Manifestación del 25N por la eliminación de la violencia contra las mujeres, a 25 de noviembre de 2022 en Málaga. Foto: Álex Zea / Europa Press
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Cinco violencias contra las mujeres

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Todos los años, tras cada 25N, se me ocurre fantasear, sin demasiado éxito, con la posibilidad de que al año siguiente no hará falta conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Craso error, las cifras nos recuerdan a diario que las llamadas para denunciar la violencia machista aumentan, que no hay semana sin un asesinato machista en nuestro país.

En definitiva, no solo que no debemos bajar la guardia, sino que además el Estado no debe dejarnos solas en la lucha y debe mantener su esfuerzo, empeño y, sobre todo presupuesto para que logremos revertir ese porcentaje. Quizás es por eso que, de un tiempo a esta parte, con el aumento de publicaciones, ya sea ficción o no ficción, firmadas por mujeres, también han aumentado, y mucho, los temas relacionados con la violencia que vivimos.

Estas cinco recomendaciones que incluyo a continuación no están seleccionadas con el ánimo de preocupar a nadie, al contrario, a pesar de tratarse en todas ellas la violencia desde puntos de vista muy distintos –desde una violación grupal, hasta un ensayo sobre educación– lo que quieren estos libros es poner el foco en una realidad contada en todos los casos para entretener, aprender y, en última instancia con la vocación de que la temática de la violencia contra las mujeres acabe siendo una simple anécdota solo de uso en la ficción o en los ensayos antropológicos.

Así pues, sin más, pasen… y lean.

  • Niebla ardiente, Laura Baeza (2022) Alfaguara

Por desgracia muchas son las zonas del mundo de las que conocemos historias sobre mujeres y niños arrebatados a sus familias. Si hablamos de México, por desgracia, estas historias se multiplican. En la actualidad, según la Comisión Nacional de Búsqueda, hay más de 91.000 personas desaparecidas. Desapariciones que, de un modo u otro, acaban afectando a los miembros de las familias que las viven. De todo ello nos habla Laura Baeza en Niebla ardiente (Alfaguara), una obra que trata los feminicidios y las desapariciones forzadas, aunque también aborda otras cuestiones como el duelo y la salud mental.

Niebla ardiente es la primera novela de la mexicana Laura Baeza, que a mi juicio no podía haber empezado con mejor pie.

La trama atrapa desde el inicio: Ester, mexicana que vive en Barcelona escapando de su pasado, cree ver en la televisión, en el marco de unos disturbios callejeros en el Estado de Hidalgo, a su hermana, que supuestamente había fallecido años atrás tras escaparse del centro en el que estaba internada y de quien habían encontrado su cadáver en una fosa, junto al de otras ocho mujeres víctimas de trata. A partir de ahí los acontecimientos se dirigen de nuevo hacia México, país del que habría querido alejarse para siempre, para iniciar la búsqueda de la mujer de esas imágenes.

Escrita a dos voces, es a través de los recuerdos de la protagonista, con los que Baeza abre un mundo en el que se cruzan espacios y tiempos que la llevan a abordar los distintos temas planteados en la historia.

  • La revuelta de las putas, Amelia Tiganus (2021), Sinequeanon

España es el mayor consumidor de prostitución de Europa: cuatro de cada diez hombres son puteros”. Encuentro esta afirmación en el libro La revuelta de las putas. No es desconocida para mí esta información, la conozco, la he citado incluso en charlas en más de una ocasión, pero no por eso deja de impactarme cada vez que la leo. En este caso la ha escrito la activista Amelia Tiganus, quien vive en España y quiere, a partir de su experiencia en el mundo de la prostitución, abordar y defender la necesidad del abolicionismo.

En el libro, Tiganus nos regala un relato personal que, conforme avanza, acaba no siéndolo tanto, porque lo que quiere la autora -y consigue- es colectivizar su vivencia, su paso por abusadores, violadores y proxenetas, para evitar que se repita en las vidas de otras mujeres y niñas. No es una simple biografía, si vida le sirve como excusa para teorizar sobre todo el sistema prostitucional e interpelarlo desde el feminismo. Es por eso que su vida se intercala con aportaciones de los textos de las principales teóricas feministas en algún caso enriquecidos con nuevos planteamientos de la autora.

Llevando consigo esa idea de “lo personal es político”, como bien señala Rosa Cobo en el prólogo, Tiganus se desnuda en las páginas del libro para contarnos lo que supuso para ella ejercer la prostitución y cómo cambió su forma de ser. Y es que, como leemos, “sobreviví a la prostitución porque no se puede llamar de otra manera un periodo de tiempo en el que la violencia sistemática te impide SER y solo te permite ESTAR”.

  • Mira a esa chica, Cristina Araujo, (2022), Premio Tusquets de Novela, Tusquets.

En numerosas ocasiones la realidad da pie a la ficción y Mira a esa chica, la ganadora del último Premio Tusquets de novela, es uno de esos casos. En ella, Cristina Aráujo Gámir nos cuenta, desgaja, desmenuza principalmente desde una segunda persona que por momentos se hace insoportable, la violación grupal a una chica que, aunque esa no fuera la voluntad de la autora, no puede sino hacernos pensar en la manada, palabra que la autora, intuyo que voluntariamente, tan solo utiliza una vez a lo largo de todo el relato para alejarse, justamente, de lo sucedido en Pamplona.

La novela, protagonizada por Miriam, una adolescente llena de inseguridades, principalmente debido a su físico, nos cuenta las dudas y las zozobras típicas de una joven que se enfrenta a una situación de la que, por momentos, incluso llega a sentirse culpable. Cómo se enfrente a lo vivido; cómo duda acerca de lo que hizo; cómo contárselo a su madre; cómo enfrentarse a la justicia; cómo volver a relacionarse con sus amigos… Ese punto de vista que adopta la narradora de la protagonista está alternado con distintas secuencias, textos judiciales, conversaciones, testimonios, incluso WhatsApps que nos van completando la historia hasta no dejar ni un cabo suelto. Consigue así la autora, con esta su primera novela, y esperemos que no la última, tramar una historia, llena de matices y personajes secundarios, de la que el lector no logra separar la vista ni un instante hasta acabarla.

  • La coeducación secuestrada. Crítica feminista a la penetración de las ideas transgeneristas en la educación, Silvia Carrasco (coord.) Ana hidalgo, Araceli Muñoz, Marina Pibernat (2022), Octaedro

¿Qué hacer cuando el Estado no protege a nuestros hijos? ¿Cómo reaccionar cuando en los mismos centros escolares a los que acuden nuestros niños les educan con teorías acientíficas? ¿Cómo reaccionar frente a un sistema educativo en el que niños y niñas reciben mensajes distintos de sus profesores? Difícil, parece, en los tiempos que corren así que poco puede hacerse más que informarse.

Y esa es la intención que tienen las docentes que escriben en este libro: alertar a los padres y docentes de lo que está pasando con la educación en nuestro país. Todas ellas han visto y vivido cómo en escuelas e institutos se está reduciendo, cuando no desapareciendo, iniciativas y acciones encaminadas a educar por la igualdad entre mujeres y hombres y se están sustituyendo por la difusión de ideas transgeneristas y queer. Un ensayo en el que “A partir de la recopilación sistemática de experiencias y casos observados de primera mano, analizamos y ejemplificamos los daños irreversibles de este ataque al desarrollo sano y libre de estereotipos sexistas de la infancia y la adolescencia”, asegura en el prólogo Silvia Carrasco.

Porque, es evidente, que existen unas ideas que, aseguran las autoras, desde las escuelas defienden que el sexo no lo determina la biología sino unos sentimientos basados en estereotipos sexistas, y que defienden que un niño puede nacer en un cuerpo equivocado y que, por tanto, es posible modificar para adaptarlo a una identidad sentida.

  • Vista Chinesa, Tatiana Salem, Trad. Mercedes Vaquero, (2022) Asteroide.

Con el mundial de fútbol de fondo, Julia, una joven arquitecta, sale un día a correr por los alrededores de su casa poco antes de una reunión importante. Preferiría haberlo hecho por la mañana, nos dice, pero al fin, en esta ocasión, sale a correr por la tarde. A poco, un hombre la apunta con un arma y la lleva hasta un bosque cercano, donde, casi a plena luz de día, la viola. Los sentimientos y las reacciones se suceden a partir de ese momento; dolor, vergüenza, culpa… Años con ese sufrimiento metido en el pecho, con esa vergüenza por lo vivido, con ese sentimiento de, quizás, haber sido en parte culpable, aunque sin serlo. Al fin, decide contarlo por escrito, para que sus hijos conozcan la verdad. Unos hechos de los que, poco a poco, ha dejado de sentirse culpable, convirtiendo la historia de este modo en una novela epistolar en la que los detalles, las reacciones de su familia, las de la misma protagonista, las acciones policiales, nos sitúan frente a un delito que, por desgracia, cada vez nos suena a más habitual.

Narrada en una primera persona trepidante Vista Chinesa no da un minuto de descanso al lector, aunque es de lo más recomendable, lo peor es que, lo confiesa la autora al acabar el relato, la historia está basada en un hecho real, la violación que sufrió una de sus mejores amigas.