“Las feministas no vamos a ceder a la maniobra patriarcal de la Ley Trans”

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La espada de Damocles que ha pendido en la vida profesional y personal de Carola López Moyá por escribir unos tuits feministas contra la Ley Trans le podrían haber costado cinco años de inhabilitación y 120.000 euros de multa. La Junta de Andalucía ha archivado el expediente sancionador sobre ella tras comprobar que “valorado el contenido y el contexto de los hechos denunciados y probados, éstos no constituyen infracción administrativa, sino que los mismos manifiestan la opinión crítica realizada por una profesional contra el anteproyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las persona LGTB, que a su parecer tiene consecuencias jurídicas perjudiciales para la mujer y la infancia”.

Nuria Coronado Sopeña

Y es que nadie salvo ella, su familia y su círculo más cercano, sabe lo que ha pesado la preocupación y la rabia desde que el pasado mes de enero ATA Trans de Andalucía y No es terapia (dos asociaciones de personas trans) iniciaran una caza de brujas contra ella alegando que en su consulta se dedicaba a hacer terapia de conversión y que sus tuits, donde criticaba el anteproyecto de ley trans de Irene Montero, podían constituir una infracción muy grave tipificada en el artículo 62.e de la ley 8/2017 de 28 de diciembre, para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía. “Defenderse de una mentira es bastante complicado, y más cuando tienes que aportar pruebas de algo que no has hecho”, explica en esta larga entrevista a Crónica Libre.

Miente que algo quedará…

Lo que la psicóloga recalcaba en su twitter es sin embargo de primero de feminismo. “Decía que el género hay que erradicarlo y que mis pacientes estaban progresando porque es lo que trabajo en mis sesiones. Resulta que ahora, deshacerse de aquello que nos oprime es terapia de conversión. Me han acusado de discriminar a personas «trans», cuando en ningún caso se puede interpretar de mis tuits ninguna discriminación; solo estoy señalando que la losa de opresión de las mujeres no se puede proteger, puesto que nos deja sin margen para denunciar el sexismo, sin perjuicio de que cada persona desarrolle su personalidad como quiera, tal y como recoge la Constitución. El acoso recibido es prueba de ello”.

Con el archivo del expediente en la mano Carola López Moyá recuerda cómo empezó todo. “Fue el pasado cuatro de febrero a través de la llamada de un periodista que me preguntaba qué me parecía el expediente sancionador. Contesté que se había equivocado de teléfono. No sabía de lo que me hablaba. Este periodista me aclaró lo que pasaba y me envió el documento que tenía. Cuando lo leí, no salía de mi asombro. Me enfurecí por lo que pedían y decían sobre mí”, recuerda.

Y su enfado no era para menos. “¿Sabías que a los ginecólogos que cometen violencia obstétrica no se les inhabilita porque es dificilísimo conseguirlo? ¿Sabías que la matrona que nos abandonó y dejó a mi hija con graves secuelas sigue trabajando con mujeres parturientas? Esta es la prueba de que el sistema patriarcal castiga a las mujeres, incluso solo por expresarse, pero no ocurre lo mismo con quienes lo perpetúan”.

Durante estos meses, sintiendo que caminaba sobre arenas movedizas, la psicóloga no se doblegó y salió a defenderse. “Entre todas las mujeres que me contactaron para ayudarme, me recomendaron a una abogada feminista que me ha acompañado en todo este proceso. He estudiado a fondo los argumentos que han utilizado las asociaciones trans que me han denunciado, ATA Trans de Andalucía de Mar Cambrollé y No es terapia de Saúl Castro, y he desmontado uno a uno sus argumentos”.

Irene Montero, propulsora de la Ley Trans. Goto: Aea1994, CC BY-SA 4.0

Carola se crece

Ahora, con el arrojo de una mujer valiente a la que la vida le puso contra las cuerdas cuando por culpa de la negligencia de una matrona su hija recién nacida tuvo graves secuelas a pocos minutos del parto, vuelve con más fuerza si cabe. “Si en aquel momento el sistema médico arruinó la vida de mi hija y la mía, no iba a permitir que la doctrina queer lo hiciera de nuevo”.

Y es que el archivo de su expediente reconoce no es solo una victoria para ella. “Sentí alegría porque la administración ha sido impecable en su argumentación, acogiéndose a los principios jurídicos que protegen la libertad de expresión y de pensamiento; y, sobre todo, aclarando que criticar una ley y los conceptos que contiene no es difundir terapia de conversión. Este archivo es muy importante para todas las mujeres y el feminismo. Nos hemos quitado una losa de encima”.

Ahora, a punto de tramitarse sin luz ni taquígrafos la Ley Trans ha querido hablar de nuevo. “Lo que me ha pasado a mi le puede pasar a cualquiera que sea crítica con una ley que va en contra de las mujeres y que pretende convertir a personas sanas en pacientes de por vida”, recalca. Para esta reconocida feminista y activista de los derechos de las personas con discapacidad que todo esto pase con un gobierno de coalición es un escándalo. “Lo que está pasando con estos partidos políticos es asombroso. Yo nunca he sido votante del PSOE porque siempre he sido consciente de que tienen políticas liberales pero es increíble lo fácil y rápido que se han lanzado a respaldar una doctrina que defiende que los roles sexuales se constituyan en una identidad para las personas, y lo más grave de todo, que protejan estos roles sexuales por ley, contraviniendo la Ley para la Igualdad entre mujeres y hombres y el Convenio de Estambul. Lo de Izquierda Unida no lo vi venir. Hay líderes que se consideran comunistas que han olvidado el análisis materialista de la sociedad”.

López Moya cree que esta Ley cae por su propio peso. “Con pocos conocimientos que tengas solo hay que aplicar el sentido común: las mujeres sufrimos el machismo porque se nos impone parir, ser cuidadora y esclava sexual, por lo tanto, nacer mujer es lo que hace que seamos oprimidas. Permitir que un señor vaya al registro a cambiar el sexo en su DNI y que sea tratado jurídicamente como mujer es un insulto para las mujeres y una injusticia porque las medidas positivas para la igualdad quedan en papel mojado. Encima obligar a la ciudadanía tener que aceptar esta ficción bajo pena de multas es totalitarismo. De Podemos solo decir que sospecho que ha sido un partido creado para hacer entrismo y apropiarse de luchas que estaban en marcha y desactivarlas”.

Apuntando a su denunciante

Además pone nombre y apellidos a quien puso todo su empeño en arruinar su vida. “Saúl Castro ha sido quien especialmente se ha cebado conmigo plasmando en sus denuncias un batiburrillo de acusaciones que dejaría exhausto a cualquiera. Para quien no lo sepa, las ideas que yo defendí en aquellos tuits y las que defiendo ahora, y no muevo ni una coma, son que el sexo es inmutable, que los roles sexuales (el género) son la herramienta de opresión de las mujeres y que el concepto de identidad de género, basado en estereotipos sexistas, es contrario a los intereses de las mujeres, por lo tanto, protegerlo por ley es blindar la opresión y perjudica a las mujeres”, recalca.

Castro acusó a la psicóloga de difundir las terapias de conversión banalizando la gravedad de esta práctica. “Las terapias de conversión son los esfuerzos para que una persona homosexual cambie su orientación sexual. En el caso de las personas transexuales, se entendería la terapia de conversión como aquella que pretende que la persona se ajuste a los roles asociados culturalmente a su sexo. Castro ha pretendido hacer una analogía entre mis declaraciones feministas y a favor de la coeducación (enseñanza libre de estereotipos sexistas) y la terapia de conversión a personas transexuales. Como presidente de una asociación contra las terapias de conversión creo que se ha equivocado bastante haciendo esto”.

Así mismo Carola López Moyá recuerda la treta con la que actuó al desmontarle la acusación de que difundía terapias de conversión, ya que no encontró ni rastro de ello ni en sus declaraciones ni en su página web. “Pidió a la Consejería de Igualdad, ya extinta en Andalucía, que investigaran si yo las practicaba. El Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental fue claro en este aspecto, el señor Castro no pudo aportar ninguna prueba de estas acusaciones. Cuando se propuso el archivo del expediente, él alegó que a lo mejor mis tuits podrían ser discriminatorios, pero también se desestimó porque mis declaraciones son críticas con el concepto de identidad de género y la ley, no con un colectivo concreto”.

¿Qué es lo que te da más vergüenza tras ser coaccionada por el movimiento transgenerista?

Me causa sonrojo la conducta de algunas personas que se han permitido poner una denuncia sin ninguna prueba solo para crear falsas ideas como que en Andalucía hay psicólogas practicando terapias de conversión, denigrando la profesión. Me avergüenza que partidos políticos estén validando, sin reflexionar ni un poco, lo que significa proteger por ley la “identidad de género” que está basada en estereotipos sexistas. Significa el blindaje y refuerzo de los roles sexuales de toda la vida. Me sorprende e indigna que sea tan fácil pisotear los derechos de las mujeres.

También me avergüenza que en general no se conozcan el origen y las motivaciones de la opresión hacia las mujeres. ¿Es que el hecho de que no se contrate a una mujer en edad fértil es una actitud que surge de la nada? ¿Es que cuando a una mujer violada se la juzga a ella en vez de al violador ocurre por arte de magia? Olvidar los motivos por los que a las mujeres se nos oprime es lo que ha hecho que sea fácil aceptar que “ser mujer es un sentimiento” y que “las mujeres trans son mujeres”. Al fin y al cabo, lo que hay detrás es el negacionismo de la violencia contra las mujeres, típico de un sistema machista.

Que no lo sepa una ciudadana de a pie es normal, yo tampoco lo sabía hasta que no he leído teoría feminista, pero que no lo sepan las políticas que están haciendo estas leyes es bochornoso. Para colmo, pretenden tramitar de urgencia esta ley, cacarea la Ministra de Igualdad que es por el supuesto aumento del discurso de odio, pero ella sabe, y nosotras, las feministas también, que se está refiriendo a la confrontación que estamos haciendo las feministas, y eso no es odio, es la lucha de las mujeres.

Precisamente si hay algo que no te ha faltado en todo este tiempo ha sido el apoyo del Movimiento Feminista.

Durante todo este tiempo he tenido el apoyo de muchas mujeres anónimas a través de las redes sociales. He tenido el apoyo de amigas feministas y juristas que me han dicho que el expediente no iba a prosperar y que, si lo hacía, lo íbamos a tumbar en los tribunales. Mujeres que han estado dispuestas a hacer colectas para pagar la multa. He tenido el apoyo de mujeres periodistas feministas que se han hecho eco de lo que estaba pasando de forma profesional. He tenido el apoyo de mi marido y familia que me han dicho que pase lo que pase lo íbamos a superar. He tenido el apoyo de colegas psicólogas que estaban escandalizadas de lo que estaba pasando. También de asociaciones de profesionales de la psicología que no están de acuerdo con la Ley Trans y sus consecuencias perjudiciales para las mujeres y la infancia.

De las feministas conocidas de este país, he tenido el apoyo personal de Lidia Falcón y del Partido Feminista, al que estoy afiliada. También me llamó Ángeles Álvarez para interesarse. Sin embargo, he visto situaciones que no me han gustado, teniendo en cuenta lo que han intentado conmigo es bastante grave: silenciarme y arruinar mi vida por expresar mi opinión contraria a la Ley Trans y sus dogmas. He echado de menos un apoyo más firme de las feministas conocidas del PSOE. He sido ignorada por el Consejo General de la Psicología de España. Personalmente a IU y Podemos los doy por perdidos y no espero nada de estas organizaciones.

¿Cuánto de miedo has tenido a otro final diferente? ¿Qué habría significado?

Evidentemente tener un expediente sancionador abierto por el que piden la ruina económica no es plato de buen gusto. Sin embargo, yo tenía claro que no iba a ponérselo fácil. Si tengo que ir a los tribunales, lo haré, si tengo que llegar a la ONU, lo haré. No estaba en una situación de vida o muerte, sino que es una cuestión administrativa, a mí este miedo me produce una actitud de lucha. Durante este proceso me he dicho que, si ocurría lo peor, ya me reinventaría de alguna forma. Desde luego yo tengo que contribuir a mantener a mi familia, especialmente a mi hija, y no me voy a amilanar.

¿La libertad de expresión está secuestrada por el lobbie queer?

Por supuesto que sí. Y no solo en este país sino en todos los países donde hay leyes que promueven la identidad basada en estereotipos sexistas. Defender los derechos basados en el sexo de las mujeres y los derechos de la infancia se está poniendo muy difícil. Pero las mujeres no nos vamos a rendir. En Noruega hay una mujer feminista que puede que cumpla tres años de cárcel por decir que un varón no puede ser mujer ni lesbiana. Son tiempos muy oscuros. La lista de mujeres censuradas por defender la existencia del sexo y rechazar el concepto de identidad de género es enorme.

Ya no solo se intentan poner multas económicas, sino privar de libertad por decir obviedades. ¿Os imagináis que alguien fuera a la cárcel por decir que la tierra es redonda? Evidentemente hay gente que cree que la tierra es plana, y mira, esto parece inofensivo. Pero es inaceptable que este movimiento pudiera tener tanta fuerza como para obligar al resto a creer que la tierra es plana renegando de la evidencia científica de que es redonda. Opino que la doctrina queer puede tener sus creencias, pero no imponer legalmente sus identidades ni que el resto tengamos que darles la razón siendo coaccionados.

¿Qué tienes que decir a ese cuarto poder mediático que ha callado sobre el archivo e incluso ha formado parte del linchamiento hacía tu persona?

Sabía que los medios de comunicación son poco rigurosos en este país. Cuando conoces una noticia de primera mano y sale en prensa te das cuenta cómo tergiversan u omiten detalles importantes. En este caso, puedo decir que solo unas cuantas periodistas, que se pueden contar con los dedos de una mano, han sido profesionales a la hora de abordar este tema. Es increíble cómo medios digitales de gran repercusión se han hecho eco de la noticia repitiendo como loros lo que les han contado estas asociaciones transactivistas, sin ni siquiera hacer una labor de investigación decente que les llevara a la conclusión de que la denuncia era falsa. La noticia desde el primer momento es que dos asociaciones de personas trans querían sancionarme sin pruebas ni delito. Pero se ha contado como si hubiera una peligrosa psicóloga en Andalucía que hacía terapias de conversión. En algún medio se decía que yo hacía “terapias oscuras de reversión”, como si yo fuera la bruja mala de un cuento. Lo único relacionado con el mundo mágico que tengo en mi despacho son dos varitas, merchandising de la saga de Harry Potter, de mi admirada JK Rowling. Doy las gracias a las periodistas que no tenéis miedo a contar la verdad.

¿Solo han conseguido hacerte Ave Fenix?

Escribí un libro que se llama “Nace una mamá resiliente, ¿qué pasa cuando tu hijo o hija tiene discapacidad?” donde además de contar mi proceso personal hago un análisis político de la maternidad atípica y la sobrecarga de cuidados, además del duelo por el que pasamos la mayoría de las madres como yo. La resiliencia, que es la capacidad de reponerse a la adversidad y aportar al bien común a partir de esa experiencia adversa, es conocida para mí. No creo que yo sea especial, sencillamente una mujer como otras tantas que no nos amedrentamos y no queremos callarnos ante las injusticias. Ahora me doy cuenta de que las redes sociales no son el único lugar donde hay que dar la batalla. Las mujeres tenemos que sacar este tema con otras personas, tenemos argumentos de sobra y datos para mostrar que no estamos exagerando cuando decimos que la Ley trans de Irene Montero pone en riesgo los derechos de las mujeres y la infancia.   

En poco tiempo se han movilizado profesionales, familias, gente de a pie… Pronto seremos una masa crítica, un elefante en la habitación que no podrá ignorarse. Las mujeres no vamos a rendirnos y ceder nuestros derechos por una maniobra del patriarcado, que es redefinir “mujer” para desactivar la lucha de liberación de nuestra opresión. Si cualquiera puede ser mujer, las medidas de acción positiva para compensar los obstáculos que tenemos las mujeres para ejercer nuestros derechos plenamente no tienen sentido.

Nuria Coronado

Periodista, conferenciante, formadora en comunicación no sexista y organizadora de eventos. Coautora de Lolita contra el lobo y autora de Mujeres de Frente, Hombres por la Igualdad, Comunicar en Igualdad y
documentalista de Amelia, historia de una lucha.