Angela Bassett con su Globo de Oro. Foto: Billy Bennight/ZUMA Press Wire/dpa

La gala de los Globos de Oro, corrigiendo cancelaciones pasadas

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Como cada año por estas fechas tiene lugar la prestigiosa ceremonia de los Globos de Oro, otorgada por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, y es considerada la antesala de los premios Oscar, porque las nominaciones y, sobre todo, los resultados finales suelen coincidir en un porcentaje muy alto con los máximos galardones dorados del cine. Bueno, éso que acabo de decir de que cada año se dan no es del todo cierto cierto, porque, de hecho, el año pasado, aunque sí se entregaron los premios, se canceló la gala. Se dieron a puerta cerrada.

¿El motivo? La falta de diversidad, de todo tipo, dentro de esta asociación. Por ejemplo, esta asociación no tiene ningún miembro de raza negra. Numerosos artistas y plataformas como Netflix protestaron ante este hecho hasta el punto de que la cadena encargada de retransmitir la gala, la NBC, se negó a retransmitir la gala hasta que esta desproporción estuviera solucionada. De hecho, y recuerden esto que van a leer para más adelante, un actor de la talla de Tom Cruise devolvió los 3 Globos de Oro que había ganado hasta el momento como actor (por Nacido el 4 de Julio, Jerry Maguire y Magnolia) en señal de protesta.

Un año después parece que las aguas han vuelto a su cauce y este año sí ha tenido lugar la famosa entrega de premios. Pero la organización sabía que estaba en el punto de mira, por todos lados, y ha hecho todo lo posible por quitarse la etiqueta de no ser inclusiva.

Es broma, pero puede que no

Para empezar, y añadiendo a partir de este punto la palabra ‘presuntamente’ en cada frase que lean a partir de ahora, han fichado como presentador de la gala al cómico Jerrod Carmichael. Si no les suena es normal, no es un cómico muy conocido internacionalmente. Tiene talento, y es de raza negra y abiertamente homosexual.  Él mismo se encargó, en el monólogo inicial de la gala, de hacer chistes sobre el tema, insinuando con el típico “es broma, pero puede que no” que no le habían contratado por su trabajo previo, sino por ser quien es y ayudar a actualizar la imagen de la Asociación. Y nada más, su monólogo inicial se centró en eso solo. Nada de los chistes mordaces a los que el ex presentador de otros años Ricky Gervais nos tenía acostumbrados.

Y con los primeros premios llegaría lo que sería la tónica de la gala, concretamente con el segundo, el de mejor actriz secundaria en cine. Todas las apuestas daban como ganadoras o a la querida actriz Jamie Lee Curtis por Todo a la vez en todas partes o a Kerry Condon, la que más premios había acumulado hasta el momento por su papel en Almas en pena de Inisheri. Y a último momento saltó la sorpresa. El premio fue a parar a manos de Angela Bassett, por la cinta de Marvel Wakanda Forever. Nadie pone en duda en inmenso talento de Bassett, una veterana actriz afroamericana que ha demostrado siempre su efectividad, pero ésta ha sido más la oportunidad que el talento. Recordemos que la primera parte de esta cinta, Black Panther, ha sido la única película de Marvel en ser nominada a la mejor película en los Oscar, justo el año después de que los premios de la Academia fueran acusados, también, de no tener demasiada representación afroamericana. Si a eso le sumamos la triste desaparición del Black Panther original que se quedó sin Oscar hace un par de años… Era una combinación ganadora más allá de la interpretación.

A esto hay que sumarle la victoria en dos categorías de interpretación y como mejor serie de comedia de Academia Abbott, una serie que narra el día a día de un colegio afroamericano con pocos recursos. Una serie un poco sobrevalorada. Tampoco hay que dejar pasar las más que merecidas estatuillas de Ke Huy Quan y Michelle Yeoh, dos actores de ascendencia asiática protagonistas del film Todo a la vez en todas partes.

Por otro lado, la comunidad LGBTI también se vio muy representada por el homenaje a Ryan Murphy, productor que se llevó un premio honorífico a pesar de tener una carrera de renombre relativamente corta. Llevaba ya muchos años, pero saltó a la fama con la serie American Horror Story hace unos 10 años y, desde entonces, sea convertido en un sello de marca de la comunidad LGTBI, con series y películas inclusivas como Los chicos del coro, Hollywood, Feud, The Normal Heart o su demoledor éxito Dahmer, por la que su protagonista también se alzó con el premio a mejor actor en miniserie por interpretar al mediático asesino en serie homosexual.

«Pagar tus impuestos, ocuparte de tus asuntos y no meterte con la mujer de Will Smith».

Eddie Murphy

Otro homenajeado de la noche, con su premio a toda una carrera, Eddie Murphy, cómico también afroamericano que lleva toda la vida acompañándonos con sus comedias. Murphy protagonizó uno de los pocos momentos ácidos de la gala, muy políticamente correcta y woke hasta el momento, declarando que, para triunfar, se debían seguir tres pasos: Pagar tus impuestos, ocuparte de tus asuntos y no meterte con la mujer de Will Smith. Obviamente, aludía al famoso episodio de los Oscar de 2022 donde Smith propinó una bofetada a Chris Rock por hacer un chiste sobre la alopecia de su mujer.

Jennifer Coolidge protagonizó uno de los momentos más emotivos de la gala. Foto: Billy Bennight/ZUMA Press Wire/dpa Billy Bennight/ZUMA Press Wire/d / DPA

El otro momento desafiante de la noche fue cuando el presentador salió con 3 Globos de Oro en las manos, los tres siguientes que iban a entregarse. Carmichael especificó que ésos eran los Globos que había devuelto Tom Cruise (que no estaba presente en la gala a pesar de todas las nominaciones de Top Gun: Maverick) que iban a reentregarse. Otras ausencias sonadas, supuestamente, por motivos laborales, fueron las de Kevin Costner, que ganó por su interpretación en la serie Yellowstone, Zendaya, otra actriz afroamericana que ganó por su serie Euphoria, Amanda Seyfried, que obtuvo el premio por la miniserie The Dropout, y la genial Cate Blanchett, que triunfó con su última película TAR. Nunca sabremos si estos artistas faltaron por compromisos laborales reales o si fue porque aún guardaban rencor a los premios como se dice que pasó con Cruise.

Otras dos sorpresas fueron, por un lado, la victoria de la película argentina Argentina 1985 por encima de la favorita, la cinta india RRR, con un Ricardo Darín que se encargó de recordar que, junto con el Mundial de fútbol, ése había sido un gran año para su país, y, sobre todo, la victoria inesperadísima hasta para los propios productores, que no se habían preparado nada dando por supuesto que no iban a ganar, de la serie La casa del dragón, como mejor serie de drama.

Momentos emotivos

Y en una gala no pueden faltar los momentos emotivos, y en ésta también los hubo. Por un lado, el actor Ke Huy Quan emocionaba al público al recibir el primer galardón de la noche como mejor actor de reparto por su magnífico papel en Todo a la vez en todas partes. Quan, que fue conocido, en un pasado, por ser el niño Tapón de Indiana Jones y el templo maldito y Data en Los Goonies, agradecía a Los Daniels, los directores de la cinta, el hecho de darle otra oportunidad a los 51 años, dado que él ya daba por hecho que su éxito se debería, solamente, a haber sido un actor infantil en dos cintas de éxito y ya había tirado la toalla.

Algo parecido pasó con la genial Jennifer Coolidge, que, con tan solo unos minutos en pantalla, hizo saltar más emociones y más carcajadas que el presentador en toda la gala. Como mujer de 60 años, ella pensaba que su carrera ya se había acabado, y declaró que ella ya era feliz haciendo de la madre de Stifler en la saga American Pie 40 veces si hubiera sido necesario, porque pensaba que, debido a su edad, ya no vendrían más oportunidades suculentas. Ganó, y merecidamente, como mejor actriz de reparto por su papel en la serie The White Lotus, serie que también ganó el premio a la mejor serie de comedia. En redes, los usuarios pedías que Coolidge se quedara presentando el resto de la gala, y no hubiera sido una mala opción.

Steven Spielberg con sus Globos de Oro. Foto: Billy Bennight/ZUMA Press Wire/dpa Billy Bennight/ZUMA Press Wire/d / DPA

Premios más clásicos

Y luego, para intentar contentar a todo el mundo, tuvimos las premiaciones más clásicas. Steven Spielberg y The Fabelmans se hacían con el galardón a mejor director y mejor película dramática, respectivamente. Las quinielas preveían que Los Daniels y su Todo a la vez en todas partes iban a arrasar en las categorías mayores, pero la Asociación prefirió premiar al clasicismo. Clasicismo no solo por la cinta de Spielberg, sino, también, por la cinta de Martin McDonagh Almas en pena de Inisherin, que se llevó el mejor guion, el mejor actor de comedia para Colin Farrell y la mejor película de comedia, haciendo que el film y su actor se posicione muy bien de cara a los Oscar. Y para clásicos, estaba Elvis Presley, que hizo que el actor que lo ha encarnado recientemente, el desconocido Austin Butler, se hiciera con el Globo de Oro al mejor actor dramático. Jamás sabremos qué habría pasado si el otro gran favorito, Brendan Fraser, no se hubiera posicionado tan rápidamente en contra de los premios hasta el punto de declarar, hace más o menos un mes, que no iba a ir a la gala. Esto, sin duda, benefició a Butler.

En conclusión: Una gala woke que intentó “corregir errores”, ganar terreno en la diversidad y contentar a todo el mundo. La diversidad está bien, se tiene que tener muy en cuenta, pero que esté tan presente hace que los premiados jamás sepan si realmente han ganado por ser los mejores en su campo o… por otra cosa.