Jenna Ortega/ Instagram
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Miércoles, ideal para los domingos

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Es innegable negar que la Familia Addams forma parte de la llamada cultura pop desde hace muchos años, y muchos más de los que pensamos. Su carrera audiovisual empezó con una serie en los años 60 y por una cuestión meramente generacional, es normal que ya casi nadie la recuerde.

Pero sí que no quedan tan lejos las dos películas que se llevaron a cabo en los años 90 y que dejaron truncada la idea de una trilogía o franquicia por el inesperado fallecimiento del intérprete que daba vida a Gómez, el padre de la familia, el genial actor Raul Juliá, que nos dejó en 1994 a la edad de 54 años por un accidente cardiovascular. Apenas hacía un año desde el estreno del segundo largometraje con gran éxito de taquilla.          

Desde entonces, cualquier intento de resucitar mediáticamente a esta tenebrosa familia ha sido un fracaso o ha resultado tibio. Hubo una tercera película en 1998 que intentó retomar la saga, pero con un elenco completamente renovado y con un guion tan pésimo que se estrenó directamente en formato doméstico. También tuvimos una serie animada, en los mismos 90, que nació a raíz del éxito de los films principales. Para niños, sin más.

Una segunda juventud

Poco imaginaba nadie que en la década del 2020, esta peculiar familia gozaría de una segunda juventud. ¿La clave? Adaptarla a los nuevos públicos infantilizándola un poco más de lo que ya estaba en los años 90. Pues sí, los dos largometrajes animados, ambos éxitos de taquilla de 2019 y 2021, destinados a un público infantil-juvenil, con diálogos que dejaban atrás los comentarios macabros que se desprendían entre sí esta familia dos décadas atrás.

Y ésta es la línea por la que continúa la serie Miércoles, de Netflix. Las dos primeras películas de los 90 tenían como escenario, en su mayoría, la casa familiar, facilitando un mundo propio donde el resto de personajes y los espectadores eran invitados al universo Addams. Ésto facilitaba, también, que todo fuera más sombrío y que los diálogos fueran más pasados de rosca teniendo siempre el tema de la muerte como telón de fondo.

Pero llegaron los 2020 y, con esta década, toda una generación impregnada de ficciones como Harry Potter, Nancy Drew en Estados Unidos, Crepúsculo y otras series y películas adolescentes donde el telón de fondo es, siempre, el amor. Y todo ésto pasa factura a esta serie, aunque no tiene por qué ser forzosamente de forma negativa.

Miércoles, el miembro de la familia Addams más querido

La serie se centra en, quizás, el miembro de la familia Addams más querido y que casi siempre ha tenido trama propia en cualquiera de sus adaptaciones por ser de los que más llama la atención. Estoy hablando de Miércoles Addams, la hija mayor, un personaje inspirado en una “niña muerta viviente” que carece de sentimientos y de empatía. Si hoy recordamos a este personaje con especial cariño es gracias a Christina Ricci, la actriz que la interpretó en los 90 y que tiene presencia, también, en esta serie como una profesora de Miércoles, en un rol que se ve a la legua desde el minuto 1 (no spoilers please).

Podrían haber cogido a Ricci y presentarnos a una Miércoles ya madura, con 40 años, y ver cómo ha crecido y cómo lleva su vida adulta (argumento interesantísimo que ojalá que se guarden para un futuro presente) pero no habría funcionado, desgraciadamente. La juventud hoy día es un plus y la idea final ha sido coger a Miércoles y ponerla en la sociedad actual, fuera de su zona de confort al tener que estudiar en un internado para niños “especiales”, con compañeros que parecen sacados de todas las sagas que han funcionado hasta el momento ya mencionadas anteriormente, y darle un misterio slasher donde un monstruo está cometiendo brutales asesinatos en el colegio.

Todo gira entorno a Miércoles y a la investigación de estos asesinatos

Del resto de la familia Addams, poco o casi nada. Aunque aparecen casi todos de forma capitular, no tienen apenas nada que ver con la trama principal, salvo la excepción de una subtrama completamente evitable relacionada con los padres Addams y otro asesinato del pasado en el colegio que parece que les salpica el presente, pero que acaba siendo más un relleno para justificar sus apariciones que otra cosa.

Catherine Zeta-Jones brilla como Morticia y ha sido un acierto de casting, aunque no se puede decir lo mismo de los hermanos Gómez y Fétido Addams, que sí se distancian más físicamente de cómo nos los presentaron en un pasado y, aunque aparecen poco, no te adaptas a su presencia.

Solo dos personajes brillan más que los demás: El primero, y aunque resulte irónico, es la mascota de la familia, una mano llamada Cosa. Siempre ha sido un “personaje” bien tratado pero el rol secundario que adopta en esta versión es tan empático y activo en la trama, que hasta te la llevarías a casa. Y, por supuesto, no se le puede poner un pero a Jenna Ortega, actriz mexicana que ya vimos en la nueva continuación de Scream 2022, y que carga sobre sus hombros un gran peso alzándose con la victoria.

Ortega, además, tiene una responsabilidad doble, algo que no habían tenido mucha necesidad de hacer sus antecesoras: Conceder evolución a la personalidad de Miércoles. Ya lo vimos un poco con Ricci en La Familia Addams 2: La tradición continúa pero de forma sutil dado el escaso metraje que tiene una película y no ser la protagonista única. En el caso de una serie, está claro no puedes tener a un personaje principal como éste tantas horas de metraje con ganas de hacer el mal como pasaba con sus antecesoras, dado que nos encontraríamos con una villana, no con una antiheroína. Hay que conducirla hacia el lado opuesto muy poco a poco  y que resulte creíble en ella y para el espectador. En este caso, Ortega coge un guion infantilizado y con muchos matices complicados y hace magia con él. Consigue atrapar al espectador.

La serie más vista de la historia de Netflix

Y, por último y no menos importante, el artífice de que esta serie se haya convertido en la serie más vista de la historia de Netflix, aunque su nombre quede un poco desdibujado en este proyecto: el único Tim Burton. Obviamente, no nos encontramos ante lo mejor de su carrera y ni siquiera se le acerca, entre otras razones, porque Burton nunca había profundizado antes en terreno seriéfilo , pero sí que ha sabido coger tintes de películas de su pasado como Sleepy Hollow o Eduardo Manostijeras y adaptarlas a los nuevos tiempos. Burton ha cedido a favor de lo que demanda el público, no ha pretendido reeducarlo.

En conclusión: Miércoles es una serie que por su guion gustará a jóvenes y que por su nostalgia y por el nombre Tim Burton gustará a mayores. ¿Tienes un fin de semana tranquilo? Pues momento ideal para verla

NOTA: 6’5 DE 10

Richard Pena

Actor, guionista y comunicador. Crítico de cine y series en Crónica Libre.