de amplia. Así que hay todo tipo de sustancias, pastillas, infusiones, gominolas, aromas, antifaces, geles y hasta ‘cajitas de música’ a cuerda que incluye sesiones de relajación en cuatro idiomas (100 euros la magia).

Incluso se ha acuñado ya la variante de “turismo de sueño” con programas vacacionales diseñados para el reseteo estival a través del descanso nocturno. Las fórmulas incluyen tanques de flotación, colchones inteligentes que se adaptan a los puntos de presión del cuerpo y se climatizan en función de las constantes vitales. O las almohadas que se mantienen fresquitas.

Aprender a vivir el día a día para dormir bien

El método Roure, que hemos probado, parte de cosas básicas pero que no por saberlas las ponemos en práctica. Tiene seis módulos, con diez lecciones la mayoría, y vídeos con consejos para relajarse, dejar los pensamientos rumiantes o añadir alimentos que nos van a mejorar el descanso. Todo ello, induce a un cambio de hábitos que necesita compromiso.

Leer en la cama, que también ha sido considerado un buen inductor al descanso, es algo que Nuria Roure desaconseja, “la cama es para dormir y solo se duerme en la cama”, es su mantra, con alguna salvedad. Alejarse del móvil hora y media antes de acostarse y mantenerlo fuera de la habitación durante la noche o no mirar el reloj durante el despertar en media noche… son otras de las pautas a las que se debe comprometer el alumno/ paciente. Así como mantener unos horarios estrictos de acostarse y levantarse, incluso el fin de semana.

El negocio está bien planteado y el precio, uno se dice, ‘si es efectivo, dormir bien no tiene precio’, hace que no esté al alcance de cualquiera. Eso sí, acudir a una primera consulta de un ‘médico del sueño’, no es tampoco barato. Hasta 280 euros esa visita para empezar a valorar el descanso y las causas que lo interrumpen. Habrá a quienes lo que debe les quite el sueño es lo caro que resulta procurárselo cuando algo falla.

Inma Muro

Periodista especializada en temas de denuncia social. Más de venticinco años de trayectoria en medios de información general e investigación. Entre ellos las ediciones digital y en papel de la revista Interviú. Gabinetes de prensa, comunicación institucional y agencias de publicidad.