Paz Padilla, Santiago Segura, Inés de León y Paz Padilla posan en el photocall de la película 'A todo tren 2'. Foto José Oliva / Europa Press

¿Es rentable que el Ministerio de Cultura financie el cine español?

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Como cada año, el Ministerio de Cultura ha hecho públicas las recaudaciones del cine español en el año 2022. Un listado de 409 películas que van desde los 3 euros de recaudación hasta la que más ha ingresado este año que acaba: Padre no hay más que uno 3.

El bueno de Santiago Segura sigue conectando con el espectador y sacando jugo a todas sus sagas (después de Torrente y Padre no hay más que uno, ya va con su tercera saga, la de A todo tren). Lo llamativo de este ranking es que, de 47 millones de habitantes que tiene España, tan solo dos películas superan los 2 millones de espectadores, la de Segura y la cinta animada Tadeo Jones 3. Del resto, las 407 restantes, ninguna ha superado el millón de espectadores.

De las 50 películas más taquilleras de 2022, solo 12 son españolas

Sumando también las internacionales, la película de Segura queda en tercer lugar de todo 2022, solo superada por la tercera parte de Jurassic Park y, en primer lugar, Los Minions, que no dan síntoma de desfallecer después de 5 películas. Para acabar con los datos y empezar con las reflexiones, solo diremos que de las 50 películas más taquilleras de 2022, solo 12 son españolas.

Entonces, la pregunta que surge de estos datos es: ¿Es rentable subvencionar el cine español? El caso europeo es curioso porque la financiación pública es el gran motor del cine, a diferencia de Estados Unidos, en el que todas las financiaciones son privadas. Francia va a la cabeza en el consumo de su producto nacional y su cine funciona alrededor del mundo.

En 2022, se han casi duplicado las ayudas del Gobierno en favor del cine, pasando de 15 millones del año pasado a casi 30 millones en este año. Volviendo al principio, y viendo que 407 han recaudado por debajo del millón de euros y encima, afirmando que, seguramente, no habrá sido el único modo de financiación de todas esas producciones la respuesta es…no. No hace falta ser matemático, tan solo hace falta un cálculo a mano alzada para ver que mucho de ese dinero no se ha recuperado.

Todos recordamos al “actor y director” que se hizo conocido por interpretar una versión más exagerada, si cabe, de sí mismo en Aída, de Telecinco, Eduardo Casanova, pedir en la gala de los Goya del año 2020 más subvenciones para que los cineastas podamos hacer nuestras películasdespués de que su ópera prima, Pieles, hubiera recaudado solamente 81 mil euros del millón de euros que costó. Entonces, ¿dónde está el problema?

¿Por qué Segura y otros pocos dan en el clavo y todo el resto no?

Muy fácil. Aquí se juntan dos cosas. La primera, y volviendo a citar a Casanova, es que no se trata de las películas que el cineasta quiere hacer, sino de las películas que el público quiere ver, que no es lo mismo, y aquí reside, siempre, el gran acierto de Segura y el gran error del resto. Y la segunda es que, aunque nos pese, España no cuenta con un Star System sólido, motivo por el cual mucha gente va al cine en otros países.

El espectador no se mueve por ir a ver la última película de algún actor español en concreto, pero sí para ver la última de Tom Cruise. Ni Mario Casas ya es sinónimo de éxito en un producto y la mayor referencia es la serie que tenía que romper moldes por tener al actor sexualizado en todos sus capítulos, Instinto, que nadie recuerda ya porque no fue el boom esperado y que, por algún motivo, no llegó a tener una segunda temporada, en que Casas afirmó que estaría dispuesto a hacer.

El fenómeno fan, en España, funciona mucho en redes, en lo gratis, pero no funciona a la hora de que la gente se gaste el dinero para recuperar, precisamente, el dinero que ese mismo espectador ha pagado previamente de su bolsillo para que se pueda subvencionar esa película.

Tom Cruise en el estreno en Londres de Top Gun. Foto: Ian West/PA Wire/dpa Europa Press

El cine es cultura pero hay que hacer cultura rentable

Cada vez hay más corrientes en contra de seguir usando dinero público para hacer cine y  piden que se destine a otros menesteres que esta sociedad española en crisis necesita, pero parece que no. Nuestro gobierno sigue invirtiendo demasiado para que haya un cine español, cuando, a lo mejor eso no es tan necesario hoy día. El cine es cultura, claro que sí, pero hay que hacer cultura rentable. Hace falta dejar de mirarse al ombligo al cocinar y ver qué quiere comer el otro.

En definitiva, si el hecho de que el cine español no sea rentable no va a ser suficiente para quitar esa partida de ayudas, al menos, debería de estar mejor vigilado e investigar más sobre qué quiere ver la gente para que prefieran ir a ver su película antes que la de Tom Cruise.