Borja Villacís

La bala confirmaría que Borja Villacís fue asesinado por un ajuste de cuentas entre organizaciones ultras dedicadas al tráfico de drogas

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La bala que terminó con la vida del conocido ultra Borja Villacís, hermano de la exvicealcaldesa de Madrid confirmaría la teoría de que se trató de un ajuste de cuentas entre organizaciones dedicadas del tráfico de drogas. Se trata de un calibre 7,62 para fusil, un cartucho potente y de largo alcance. La última vez que se encontró una bala similar fue en el bar La bodega, centro de reunión en Alcalá de Henares (Madrid) de los Hammerskins, la organización de neonazis más violenta que existió en España y a la que perteneció Villacís. La policía ha detenido ya a los tres implicado en el asesinato: una madre y su hijo y otro varón. Asesino y víctima tienen un pasado común de condenas por su pertenencia a grupos neonazis de extrema derecha.

La policía ha detenido a primera hora de esta tarde a Kevin Pastor Estopa y a otro varón como presuntos responsables del asesinato ayer en El Pardo al ultra Borja Villacís Sánchez. En una operación del Grupo de V de Homicidios de Madrid, en colaboración con la Guardia Civil de Toledo, las detenciones han tenido lugar en una urbanización de la localidad toledana de Yuncos, donde trataban de esconderse de la justicia. Hasta allí habría llegado la policía después de que las pesquisas les llevaran a Pan Bendito, una conflictiva zona en Carabanchel (Madrid), donde Kevin Pastor se dedicaría al narcotráfico. Tanto el asesino como la víctima tienen un pasado común de condenas por su pertenencia a grupos neonazis.

Kevin pastor es el hijo de María José Estopa Jiménez, la mujer de 52 años que conducía el BMW X2 color gris plata con las matrículas dobladas en el que se desplazaron tras el crimen y que fue detenida en una gasolinera madrileña cuando trataba de huir por la A-42 -carretera que una a Madrid y Toledo-, seguramente con dirección a la localidad toledana de Bargas, donde reside.

Borja Villacís murió en el acto por un disparo en la cabeza con una bala del calibre 7,62

Según las investigaciones policiales, Borja Villacís y su amigo Luis Fernández Blanco -en este momento ingresado en estado muy grave en la Fundación Jiménez Díaz-, habían quedado previamente con el otro clan para tratar asuntos de negocios ilegales. Al parecer, entre ambos grupos había temas pendientes, lo que desencadenó en una más que acalorada discusión que derivó en una peligrosa y accidentada persecución entre los dos vehículos y que acabó en un choque entre ambos.

Fue cuando Kevin Pastor salió del BMW de alta gama con un rifle del calibre 7,62 con el que destrozó la ventanilla de detrás del piloto y disparó en el tórax y la cabeza al hermano de la exvicealcaldesa, que murió en el acto. El otro detenido también bajó del vehículo armado con una escopeta de postas del 12 con la que disparó al amigo de Villacís también en la cabeza, aunque los disparos no fueron fatales.

La misma munición que usaba el asesino de la baraja

La bala del calibre 7,62 milímetros que acabó con la vida de Borja Villacís es clave para las investigaciones policiales ya que ayudarían a concluir que el asesinato. Se trata de una munición relacionada con los grupos neonazis en España. La última vez que la policía encontró armamento similar fue en las investigaciones del conocido caso que conmocionó a España del asesino en serie de la baraja.

El exmilitar Alfredo Galán Sotillo, autor confeso de seis asesinatos en Madrid entre enero y marzo de 2003 -por los que fue condenado a 142 años de prisión- cometió sus crímenes con una pistola Tokarev del calibre 7,62 que trajo de su destino militar en Bosnia, el mismo utilizado para acabar con la vida de Borja Villacís. Se da la circunstancia de que el asesino de la baraja también acabó con sus víctimas con un disparo en la cabeza. Esa bala en concreto, la manera de matar indiscriminada sin dar opción de defenderse y el hecho que hubiera víctimas inmigrantes hizo pensar a la policía que el asesino de la baraja podría ser un skinhead, cabeza rapada de ideología neonazi.

La bala que mató a Borja Villacís, muy relacionada con el grupo neonazi Hammerskin, al que perteneció Borja Villacís

Las investigaciones llevaron a la policía hasta el bar La bodega, en la calle Mínimos de Alcalá de Henares (Madrid), el centro de reuniones de los Hammerskin, el grupo organizado más radical y violento de cabezas rapadas en España. En esa operación, efectivamente, la policía encontró una bala del 7,62 Tokarev. De hecho, unos de los miembros de Hammerskin, Francisco Javier A. fue detenido por su supuesta implicación en los crímenes de la baraja, aunque poco después fuera puesto en libertad al comprobarse que no tenía nada que ver.

Un año después, Francisco Javier A. y otros 13 hombres fueron detenidos en el mismo local de Alcalá de henares en la denominada Operación Puñal de la Guardia Civil en la que se desmanteló definitivamente la organización Hammerskin. El operativo nació a raíz de los ataques con tintes racistas registrados en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid en 2003 y 2004.

Las noches ‘de caza’ de Borja Villacís por Moncloa en busca de ‘presas’ a las que agredir

Lo que más llamó la atención del caso es que los detenidos eran padres de familia, estudiantes, desempleados o autónomos, de entre 22 y 38 años con vidas normales de día, pero que por las noches salían de caza enfundados en sus cazadoras bomber y las botas militares con la esvástica nazi en la suela. Los inmigrantes eran sus objetivos principales, pero cualquiera podría ser esa noche su víctima, o como ellos decían, «su presa». Esos cazadores que provocaron pánico nocturno en las calles de Madrid tenían una posición social cómoda sin problemas económicos. Muchos eran niños pijos de familias acomodadas, Borja Villacís era uno de ellos.

En una noche de caza por la zona de Moncloa de la capital fue detenido por insultar y golpear a un joven que había salido de copas. Llevaba encima propaganda neonazi. Fue imputado por delitos contra la libertad individual y de lesiones. Fue la primera de una larga lista de detenciones. Hace ahora 20 años. El nombre de Borja Villacís ha sido siempre muy conocido en el ambiente ultra madrileño y en dependencias policiales por su larga lista de antecedentes policiales por delitos de desórdenes públicos, lesiones, contra la libertad individual, blanqueo de capitales y narcotráfico.

Fue en su época de estudiante en la Universidad Complutense cuando entró en contacto con la cúpula de los Ultra Sur, los radicales del Real Madrid, con los que vivió su primer contacto con la policía. En estas dos décadas se ha movido en otras organizaciones neonazis o cabezas rapadas como los Skin o los citados Hammerskin. En este momento se encontraba a la espera de juicio por delitos de narcotráfico y blanqueo de capitales en una causa abierta por la Audiencia Nacional.