«A las científicas ahora nos dejan subir montañas, pero no nos dejan plantar la bandera en la cima»

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En 2023, en la ciencia como en otros ámbitos de la vida aún es necesario alzar la voz y dirigir la mirada a hacia la igualdad y poner la luz sobre el papel de la mujer. Por eso, el 11 de febrero se ha declarado el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Una fecha para rescatar los referentes femeninos, en la actualidad y en la historia. Hablamos con Pilar Mateo, una de las diez científicas más importantes de España y considerada entre las cien más prestigiosas del mundo. Nos cuenta sus logros, proyectos y los referentes, tanto los que tuvo como el que supone ella misma para despertar vocaciones entre las futuras científicas.

“Soy científica sin temores y sin temblores”, con esa frase se presenta Pilar Mateo. Una declaración de intenciones que tiene que encaja perfectamente con el espíritu del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Fue la ONU quien decidió declarar, solo hace ocho años, el 11 de febrero la fecha para “promover el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia de las mujeres y niñas en pos de la igualdad y la lucha contra la brecha de género. Así que posturas y figuras como la de Pilar Mateo son necesarias, imprescindibles, en nuestro mundo.

Esta valenciana es licenciada en Químicas por la Universidad de Valencia, doctorada por el CESIC. Tiene en su haber más de 60 premios entre los que destaca el Premio Unicef por la promoción de la Salud; el Reconocimiento a la trayectoria personal y profesional por la Comissió d’Igualtat de les Corts Valencianes. También ha sido finalista del Princesa de Asturias.

Una pintura que salva vidas

Pilar Mateo tiene ocho patentes en tecnología de microencapsulación polimérica. Esto se traduce en una pintura que salva vidas: va liberando sustancias, a lo largo de hasta 18 meses, que acaba con insectos responsables de trasmitir enfermedades como el dengue, la malaria o el mal de Chagas. Sus proyectos están presentes en cien países de todo el mundo. Además es impulsora de varios organizaciones de apoyo a mujeres indígenas como MoMIN.

«Doctorita, ha salvado a mi hijo»

Ha vivido siete años con poblaciones indígenas en Bolivia, los guaraniés. A ellos les llevó su tecnología y la aplico, incluso se puso manos a la obra para crear las paredes de adobe sobre las que extender su pintura. Su vínculo con estas comunidades sigue y de lo que más le ha satisfecho de su carrera es haber recibido el abrazo de una madre mientras le decía, “doctorita, ha salvado a mi hijo”.

Es apasionada, activa, centrada en lo social y en aplicar sus ciencia a la salud y el bienestar de las personas. Habla con Crónica Libre sobre la mujer y la ciencia, la historia y el futuro que abra las puertas, aún entrecerradas, a las niñas que quieran investigar y, como ella, capitanear inventos que ayuden al progreso para todos.

CRÓNICA LIBRE: Partiendo de esta fecha, el 11 de febrero, la primera pregunta pasa por saber ¿quién supuso para usted un referente cuando decidió estudiar una carrera de ciencias? ¿Por qué te inclinaste por la rama de ciencias y en concreto de la Química?

PILAR MATEO: Estudié químicas porque mi padre tenía una empresa de barnices y me pareció una manera bonita de decirle con hechos que entendía el esfuerzo que él había hecho en la vida para salir adelante. Como muchos jóvenes españoles de la postguerra tuvo que pasar muchas penalidades y casi de la nada logró montar su propia empresa. Visto con la perspectiva que nos da la vida, me pareció siempre un acto de muchísimo mérito. Mi decisión fue una especie de beau geste (buen/bonito gesto) hacia él. Sin ese condicionamiento quizás hubiera estudiado medicina, una carrera que siempre me ha gustado.

CL:¿Tuvo referentes de mujeres en esta disciplina? ¿Cree que son importantes para las niñas ver esas mujeres a la hora de inclinar su vocación?

PM: Conocía a Madame Curie por sus Premios Nobel, pero ni siquiera ella me llevó en ese momento a pensar en los problemas de la condición y de la naturaleza de la mujer en la sociedad o en la ciencia. En la España de los 70 el movimiento de emancipación y liberación de la mujer era algo incipiente y poco articulado. El libro de Simone de Beauvoir El Segundo Sexo era poco conocido por la mayoría de nosotras.

CL: ¿Siente que ha sido un modelo para niñas estudiantes?

PM: En los últimos años, y coincidiendo con el esfuerzo realizado por los gobiernos democráticos, por la sociedad en general, y por el COVID, el ser mujer y científica ha pasado a ser algo muy positivo. En esa perspectiva es verdad que en muchos colegios de España me conocen, estudian mis inventos, realizan trabajos sobre mi tecnología…, y es posible que me haya convertido en un modelo para algunas de ellas. Como anécdota creo que en los colegios lo que más les impacta es saber que estoy viva porque en los libros de texto suelen hablar de personas de antaño, poco vinculadas con la realidad actual

CL: ¿Aún es necesario dar visibilidad a la mujer en la ciencia? ¿Cuándo dejará de ser necesario hacer esta pregunta? ¿Qué falta?

PM: Los avances siempre se deben dar de una forma gradual para facilitar su aceptación. Los cambios en la vida son inevitables y son positivos cuando son producto de una evolución. Esto se debe a que, aunque cambien las leyes las costumbres no lo hacen a la misma velocidad.

«Siempre habrá personas que sueñen con volver atrás en la histroia, por eso tenemos que pelear para evitarlo»

Mejorar la visibilidad de las mujeres en la ciencia va a requerir tiempo, pero la evolución lleva hacia ello. Siempre habrá dificultades en el camino, y personas que sueñen con volver atrás en la historia, por eso hemos de pelear para evitarlo. Como metáfora diría que ahora nos dejan ser alpinistas y subir a las montañas, pero no nos dejan plantar la bandera en la cima.

A todos los grandes reconocimientos o premios, que llevan incorporado un gran prestigio, les sigue pesando la perspectiva de género. Igualmente tenemos que pensar que la emoción de investigar y la alegría de descubrir o innovar son atributos humanos que no tienen sexo. Cambiar estas ideas , falta.

CL: Hay muchas mujeres a lo largo de la historia que han sido silenciadas, ocultadas, que han “dado” sus logros científicos a hombres porque a ellas no se les escuchaba… ¿Tienes algún ejemplo de esto? ¿Cómo se les podría hacer Justicia a tantas que vivieron eso?

PM: Puedo empezar con Madame Curie, que a pesar de tener 2 Nobel, nadie la llama Dra Curie, porque ese título lo ostenta su marido, que por cierto nunca tuvo ningún Nobel.
En el mundo de la ciencia se ha dado esto como en la literatura o en el arte. Una firma femenina era por definición descartada, eliminada e incluso más demonizada. Seguramente muchas obras anónimas tenían sello femenino, por precaución y para no ser anatemizada se obviaba.

CL: Hablando de su trayectoria, de sus logros, ¿cómo se le ocurrió aplicar la ciencia a una pintura que matase bichos que transmiten enfermedades mortales como el mal de Chagas, el dengue…?

PM: Al trabajar con mi padre en la empresa de barnices, pensé siempre en inventar cosas vinculadas con el mundo de las pinturas. Realicé mi tesis doctoral sobre corrosión metálica y después empecé a sacar pinturas innovadoras ignífugas, antideslizantes, y un día dirigiendo una tesis doctoral pensé en el control de los insectos a través de las paredes pintadas.

Vi que la mezcla de pintura e insecticidas generaba algunos problemas graves y me metí en el proceso de microencapsulación bio polimérica, sin interacción y de larga persistencia. Eso llegó a oídos de gente en Argentina y Bolivia a finales de los 90 y de ahí pasé a probar mi tecnología Inesfly en el control de los triatominos. A medida que los resultados se fueron publicando, otros científicos en el mundo me pidieron aplicar la tecnología (con otros biocidas) para controlar los insectos transmisores de la malaria, el dengue o la leishmaniasis.

CL: ¿Qué es de lo que más orgullo siente de cuanto ha hecho a lo largo de su carrera, premios, proyectos sociales?

PM: Quizás de vincular la ciencia con la realidad del sufrimiento humano y en especial de las mujeres indígenas. La metáfora de la “ciencia que abraza” es una manera de intentar que las investigaciones que se hacen tengan como fin el mejorar la condición humana y no usarlas como medios con el finde lograr una ganancia mercantil.

He ganado enormes cantidades de premios y todos ellos los he agradecido de corazón porque al final sirven para mostrar que el camino que sigo es el adecuado. En todo caso me hizo muy feliz el Premio Extraordinario del Ministerio de Defensa de España ya que mi abuelo Jesús fue militar de carrera y siempre estuve muy vinculada a él.

CL: Si miras el mapa de por dónde hay proyectos que lleven su nombre hay por América Latina, África, Europa, Asia, ¿a dónde le falta por llegar?

PM: Lo importante ahora es lograr el reconocimiento de mi tecnología por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto en el control del flebótomo transmisor de la leishmaniasis, como del mosquito Aedes transmisor del dengue. Han sido necesarios muchos años de investigaciones y proyectos para poder empezar a lograrlo.

CL: Parece que sea una mujer que no para, ¿en qué proyectos está trabajando? ¿Qué retos le quedan en mente?

PM: Me interesa mucho ahora todo lo relativo a la salud animal ya que el COVID nos ha mostrado a todos que los virus nos están llegando por nuestro contacto diario con todo tipo de animales domésticos o salvajes. En Asia, y sobre todo en Africa, ese contacto (con murciélagos, por ejemplo) han generado en los últimos 10 años varias crisis víricas que fueron controladas, hasta que el COVID nos barrió a todos.

CL: ¿Qué necesita la ciencia en España? ¿y la ciencia de y para mujeres en nuestro país?

PM: Somos uno de los países europeos que menos dinero dedica a las investigaciones científicas y lo que invertimos se va más a temas teóricos que a resolver asuntos prácticos de la vida cotidiana. Cualquier cambio en estas dos direcciones creo que serán bienvenidos.

Inma Muro

Periodista especializada en temas de denuncia social. Más venticinco años de trayectoria en medios de información general e investigación. Entre ellos las ediciones digital y en papel de la revista Interviú. Gabinetes de prensa, comunicación institucional y agencias de publicidad.