Ubicado en el edificio de un antiguo molino en Ulldecona, una pequeña localidad en la provincia de Tarragona, y galardonado con una estrella verde Michelin y un Sol Repsol, el restaurante L’Antic Molí se ha convertido en un referente gastronómico que rinde homenaje a la tradición, al mismo tiempo que implementa una visión innovadora de la gastronomía enfocada en la sostenibilidad, la agricultura regenerativa y el producto de proximidad. Su última novedad es el reservado gastronómico, un restaurante dentro del restaurante y el sueño hecho realidad del chef Vicent Guimerà, un valiente y soñador de los que tanto nos gustan.
Vicent Guimerà se ha criado en la cocina de la casa de comidas familiar y en la huerta, otro de sus lugares del alma. Y eso se palpa. Ya de mayor, su destino estaba trazado. Después de pasar por la escuela de hostelería y por algunas cocinas de renombre, Guimerà ha vuelto a casa para aportar su visión y talento al negocio, apoyado sin reservas por una madre y una esposa cocineras.
L’Antic Molí es, en la actualidad, es un restaurante muy demandado para banquetes y todo tipo de celebraciones, gracias a sus amplios salones y sus deliciosos jardines y terrazas. Solo que ahora también cuenta con un restaurante gastronómico muy peculiar, que propone un menú de alta cocina en el que cada plato está diseñado y pensado basándose en un vegetal de temporada y en productos de absoluta proximidad.
La huerta y los vegetales como eje
La razón es clara. Vicent Guimerà lleva años trabajando en un proyecto de huerta de agricultura regenerativa y sostenible, de manera incansable, hasta conseguir que cada semana la tierra le entregue verdaderas joyas, ideales para elaborar unos platos exquisitamente creativos. Con estos ingredientes, junto con otros que consigue de proveedores afines a su filosofía, el chef es capaz de hacer magia, esforzándose por crear platos que no solo sean deliciosos, sino que también respeten el medio ambiente y las tradiciones culinarias de la región.
A Guimerà se le apoda el chef de la galera, en referencia al sabroso crustáceo que desde siempre es uno de sus productos fetiche, pero bien se le podría apodar el mago de las verduras ya que los vegetales son los ejes y protagonistas de todas sus recetas. Cada temporada trae consigo una nueva gama de sabores, y Guimerà se inspira en estos cambios naturales para diseñar platos que celebran lo mejor de cada estación. Además, la integración de vegetales de temporada como protagonistas de cada plato es una práctica que no solo asegura que los ingredientes estén en su punto óptimo de frescura y sabor, sino que también promueve la sostenibilidad y el apoyo a los agricultores locales.
Una oda a la gastronomía mediterránea y local
Todo el menú del L’Antic Molí es una oda a la gastronomía mediterránea y local, y una fiesta de los vegetales. Cada plato es una obra de arte y un gesto de amor. Por ejemplo, en primavera, los espárragos frescos pueden ser el centro de un plato delicado y lleno de matices, mientras que en otoño, las setas silvestres aportan riqueza y profundidad a las creaciones del chef. Esta rotación estacional no solo mantiene el menú fresco y emocionante, sino que también conecta a los comensales con el ciclo natural de la tierra.
Un menú inquieto y cambiante que siempre inicia con unos aperitivos deliciosos, como los huevos fermentados, de gallinas trabajadoras, las que le “ayudan” en mantener limpia la huerta. El tartar de sepia con caviar (del Ebro) y acelga o el corguiñol, un buñuelo de harina de almendra con ortiga de mar y un toque de limón asado, son bocados que ya nos abren la mente para lo que tiene que llegar.
La finura y creatividad sin límite de Vicent Guimerà
El desfile de verduras puede incluir el hinojo con ostra y pil-pil de merluza, los guisantes finísimos con declinación de cangrejo azul, en crema, surimi y en sándwich o un triunfo de alcachofas con buñuelo de almendras, con mantequilla de alcachofa y sus corazones confitados. Podríais tener la suerte de coincidir con los calçots, a la brasa, gambas de la lonja escaldadas, mayonesa de calçots y esféricos de cabezas de gamba con escabeche en polvo.
La creatividad y finura del chef con sus productos alcanza alturas majestuosas. Las legumbres, por ejemplo, son el eje de un fascinante proyecto de recuperación de especies antiguas que Guimerà está llevando a cabo con esfuerzo. Podrían tocaros las alubias de careta (tienen un gracioso puntito negro que se asemeja a un ojo) con anguila local, otro de los productos fetiches de la región, sublimada en un caldo dashi que eclosiona sabor, con su piel crujiente y sus filetes sopleteaditos.
El brócoli con manzana acompaña alegremente la merluza en una crema de setas oxidadas y piparra que hay que tomar con cuidado ya que puede resultar gozosamente adictiva. Y por supuesto, os propondrán un magnífico arroz, con verduras y pescados, y quizás sea saborizado con una crema de cebolla de la huerta rebosante de umami… puede ser, pero no queremos arruinaros la sorpresa.
Cualquiera sea el menú de la quincena, Vicent Guimerà lo confeccionará espléndidamente y quizás le podáis convencer para enseñaros esa increíble huerta, cultivada a mano y con amor y revisada por unas gallinas orgullosas. O si no podéis esperar a que se termine de decorar el próximo proyecto de familia, un Bed & Breakfast rural con vista a ese pequeño paraíso.
Un parque único de olivos milenarios
Para aprovechar la visita a Ulldecona no se debería pasar por alto la posibilidad de visitar un lugar único y lleno de encanto que aquí se encuentra: el Museo Natural de los Olivos Milenarios del Arión. Un parque con 1.524 olivos milenarios inventariados, algunos de los cuales datan de hace más de 1700 años. ¡La mayor concentración de olivos milenarios del mundo!
Es accesible solo mediante visitas guiadas, pero vale la pena concertar una ya que permite explorar 35 ejemplares que incluyen la impresionante Farga del Arión I, plantada en el año 314 d.C. durante el reinado del Emperador Constantino I el Grande. Además, la visita culmina con una exquisita cata de aceites varietales y milenarios. Una visita que complementa estupendamente la experiencia en Antic Molí, para sumergirse en un mundo de sabores y tradiciones, donde cada bocado cuenta una historia y cada plato es una celebración de la rica herencia culinaria de la región.