Ester Expósito en la Premiere de la película 'Venus', a 30 de noviembre de 2022, en Madrid (España). Foto José Oliva / Europa Press

Venus atrapa espectadores como moscas

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Ningún director da en el clavo en todas sus películas, ni siquiera Woody Allen o Spielberg, pero el valor de un cineasta es ver cómo se levanta de las bofetadas y reconduce su carrera. En este caso, Jaume Balagueró se nos presentó en los años 2000 siendo inteligente y buscando abrirse camino en un género que era un gran vacío en España: El terror.

Recordemos que este género estaba prácticamente muerto en la taquilla mundial hasta que se estrenó de Scream, en 1996, y lo volvió a hacer rentable en las salas de cine, consiguiendo sacarlo del lanzamiento directo a videclub y dándole una legión de nuevos fans. Ya podía volver a hacerse terror taquillero y aquí, en España, Balagueró fue el primero que aprovechó este auge.

Pero su mérito no solo reside en eso, sino en darnos películas de una gran calidad, una tras otra, como lo fueron sus primeros títulos, Los sin nombre, Darkness o Frágiles,  y culminando, luego, en 2007 con su, hasta ahora, película más exitosa y que más ha pasado a la memoria colectiva. Obviamente estoy hablando de REC, un film que tuvo 3 secuelas muy inferiores a la original y una adaptación americana que mejor no recordar.

Desde entonces, tampoco se puede decir que su carrera haya ido en descenso, ni mucho menos, dado que su obra Mientras Duermes debería ser también igual de recordada aunque, no se sabe por qué, se olvidó rápido. Después sí tuvo un pequeño traspiés con sus dos últimas películas estrenadas en cine hasta la fecha, Musa y Way Down. No hablamos de taquilla, hablamos de aquello que es el punto fuerte en todos los films de Balagueró: El guion. Entonces, el siguiente paso de Balagueró era casi imprescindible darlo sin tropezar y, como persona tremendamente inteligente que es, lo ha conseguido.

Para empezar, Balagueró se rodea de otros sellos que también son, casi siempre, sinónimos de éxito, En este caso, cuenta con Alex de la Iglesia en la producción y ambos ponen en marcha este segundo largometraje producido por la productora de De la Iglesia y por Sony Pictures que se enmarca dentro de la colección The Fear Collection. El primero fue el film del mismo De la Iglesia, Veneziafrenia. Esta colección a muchísima gente le suena a desconocido, y no es para menos, porque el espectador no asocia ambas películas ni sabe a estas alturas qué es esta colección. A veces parece que es algo que solo tienen claro ellos, pero mientras funcionen en taquilla…

De la Iglesia sabe lo que produce y qué hacer en cada momento y, sobre todo, sabe dónde estar. Prueba de ello fue su acertado comportamiento en el estreno de la película en el cine Capitol de Madrid el pasado 1 de diciembre. De la Iglesia sí asistió a pesar de que ha tenido que ver la película más de 20 veces, posó en el photocall y nada más. No salió a presentarla antes de la proyección, como hubiera sido esperado, dejando que todo el protagonismo recayera en el mismo director y en el elenco, encabezado por la influencer,  Ester Expósito, de la que hablaremos en breves líneas.

Pero, ¿de qué va la película? Bueno, si te fías solo del argumento que se puede contar dirías que esta película la has visto mil veces. A saber, una bailarina de discoteca huye de sus jefes después de haberles robado mercancía ilegal y no tiene más remedio que refugiarse en el piso de su hermana, a la que hace años que no ve, y de su sobrina, a la que no conoce. El edificio es un bloque de apartamentos poco habitado en un barrio marginal donde pasan eventos extraños. Hasta aquí se puede leer, y, justamente, es ésta la parte de la película que simplemente pasa. Ni buena, ni mala, ni entretenida ni aburrida, solo pasa… A partir de lo que no se puede contar es cuando el espectador lo goza. Cada minuto todo se va volviendo más y más loco, y, cuanto más loco se vuelve todo y más surrealista, más se disfruta. Obviamente hablamos de Balagueró, sus diálogos son buenos, sabe siempre dónde colocar la cámara, sabe dirigir actores y en sus películas siempre hay sangre, mucha sangre.

En este caso, quien más se baña en líquido rojo de cuerpo humano es su protagonista, Ester Expósito. Las redes la hicieron una de las personas del momento y el audiovisual la cazó al vuelo. Ella también pasaba con esta película por una prueba de fuego después de haber interpretado papeles más insustanciales pero entretenidos como en Elite y, hay que decir, que Expósito aprueba. Ella es el hilo conductor de la película en un papel que le va como anillo al dedo, y las escenas que tiene donde está sola están bien hechas y bien interpretadas pero… hay un pero. Ella no hace la película sola, aunque sea la capitana, y la mayoría de personajes secundarios son sencillamente excelentes. Ángela Cremonte, Magüi Mira, Francisco Boira y Federico Aguado están sublimes, y hacen que, cada vez que comparten pantalla con Expósito, los ojos se vayan hacia ellos. Incluso la niña que hace de su sobrina, Inés Fernández, que pedía con gracia más papeles en su speech en el estreno del film, se come con patatas a su protagonista cuando comparten plano. No es una crítica negativa, ni mucho menos, Ester Expósito tiene la difícil tarea de ser actriz nacida de redes, y aprobar en su primer protagonista en cine es mucho más de lo que han conseguido muchos actores y actrices más veteranos y veteranas en lo que llevan en toda su carrera. Solo hay que darle tiempo y vigilarla de cerca.

En conclusión, Venus ofrece lo que el espectador va buscando, entretenimiento y sangre. Si hay que ponerle un pequeño gran pero es que la película no hace cómplice de nada a quien la está viendo en ningún momento y puede ir demasiado perdido. Un poco de complicidad hacia el espectador sin que la protagonista lo hubiera sabido le hubiera sumado en este caso. Aun así, es una película del todo recomendable.

NOTA: 7 de 10

Richard Pena

Actor, guionista y comunicador. Crítico de cine y series en Crónica Libre.