Una empleada del sector del comercio durante la maratón por la conciliación para denunciar la ."explotación", falta de descansos y precariedad. Joaquin Corchero / Europa Press 17/2/2023

Explotada y cobrando un 34 por ciento menos por ser mujer, perfil de la trabajadora del comercio andaluz

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El comercio está en pie de guerra en Andalucía. Se avecina una Semana Santa caliente en esta comunidad autónoma que vive la mayor desregulación de horarios de todo el país. Esto se traduce en largas jornadas y hasta 44 domingos trabajados al año. Panorama que ha llevado a la movilización de las trabajadoras de un sector con una mayoría de mujeres. Se denuncia la precariedad, la temporalidad y la abundancia de contratos parciales. El sindicato CCOO califica las condiciones laborales de «inhumanas» y de “trabajo esclavo” que hacen imposible la conciliación familiar y el descanso. Además, ellas cobran un 34 por ciento menos que sus compañeros.

Tengo que hacer malabares para ver con quién dejo a mi hijo. Mi marido pertence también a este sector y con estos horarios y los domingos y festivos teniendo que trabajar, no hay manera de estar con el niño ni de tener vida personal”, explica una trabajadora andaluza de un gran comercio.

Su calendario laboral puede llegar a exigirle trabajar hasta 44 domingos de los 52 que tiene el año. Y esto no se traduce, automáticamente, en un aumento de su salario, que de media es de 16.000 euros anuales. Ni tampoco en la compensación con otro día de descanso de libre elección.

Otra compañera apunta que tiene que contar con los abuelos para dejar a sus hijos pequeños. “No tengo una alternativa de poder contratar a alguien para que los cuide cuando yo tengo que trabajar en festivos que no tienen escuela. No me pagan más y no me lo puedo ni plantear. Luego, igual tengo un martes de libranza que me imponen sin que me permitan elegir o cambiar. Un día en el que no puedo estar con mi familia porque están en su trabajo o en el cole”, se queja otra dependienta de una cadena de ropa.

Cobrar o librar o trabajar gratis

En algunos casos, se paga 12 euros por trabajar un festivo, que puede llegar a ser 24 euros si se renuncia al día de descanso en compensación. En otros comercios, no se contempla un complemento al sueldo. “Al empresario le sale gratis tener trabajando a un empleado en domingo o festivo. Se puede llegar a estar 15 días sin librar y eso pasa factura a la salud. Estiran las jornadas laborales como chicles. Esto va contra los trabajadores y perjudica al pequeño y mediano comercio”, señala Esther Izquierdo. Ella es responsable de Políticas Sectoriales e Institucionales de la Federación de Servicios del sindicato CC.OO, desde donde se están articulando las protestas.

Detalle de los manifestantes durante el “Maratón por la conciliación» convocado por CCOO para denunciar las jornadas maratonianas sin descanso en el comercio. Joaquin Corchero / Europa Press Sevilla. 17/2/2023

Los casos de estas dos empleadas dependientas de cadenas en Andalucía no son casos aislados, representan lo habitual. A la ampliación de domingos y festivos que ha decretado la Junta andaluza, de 10 a 16, se añaden a los que permite la declaración de Zona de Gran Afluencia Turistica (ZGAT).

Comisiones Obreras ha convocado movilizaciones por las ocho provincias andaluzas para denunciar esta practica liberalización y las formas en la que se ha llevado a cabo. Entre las protestas, organizó hace unos días la “maratón” en Sevilla y Málaga. Escenificaban así las largas horas de trabajo en las tiendas. También ha presentado una batería de propuestas para mejorar la calidad del empleo en el sector.

Andalucía, especialmente flexible

En España hay 681 Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT), en un total de 526 municipios, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Esta consideración establece horarios especiales para adaptarse a los meses de verano con mayor afluencia de visitantes. Zonas en las que los comerciantes pueden decidir libremente su horario de apertura.

La distribución de estas áreas es desigual: Madrid, Cataluña y Canarias son las que más zonas tienen por entrar dentro de la calificación de gran afluencia turística. Es una normativa que regula el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y debe solicitar cada ayuntamiento .

A pesar de que la existencia de estas zonas parchea toda la geografía española, el mayor conflicto lo vive Andalucía. Crónica Libre ha querido saber qué hay detrás de esas voces de protesta que se escuchan con fuerza en el sur de la Península.

Esther Izquierdo responde con un tono como de quien recita algo de forma habitual sin lograr que cambie. “Andalucía es la única comunidad autónoma que modificó la Ley de Comercio. Que ha pasado de 10 domingos y festivos a 16. Ha hecho variaciones y lo hizo por decreto, en pandemia, el 12 de marzo de 2020, sin consulta ni consenso. Ha aumentado los ZGAT en un 60 por ciento unilateralmente. En noviembre, se implantaron nuevas zonas en seis grandes ciudades andaluzas”, explica.

El grupo parlamentario Por Andalucía (coalición de ámbito andaluz de partidos de izquierdas y ecologistas) también ha pedido que se modifique la declaración de los ZGAT. Su portavoz parlamentaria, Inmaculada Niesto, ha dicho que su aplicación supone un «destrozo, con consecuencias lesivas para el sector comercial». Ha añadido que llevarán la reversión de la norma al Parlamento andaluz porque

El grupo parlamentario Por Andalucía (coalición de ámbito andaluz de partidos de izquierdas y ecologistas) también ha pedido que se modifique la declaración de los ZGAT. Su portavoz parlamentaria, Inmaculada Nieto, ha dicho que su aplicación supone un «destrozo, con consecuencias lesivas para el sector comercial». Ha añadido que llevarán la reversión de la norma al Parlamento andaluz porque «el turismo no puede ser la respuesta a todos los interrogantes y problemas que está habiendo en Andalucía».

Implantación paulatina para dividir la protesta

La Junta de Andalucía ha reformado la ley de Comercio de forma paulatina, “por barrios”, como señalan desde CCOO. Se ha ido ampliando los ZGAT y lo han ido haciendo por zonas, por municipios. Luego los han ampliado y los han hecho de carácter indefinido.

Esta atomización ha hecho que la oposición se dispersase y resultase más complicado movilizar y unir a las personas por algo que no les afectaba directamente. Ahora, ya extendidos los ZGAT, la denuncia, que lleva años en marcha, esta prendiendo y alcanzando más repercusión.

Una política de aprobación parcheada que, a juicio de Esther Izquierdo, ha sido premeditada para evitar la confrontación. “Nosotros llevamos tiempo denunciando lo que está ocurriendo y como se ha ido desdibujando el panorama en todo el territorio”, denuncia la sindicalista. Ahora esto está cambiando porque cada vez son más quienes sufren la liberalización de horarios.

En la última ofensiva de CCOO ha sido presentar propuestas para el VII Plan de Comercio de Interior de Andalucía (PIFCA). En ellas, tratan de acabar con la precariedad, las jornadas a tiempo parcial, la temporalidad y la diferencia de retribuciones entre sexos.

Las mujeres en este sector perciben una remuneración un 34 por ciento menor que sus compañeros. Es el sector en el que más ahonda la brecha salarial, por encima de la hostelería, que es de un 22 por ciento lo que ellas reciben menos por igual trabajo que un hombre. Las jornadas parciales no deseadas afecta al 27 por ciento de las empleadas; mientras que entre ellos supone un 7 por ciento. La desigualdad salarial hace que en la provincia de Jaén, por ejemplo, una mujer trabaje 61 jornadas al año gratis.

“Regálame tus días”

“La Junta no responde a nuestras exigencias, a nuestras movilizaciones… sigue haciendo con su plan adelante. En su programa electoral llevaba la liberalización de horarios y a eso es a lo que tienden. Aunque eso no se traduce en la creación de empleo, sino en la parecarización del que existe”, añade Izquierdo.

“Regálame tu día, ya tienes un contrato no te voy a pagar más. Regálame tus horas de la mañana a la noche, domingos, festivos y días y me entregarás tu vida”. Esta es una estrofa de la canción que pone sintonía a una campaña lanzada por el sindicato CCOO en Málaga. Un resumen a ritmo de Pablo Alborán, que pone música y letra a las denuncias de un sector que quiere que se escuche su voz. Por si no llega a oídos de quien tiene que llegar, ahora lo cantan.

Inma Muro

Periodista especializada en temas de denuncia social. Más venticinco años de trayectoria en medios de información general e investigación. Entre ellos las ediciones digital y en papel de la revista Interviú. Gabinetes de prensa, comunicación institucional y agencias de publicidad.