Poco se ha hablado del tema para todo el juego que puede llegar a dar, pero uno de los grandes damnificados del adelanto electoral al 23-J ha sido Telecinco. La que fuera la cadena amiga tenía preparado un otoño caliente de cara a la cita electoral de fin de año, pero Pedro Sánchez truncó sus sueños de influir con sus contenidos en el voto de la gente.
Por mucho que se empeñen en desmentirlo con la boca pequeña, a nadie se le escapa que la estratega de Telecinco de cambiar Sálvame por Ana Rosa Quintana iba más allá de un simple cambio de programas. Los progresistas, rojos y maricones del cortijo de Jorge Javier Vázquez y compañía eran una piedra en el zapato para la nueva directiva de Telecinco. Por eso se dio la orden de prohibir que se hablara de política en el programa de la tarde que lleva 14 años revolucionando el lenguaje televisivo en este país.
Entonces se habló del desgaste del formato como culpable de los cambios que se avecinaban. En casi tres lustros de televisión diaria, Sálvame ha tenido más de una y de dos muestras de desgaste como es normal. Pero una de las mejores cosas del programa de La fábrica de la tele ha sido su capacidad para reinventarse de la noche a la mañana: tirar de trapos socios de uno u otro, inventarse secciones, meter y sacar presentadores… en definitiva, hacer de la vida un espectáculo y del espectáculo una forma de vida para conseguir el beneplácito del audímetro. Sálvame nunca ha estado muerto, estaba de parranda.
La audiencia le quita la razón a la decisión de Telecinco
Y ahí están los datos que lo confirman. Este viernes 16 de junio el programa ha conquistado a 1.146.000 espectadores, un 13,5% de share. Para hacernos una idea, sólo medio millón de espectadores menos que Pasapalabra, que se emite en horario de máxima audiencia. Sálvame está sobreviviendo a su propia defunción. De hecho, más de 14.611 personas se han apuntado al sorteo para asistir al último programa el próximo viernes 23. Ha sido tal la revolución, que Telecinco ha tenido que agachar la cabeza y dar la razón a la audiencia.
Tras dar orden de no hablar de los buenos resultados de audiencia de Sálvame, y ante el aluvión de críticas por la decisión del cierre del programa, se ha visto obligado a darle una muerte digna: el próximo viernes tendrá una duración de cinco horas, de 16.00 a 21.00 horas que seguro va a reventar los audímetros.
Una muerte digna para Sálvame y, de paso, la cadena se quita de en medio por un día el lastre de los programas y serie que ha ido instalando en la tarde y que poco a poco a ido comiendo terreno al histórico espacio. Para seguir con los datos de ayer viernes, 16 de junio, el recién estrenado serial Mía es la venganza, protagonizada por Lidia Bosch, sólo convenció a 880.000 personas, un triste 8,8% de share.
En realidad, ninguno de los programas que rodean Sálvame logró superar el 9% de cuota de pantalla. El concurso 25 palabras se tuvo que conformar con un pobre 8,3% (591.000 espectadores) y Reacción en cadena se quedó en un 8,2% de share (618.000 personas). Con estos datos en la mano, es fácil hacerse una idea de lo que pasará a partir del lunes 27 de junio, primer día lectivo sin Sálvame en la parrilla. Esa tarde se estrenará la novedad de Telecinco para las tardes de verano, Así es la vida.
Muere Sálvame… Así es la vida
El nuevo magazine parece de nuevo va a tener bien poco. Lo presenta Sandra Barneda, que ya presentó en Telecinco el magazine Viva la vida. El nuevo y el viejo programa están producidos por la misma productora, Cuarzo, lo que nos puede ayudar a hacernos una idea de la televisión de ayer, de hoy y de siempre que se nos avecina. Sólo falta que el espacio lo amenice musicalmente los Supersingles, el grupo que cantaba los temas en el programa Qué tiempo tan feliz, de María Teresa Campos para tener una televisión moderna de verdad.
Dicen que Así es la vida promete exclusivas, corazón, actualidad y entrevistas, es decir, más de lo mismo. “Este verano no voy a pisar la playa, pero las recorreré todas. No posaré con ninguna celebrity, pero tendremos las mejores exclusivas. Porque así es la vida, tu nueva cita diaria en la que el corazón, la actualidad y las entrevistas más divertidas harán que pases un verano inolvidable”, dice la presentadora en las promociones del espacio. A priori nada nuevo en el espectro audiovisual.
Vuelven GH, Allá tu, los testimonios y Ana Rosa al cuadrado
Así es la vida es el primer experimento de Telecinco por volver a la televisión de hace años, una televisión más familiar, quieren vender, pero en realidad es una televisión más rancia. Vuelven los programas de testimonios con Cristina Tárrega, vuelve el concurso de las cajas Allá Tú, con Jesús Vázquez, vuelve Gran Hermano, esta vez con Marta Flitch de presentadora (porque a Jorge Javier no sólo le han quitado Sálvame sino también su papel de maestro de ceremonias de los grandes realities de la cadena)… Veremos la respuesta de la audiencia ante todas estas novedades de segunda mano.
Y en septiembre, vuelve Ana Rosa Quintana por la tarde. La propia presentadora lo advirtió el primer día que se hizo oficial su doblete. «Me voy a hacer cargo de la tarde pero voy a seguir con la mesa política del programa de la mañana por lo menos hasta después de las elecciones«. En Telecinco se les hacían los dedos huéspedes pensando en la línea editorial para las elecciones que iban a tener tras el verano: Ana Rosa por la mañana y Ana Rosa por las tardes. Ana Rosa para madrugAR y Ana Rosa para tardeAR, que es como se llamará su próximo programa, no sea que alguien se olvide cómo se llama.
En televisión todo es política
«Voy a hacer un infoshow. No voy a decir esas cosas de que será blanco y divertido. Sólo voy a decir que es un programa que va a sorprender y que aspira a ser el mejor infoshow de la televisión en España«, ha dicho la presentadorAR. Los responsables de la cadena se apresuraron a decir desde el primer momento que el programa no incluiría política, olvidándose de que en televisión todo es política. ¿Por qué ha retirado la cadena Sálvame si no fuera así?
Un ejemplo de hacer política sin hablar directamente de política, pasarse el día entero hablando de los pobres propietarios de viviendas que lo están pasando realmente mal desde que se aprobó La Ley de la vivienda es política. Machacar con el mismo tema todo el día, bajo el escudo de que es un tema social, es política pura. Que encima se haga mientras se es propietaria de más de 40 pisos turísticos de lujo…
El adelanto electoral al 23-J ha pillado a Telecinco con el pie cambiado, ellos que se la hacían tan felices. Desde que anunciaran el fin de Sálvame nada le sale bien a la cadena. A este paso Telecinco no tiene quien le salve.
