Guardianes de la Galaxia, Volumen 3. Bendito James Gunn

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La trilogía más sólida de un Universo Marvel que quizás no está pasando por su mejor momento. El cineasta James Gunn, hasta ahora director de las tres cintas de los Guardianes de la Galaxia, se ha pasado a la competencia y ya han asegurado que no habrá más entregas de esta familia espacial. De momento, podemos disfrutar de esta tercera aventura en los cines.

No eran los más conocidos, a priori, del Universo Marvel, pero con su primera película el público descubrió una historia a su medida, con unas aventuras de toda la vida, que no aportaban, en apariencia, gran cosa en cuanto a novedad argumental pero muy bien contadas y, sobre todo, muy bien escritas. Estas historias sumaban algo que no tenían en demasía las películas de Marvel previas: el humor.

Los chistes, los chascarrillos, las conversaciones absurdas y las situaciones inverosímiles son sello de esta pandilla y, tal fue el éxito, que luego lo replicaron otros superhéroes de la misma franquicia como Ant-Man, Spiderman y, más recientemente, el volantazo que han pegado las aventuras de Thor.

El auténtico protagonista: James Gunn

Y esta saga está firmada por James Gunn, el único nombre propio con mayúsculas detrás de la cámara (con permiso de los recién llegados y oscarizados Chloe Zhao y Taike Waititi) del conocido como MCU. Él acordó tener el poder de las cintas que iba a dirigir, y es de los pocos que tiene la decisión final de todos los productos que haga. Como es por todos conocido, los enfrentamientos con la marca de superhéroes han sido muy mediáticos, provocando su entrada y salida y posterior nueva entrada a esta parte.

Entre medias de todo este vaivén , la competición directa de Marvel, DC Comics, lo fichó para la saga de El escuadrón suicida, y consiguió levantar en su segunda entrega después de la fallida primera parte. No tienen que perderse el spin off de esta película desarrollando aún más al antihéroe El Pacificador en su serie homónima para HBO, donde hay una segunda temporada en camino.

Pero si hablamos de salas de cine, este film que no ocupa será el último del director para Marvel, dado que DC le ha fichado ya en exclusividad para levantar su, hasta ahora, casi desastroso universo de superhéroes. Así pues, veremos en breve The Flash, la única película previa que ha dejado en pie pese a los escándalos de Ezra Miller y hay mucha tela de cortar en esta película.

El triunfo de los inadaptados

Si Guardianes de la Galaxia 1 y 2 gustaron tanto es, sobre todo, por el carisma de sus personajes protagonistas. Todos ellos son un grupo de inadaptados, cada uno de su sociedad, que se juntan y combaten enemigos por el universo. Marvel aquí ha sido listo, porque este escuadrón en concreto le permitía unir y quitar miembros a medida que vayan quedándose colgados de otras cintas.

Esta entrega está centrada en el personaje de Rocket Racoon, interpretado en voz, por Bradley Cooper (futuro Oscar 2024 al mejor actor por la película que está preparando sobre la vida del compositor Leonard Bernstein, guarden esta afirmación). La película se centra en los orígenes de este carismático mapache y en lo que tendrán que hacer sus compañeros para poder salvarle la vida.

La película va muy estructurada sin perder su esencia. Veremos a los Guardianes con objetivos concretos que van consiguiéndolos hasta llegar al final. Esto que estoy diciendo no es malo, solo que alguna rotura de guion no hubiera estado de más para no verlo todo tan simple y lineal, asimismo, como la introducción donde puede que se entretengan demasiado pero no acaba de molestar del todo.

Intérpretes con personajes como anillo al dedo

A pesar de la trayectoria de los Guardianes, ésta es la película que más juega con el drama, con la combinación de situaciones surrealistas y toques de corazón. Esto la franquicia está acostumbrada a hacerlo, pero entre la posible supervivencia o no de Rocket, los dramas de Peter Quills y Gamora y la búsqueda personal de los demás personajes, la cosa se pone muy emotiva.

Tanto es así que la película sumerge al espectador más que nunca y le hace sentir uno más de la familia, un inadaptado más de esa tribu que busca su sitio, sobre todo con el carismático personaje de Groot y su gag final que, obviamente, no vamos a desvelar.

El otro punto fuerte de esta trilogía, a parte del guion y la música, son los actores. Buenos intérpretes que saben dónde están y que saben dar el tono justo de comedia y drama para que nada quede sobre actuado. Mención especial para Nathan Fillion, el mítico Richard Castle, un actor que merecía mejor suerte una vez acabado su clásico show detectivesco y que aquí hace un papel secundario muy inolvidable. Y como anotación, también sale la actriz que fue su hija en otro pequeño papel. Obviamente, tanto Chris Pratt como Zoe Saldana se siguen robando el show, los papeles nacieron para ellos.

Villanos y nuevas incorporaciones

Pero otra cosa muy importante en Marvel, tanto o más que cuidar a su héroe principal, es cuidar de su villano. En esta ocasión la cinta acierta con un villano con una motivación en apariencia absurda pero clara, recordando a una versión tremendamente rebajada de aquel malo malísimo que hizo Gary Oldman para la gran cinta de acción El Quinto Elemento.

Lo único que quedaría algo descafeinado (aunque no preocupa demasiado porque ésta es tan solo su aventura de introducción y hay que centrar el foco en personajes antiguos que parece que se despiden) es la entrada de Adam Warlock. En teoría, uno de los héroes (o no) más poderosos de Marvel juega aquí un papel secundario cómico, pero sabiendo que cogerá fuerza en futuras cintas.

Para James Gunn y para las películas con este título es un adiós, pero deseamos que sea un hasta luego. Aunque los guardianes sigan salpicando Marvel se les echará de menos como equipo. Los fans estarán contentos con esta tercera entrega

Richard Pena

Actor, guionista y comunicador. Crítico de cine y series en Crónica Libre.