Féminas 2024
Lucía Freita e Iris Jordán, dos de las chefs participantes en FéminAs 2024. Fotos: Damián Arienza.

FéminAs 2024: Mujeres que cuidan la tierra y salvan nuestros pueblos

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En el espectacular occidente asturiano, entre montañas verdes y la costa salvaje del Cantábrico, ha tenido lugar FéminAs 2024, un congreso dedicado a las cocineras rurales, mujeres que desde sus pueblos y sus cocinas, luchan cada día por mantener vivo el espíritu de la vida rural. Durante tres días, estas mujeres nos han recordado que la gastronomía es mucho más que ingredientes en un plato: es historia, identidad y un acto de resistencia en tiempos en que el éxodo rural amenaza con vaciar los pueblos. Asturias, con sus paisajes idílicos y su profundo respeto por la tradición, ha sido en el escenario perfecto para celebrar y reivindicar a estas guardianas de la cultura gastronómica.

La belleza de Asturias sirvió desde el inicio de telón de fondo para las historias de resistencia y amor por la tierra protagonistas de FéminAs 2024. Cada jornada del congreso se desarrolló en un lugar especial, como el evocador Palacio de Figueras en Castropol, una joya arquitectónica que parece suspendida en el tiempo. Los asistentes, rodeados por el verde eterno de los prados y las montañas, se sumergieron en la riqueza paisajística de Asturias, donde el mar y la montaña se abrazan. Este entorno no solo destacó la belleza natural de la región, sino que también subrayó la conexión de estas mujeres con su tierra, su paisaje y sus tradiciones.

FéminAs llevó a los visitantes a conocer localidades como Las Caldas, Luarca y Puerto de Vega, lugares de una belleza indómita que son el reflejo de lo que estas mujeres defienden: un mundo rural vibrante, lleno de vida y posibilidades. “Estamos aquí para celebrar la gastronomía de nuestras raíces, la que tiene su esencia en el entorno que nos rodea y en la generosidad de esta tierra”, expresaron varias de las ponentes.

FéminAs 2024: la cocina como conexión con el bosque y el mar

Elena Lucas, desde su restaurante La Lobita, en Soria, trajo a FéminAs una propuesta que conectó a todos con la naturaleza. Inspirada en el bosque, Lucas recrea en cada plato un pequeño pedazo del ecosistema que la rodea, transformando setas y hongos en protagonistas de sus recetas. Desde el aperitivo Pasea por el Bosque hasta el final de su menú degustación todo transmite la esencia del paisaje. “La tierra es nuestro mercado y nuestra inspiración”, comentó mientras mostraba su reinterpretación de la merluza en un plato hecho con una seta parasol, simbolizando la riqueza de su entorno natural.

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Foto de familia de FéminAs 2024 en Castropol, Asturias. Imagen: Damián Arienza.

Por otro lado, Lydia del Olmo, del restaurante Ceibe en Galicia, ofreció una mirada fresca a los productos del mar y la montaña, mostrando cómo la simplicidad puede convertirse en un arte. Del Olmo defendió en FéminAs el orgullo gallego en sus platos, y con preparaciones basadas en pescados con maduración, como la vieira de Cambados o la merluza, demostró que la cocina es una herramienta para valorizar y proteger los recursos locales. “En Galicia, tenemos el mar y la tierra; si cuidamos lo que tenemos, estamos cuidando nuestro futuro”, señaló.

Historias de amor por la tierra y el pueblo

FéminAs fue también un espacio para compartir historias de amor y compromiso con el medio rural. Iris Jordán, joven y brillante cocinera del restaurante Ansils en un remoto pueblo del Pirineo de solo 20 habitantes, contó cómo decidió regresar a su tierra para apostar por una cocina que aprovecha cada recurso al máximo. “Para nosotros, sostenibilidad es lo que se ha hecho siempre en el pueblo: usar lo que tienes y respetar la tierra”, explicó Jordán, quien ha encontrado en la cocina una forma de mantener vivo su pequeño rincón del mundo. Sus callos de setas o su lengua estofada son platos llenos de emociones.

Ghillie Basan, escritora y chef de las Highlands escocesas, cautivó a todos con su relato sobre su vida en una de las regiones más deshabitadas de Escocia. Desde su hogar en las Tierras Altas, Basan ha creado experiencias gastronómicas en torno al whisky y los productos locales, ayudando a reactivar la economía rural. Su proyecto se llama Spirit&Spice y se basa en su hospitalidad que ofrece desde su casa, rodeada de paisajes salvajes y colinas, donde invita a los visitantes a experimentar la auténtica Escocia. Con ella, quedó claro en FéminAs que la cocina y la hospitalidad pueden devolver la vida a estos territorios olvidados.

El iceberg de la gastronomía: Las mujeres como base

Lucía Freitas, desde su restaurante A Tafona en Santiago de Compostela, habló con el corazón al describir la gastronomía como un iceberg. “Los chefs somos la punta visible, pero la base que sostiene todo son las mujeres que trabajan en la sombra, las que labran la tierra, cuidan el ganado y mantienen vivas las recetas de siempre”, afirmó entre aplausos.

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Elio Ferpel, del restaurante Ferpel Gastronómico, en Ortiguera; Iris Jordán, del restaurante Ansils, en Anciles, Huesca; y Lara Roguez, de Abarike, en Gijón. Foto: Damián Arienza.

Freitas trabaja de la mano con mujeres productoras de su región, como las heroicas mariscadoras, rindiendo homenaje a su abuela, quien le enseñó el valor de cada ingrediente. En su cocina, recupera sabores como el caldo de Gloria, una receta humilde de nabos y millo que su abuela preparaba en tiempos difíciles. Un plato que como su reinterpretación del cocido presentado en una esfera, evoca recuerdos de hogar, de esas comidas que reconfortan y mantienen vivas las raíces.

Guisanderas y sabores de hogar

Las guisanderas asturianas, con sus manos curtidas por años de trabajo y su conocimiento de las recetas tradicionales, fueron protagonistas del congreso mostrando que la cocina de verdad está en el alma de quienes aman su tierra. Mary Fernández y Mirta Rodríguez hablaron de platos que no solo nutren el cuerpo, sino que cuentan historias de familia y hogar. Con el pote asturiano y los guisos de buey, estas cocineras evocaron los sabores de sus pueblos, mostrando que cada receta es un pedazo de historia y un acto de resistencia frente al olvido.

Mirta, que decidió mantener viva la ganadería en Villayón, un pueblo que lucha por sobrevivir, recordó la importancia de cuidar el entorno y los animales para conservar el paisaje verde que hace de Asturias un paraíso natural. “Sin ganaderías, Asturias no sería la misma. Este verde que todos admiran no existiría sin los pastores que cuidan de él cada día”, dijo emocionada.

Quesos, ganadería y la lucha contra el olvido

Otro de los momentos destacados del congreso FéminAs 2024 fue la mesa redonda sobre quesos artesanales, en la que mujeres de Portugal, Croacia y España hablaron sobre cómo sus quesos son una forma de arraigar a la gente en sus tierras. Michele Buster, de Forever Chees, en este caso era el nexo de conexión entre todas ellas, porque es una mujer valiente que lleva años ayudando a los pequeños productores de queso de Europa a vender sus productos en Estados Unidos.

Su lucha sigue, para que la leche no desaparezca de nuestra cadena alimenticia y para eso es imprescindible que los pastores y los ganaderos reciban un justo compenso por su trabajo. Carmela Cano, creadora del queso Galmesán en Galicia, explicó en el congreso FéminAs que su queso refleja el trabajo de 27 ganaderos locales, personas que siguen apostando por su tierra y su tradición. “Cada queso cuenta una historia de esfuerzo, de la vida rural que tanto valoramos”, comentó.

Martina Pernar, productora del queso croata Paški sir, compartió los desafíos de convencer a los jóvenes de quedarse en la isla dálmata de Pag para continuar con la tradición quesera. Para ella, el queso no es solo un producto, sino una forma de mantener viva la cultura pastoril que define su hogar. Por otra parte, Natasha Cabral lucha para la sobrevivencia del queso Sao Jorge en las Azores.

El futuro de nuestros pueblos

Todas las ponentes de FéminAs 2024 luchan para su ecosistema, como Chiara Paván que desde su restaurante Venissa, en la laguna de Venecia lleva años intentando introducir las especies invasora del mar Adriático en su carta. Es el caso de temido Cangrejo Azul que está poniendo en peligro los recursos pesqueros de muchas partes del Mediterráneo pero también de otras especies que se han desplazado hasta nuestras orillas utilizando los barcos que surcan los mares como taxi. Su teoría se basa en que si estas especies no tienen predadores, tenemos que hacernos sus predadores.

FéminAs 2024 fue más que un congreso de gastronomía: fue una celebración de la resiliencia de las mujeres rurales y un homenaje a la belleza de sus territorios. Desde Asturias hasta Escocia o Portugal, estas mujeres mostraron que el medio rural es un lugar de oportunidades y de esperanza. Con el cierre del evento, Benjamín Lana, responsable de la división de gastronomía de Vocento, expresó con unas palabras que captaron la esencia de este congreso FéminAs 2024 y un deseo compartido: quedarse en los pueblos no es una decisión valiente, sino una elección lógica y natural.

Con el esfuerzo de estas mujeres, el futuro rural es una promesa de sostenibilidad y de vida. Porque en cada receta, en cada sabor y en cada paisaje, se encuentra la verdadera esencia de nuestras raíces.

Laura Grani

Laura Grani es periodista y experta en comunicación, especializada en el sector del vino y la gastronomía. Italiana y residente en España desde el año 2001, cuenta con 20 años de experiencia en el sector y ha colaborado como periodista especializada en diferentes medios, tanto radio como prensa escrita (Radio Intereconomía, Capital Radio, Revista Strogonoff, The Citizen etc.).