Las jugadoras del Barça celebran el único gol. Imagen: FC Barcelona

Un gol de penalti frente al Madrid sentencia la Liga para el Barça femenino

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Polémico Clásico femenino este fin de semana por la decisión arbitral. La jugadora sueca Fridolina Rolfö transformó la pena máxima en el minuto 77 tras un cuestionado derribo de Athenea sobre Salma Paralluelo para darle la victoria a las azulgranas, que ponen una ventaja de 13 puntos sobre el equipo blanco y se aseguran la Liga.

Triunfo por la mínima de un Barcelona que sigue con pleno de victorias ante su máximo rival como entidad, desde que en 2019 el Real Madrid (aquel entonces aún bajó el nombre de CD Tacón), ingresara en la primera división del futbol femenino. Esta vez el escenario fue el Estadi Johan Cruyff, con récord de asistencia (5.569 espectadores), y el resultado un ajustado 1-0 que se decidió desde los once metros con un penalti perfectamente transformado por Rolfö.

Jonatan Giráldez presentaba un once con algunas novedades para afrontar el último Clásico de la temporada. Y es que las azulgranas venían de jugar un duro partido el pasado martes de competición europea en el Stadio Olimpico frente a la Roma, también con victoria por la mínima.

Se quedaban pues, descansando de entrada en el banco, habituales titulares como lo son Irene Paredes, Keira Walsh, Graham Hansen o Asisat Oshoala. Por su parte el técnico madridista, Alberto Toril, no se dejó nada en el tintero y planteó un partido defensivo, buscando mantener la portería a cero y sorprender con veloces contraataques con sus jugadoras más ofensivas, Esther Gonzalez y Caroline Weir.

Único disparo del Madrid

El primer tiempo nos dejó poco a destacar. Un Barcelona muy plano dominaba el control del balón, como es habitual en las azulgranas, pero sin generar peligro. El Real Madrid se encontraban cómodas defendiendo en bloque bajo y no sufrió apenas ya que el Barcelona no creó ocasiones, más allá de un disparo de Aitana bloqueado por una defensora y un remate de cabeza de Crnogor?evi? a la salida de un córner. Un disparo lejano de Esther González que controló con seguridad Sandra Paños fue el único disparo de las madridistas durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

El Barcelona echó de menos el dinamismo en el centro del campo de la reciente seleccionada en el mejor once femenino del año, Keira Walsh. La inglesa aporta al equipo otro ritmo de circulación de balón cuando se hace dueña y señora del control del partido. Además notó la ausencia de una referente ofensiva, un ‘9’ de toda la vida. Ahí Giráldez optó por jugar con la brasileña Geyse, una jugadora con mucha más movilidad entre líneas y necesidad de entrar en contacto con el balón alejándose del área, muy distinta a Oshoala, la habitual delantera.

Triple cambio

No debió ver las cosas muy claras el técnico gallego ya que nada más arrancar la segunda parte puso a calentar a toda la artillería pesada. Entraron de una tacada Walsh, Hansen y Oshoala, en un triple cambio que dejaba claras las intenciones azulgranas. A estas se añadió cinco minutos más tarde Irene Paredes. El Barcelona ya tenía sobre el verde todas sus armas en busca de la victoria dejara la liga virtualmente sentenciada.

Empezaría pues un nuevo partido a partir del minuto 60, dónde el Barcelona asedió la portería de Misa, que hasta entonces no había tenido que intervenir. Primero fue la centrocampista Patri Guijarro, quien con un potente disparo desde la frontal del área que salió rozando el palo, avisó de las claras intenciones culés de ir a por el partido.

Posteriormente, y mediante centros laterales, fueron la noruega Hansen y de nuevo Patri quienes tendrían en su cabeza la oportunidad de inaugurar el marcador y desequilibrar la balanza. Salieron demasiado centrados ambos remates y Misa, muy segura bajo palos, pudo detener la avalancha azulgrana.

Penalti con protestas

Y en partidos tan apretados, que se acaban decidiendo por detalles, en el minuto 75 llegó el que daría a la postre los tres puntos y una nueva victoria al Barcelona. Tras un nuevo centro lateral de Hansen por banda derecha que la defensa madridista no pudo despejar, la pelota acabó en pies de Salma Paralluelo que cayó derribada en el área pequeña por Athenea, que acababa de ingresar al campo hacía unos minutos. La colegiada del encuentro Rivera Olmedo no dudó y se llevó el silbato a la boca señalando el punto de los once metros. En balde fueron las protestas de las jugadoras madridistas, que veían como el trabajo hecho hasta el momento se iba todo por la borda.

Fue la sueca Fridolina Rolfö la encargada de convertir la pena máxima. Con un disparo colocado engañó a la guardameta Misa, sumando así su octavo tanto de la temporada, rompiendo la igualada en el marcador y desatando la euforia de todo el graderío culé, que no había dejado de alentar a sus jugadoras desde el primer minuto del encuentro.

El Real Madrid nunca tuvo cerca el gol del empate

Le costó al Barcelona abrir la lata, pero una vez lo hizo controló el partido con total seguridad e incluso tuvo, de nuevo en botas de Rolfö, el segundo tanto que hubiera sentenciado el partido tras un disparo cruzado desde el pico izquierdo del área. No generó peligro sobre la meta de Sandra Paños el Real Madrid, que nunca tuvo cerca el tanto del empate, más allá de un disparo centrado de la francesa Toletti, que atrapó con seguridad la capitana culé.

Tres puntos y liga sentenciada para un Barcelona de récord. La afición azulgrana lleva años demostrando que el futbol femenino es una prioridad. Ya se batieron récords de asistencia la pasada temporada en el Camp Nou, se acompañó al equipo en Budapest y Turín en las dos finales de Champions disputadas, y esta vez se logró el récord de asistencia en el Estadi Johan Cruyff, la habitual casa del femenino del Barcelona. Un total de 5.669 gargantas no dejaron de animar al equipo de Jonatan Giráldez, que va camino de su cuarta liga seguida tras la victoria número 58 de manera consecutiva en competición liguera. El Barcelona no pierde un encuentro en liga desde el pasado 1 de junio de 2021.

«Nos vamos tristes»

Un Clásico que cumplió con todos los factores que este requiere. Y es que también hubo lugar para la polémica. El penalti que decidió el encuentro, muy claro para unos, inexistente para otros. El técnico del Real Madrid, Alberto Toril, decidió no acudir a la rueda de prensa post-partido, algo habitual en el cordobés. Aunque ya previamente había dejado clara su postura sobre la acción que decidió el partido en los micrófonos de la televisión del club. «Ya lo había visto en directo que no era penalti y luego viéndolo en las imágenes creo que todo el mundo ha visto que no es», apuntó el técnico a Real Madrid TV. «Es una acción que decide un partido muy igualado y nos vamos un poco tristes por eso», sentenció. 

Y pese al dominio del Barcelona femenino durante los últimos años en España, no solo los récords de asistencia son dignos de celebrar en cuanto a los pasos de gigante que está dando el futbol femenino. Lejos quedan aquellos 9-1 y 0-6 que el Barcelona le encasquetó con mucha superioridad al Real Madrid en los primeros encuentros que disputaron entre ellos. Lo del pasado sábado fue lo más parecido al concepto que se tiene de ‘Clásico’ entre Barcelona y Real Madrid que hemos podido ver en el futbol femenino hasta ahora. Las madridistas demostraron que cada vez están más cerca de competir con el Barcelona, tras un Clásico que, como los grandes partidos de máxima igualdad, se decidió por detalles.