noticias Crónica Libre
Vicente Vallés, Pedro Piqueras y Juan Carlos Frenganillo, presentadores de los tres informativos de televisiones nacionales que se emiten a las 21.00h.

Un estudio muestra que sólo el 51% de los españoles se interesa por las noticias y el 40% desconfía de ellas

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Se acaba de hacer público el estudio Digital News Report de España 2023 comisionado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Entre todo lo que se analiza vale la pena destacar dos elementos relacionados con las noticias: la pérdida de confianza e interés por informarse, y la variación con la que se valoran los medios públicos según la edad, ingresos y perfil ideológico.

El objetivo del estudio, según sus promotores, es describir y analizar cómo se consume la información en una variedad de países. La investigación fue llevada a cabo mediante un cuestionario en línea entre finales de enero y principios de febrero de 2023.

Lo primero que destaca es que en España sigue creciendo el desinterés por la información. Mientras que en 2015 el 85% de los encuestados se declaraba total o muy interesado en las noticias, en 2023 esa cifra se ha reducido al 51%. De hecho, los poco o nada interesados en las noticias han pasado del 1% en 2018 al 13% en 2023.

Ni interés ni confianza, pero sí críticas al periodismo

Todo ello está relacionado con la pérdida de confianza en las noticias de forma habitual, algo que suceden al 40% frente al 33% que sí se fían. Si combinamos el interés informativo y la confianza se observa un preocupante incremento del porcentaje de ninis informativos, es decir, aquellas personas que ni se interesan en las noticias ni se fían habitualmente de ellas. En 2023 ese grupo es el más numeroso y representa al 37% de la población.

A todo esto se añade una mala imagen del periodismo. El 57% de los españoles escucha habitualmente críticas negativas de la profesión, tanto en su entorno social o familiar cercano (48%) como en boca de políticos (42%) o de otros periodistas o medios de comunicación (40%). La consecuencia de la desconfianza y la mala imagen es que los españoles están reduciendo el número de medios que usan para informarse. Si el 81% de la población recurría en 2016 habitualmente a cinco o más medios para informarse, ese porcentaje ha disminuido en 2023 hasta el 55%. Es decir, se fían cada vez de menos medios.

El 64% de los españoles reconocen evitar las noticias

Existe otro fenómeno digno de atención, se trata de las personas que evitan activamente las noticias. El 64% de los encuestados españoles dice hacerlo a menudo, a veces u ocasionalmente. La mayoría de los que evitan las noticias (86%) elude principalmente las «noticias duras» o «hard news». Ese tipo se noticias son las de política nacional (39%), la guerra en Ucrania (34%) y las temáticas de negocios, finanzas y economía (27%), que son los temas más esquivados.

Otro elemento que se aborda en el estudio es la valoración de los medios públicos. El 40% de los usuarios adultos de internet en España cree personalmente que los servicios de noticias financiados con dinero público son importantes. Los medios públicos están mejor valorados entre los mayores de 45 años, porque para el 43% cree que son importantes, frente al 35% entre los adultos hasta los 44 años.

Diferencias entre ricos y pobres y según el nivel de estudios

Según el nivel de renta, encontramos una proporción superior de apoyo en los internautas de ingresos altos tanto a la opinión de que los medios públicos son importantes (46%, seis puntos sobre la media, el 40%) como a la creencia de que son irrelevantes (31%, seis puntos sobre la media, el 25%), con diferencias significativas. Por otra parte, en los hogares con ingresos bajos (39%) encontramos una proporción superior de usuarios indiferentes (la media es el 33%) ante la relevancia de los medios públicos respecto de los internautas con ingresos altos (22%). La diferencia es significativa.

También hay diferencias significativas sobre la opinión de la importancia de los medios públicos según el nivel de estudios de los encuestados. Entre los internautas de nivel alto, el 43% apoyan la importancia de los medios públicos, frente al 36% entre quienes tienen un nivel de formación bajo. En cambio, los internautas de nivel bajo de estudios tienden más a pensar que los medios públicos no son ni importantes, ni relevantes (38%); la diferencia es significativa respecto de los internautas de niveles medio (30%) y bajo (28%). También, aquellos que acceden frecuentemente a noticias en línea (45%) y los interesados en las noticias en general (43%) otorgan mayor relevancia a los medios públicos.

Desde la perspectiva ideológica, los usuarios de izquierda consideran en mayor medida (50%) la importancia de los medios públicos en comparación con los de centro y derecha.

Conclusiones realmente preocupantes

La conclusión global del estudio resulta preocupante. Cada vez es mayor el desinterés y desconfianza por las noticias y los medios de comunicación. Lo que, sin duda, plantea un futuro democrático descorazonador si la ciudadanía se va alejando de la información y el conocimiento de lo que sucede alrededor.

En cuanto a los medios públicos, se confirma algo previsible. Cuanto más nivel de formación y más interés se tiene por estar informado, más se valoran los medios públicos. Incluso las audiencias de mayor poder adquisitivo les tienen más en consideración. Sin embargo, son los sectores con menos edad, menos estudios, menos ingresos y más de derechas, los que no le dan importancia a la necesidad de tener medios públicos de comunicación.

Otra conclusión evidente. Cuando se cuenta con formación y estudios, unas necesidades sociales más o menos resueltas y unos valores de defensa de lo colectivo, entonces se logra entender el valor de unos medios de comunicación públicos para conseguir una sociedad informada.

Pascual Serrano

Pascual Serrano es periodista. Crítico con la prensa tradicional, en 1996 fundó la publicación electrónica Rebelión (www.rebelion.org). Su denuncia a los métodos de información de los grandes medios tradicionales se ha reflejado en libros como Desinformación (2009), o La prensa ha muerto: ¡viva la prensa! (2014). Otros libros publicados son Traficantes de información (2012), Medios democráticos (2016) y Paren las rotativas (2019).
Ha sido colaborador de Público, Eldiario.es y Sputnik.
En 2019 recibió el Premio de Periodismo de Derechos Humanos que anualmente concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE). En la actualidad dirige en Akal la colección A Fondo y colabora con varios medios, como Le Monde Diplomatique y Mundo Obrero.
Su último libro es Prohibido dudar. "Las diez semanas en que Ucrania cambió el mundo" (Akal).