13 October 2023, Iran, Teheran: A man holds a placard during a pro-Palestine protest as fighting between Israeli troops and Islamist Hamas militants continues. Photo: Rouzbeh Fouladi/ZUMA Press Wire/dpa Rouzbeh Fouladi/ZUMA Press Wire/ DPA 13/10/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
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Teherán releva a Arabia Saudí como líder de Oriente Medio

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La operación del grupo terrorista Hamás ha dinamitado los acuerdo de Abraham, es decir, las conversaciones entre Riad y Tel Aviv cuando ya hasta circulaban fotos de rabinos hebreros leyendo la Torah ante los ventanales de un hotel de la capital saudí.  

Cuando todo iba viento en popa a favor del Estado de Israel comenzaron  los acuerdos de Abraham, impulsados durante la presidencia estadounidense de Donald Trump. Gracias a ellos varios Estados árabes participaron en la normalización de las relaciones diplomáticas con Israel han sido: Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos. Jordania y Egipto lo habían hecho previamente.

El broche de oro iba a ser con el reconocimiento de Israel por parte de Arabia Saudí, capital del sunismo, la rama mayoritaria del Islam a la que pertenecen el 90 por ciento de los musulmanes y sede de los Santos Lugares de la Meca y Medina. 

Irán y la operación de Hamás

El movimiento de resistencia islámico palestino ha dinamitado estas conversaciones entre Riad y Tel Aviv. Todo apunta a la presencia de Teherán en estas operaciones contra sus dos enemigos tradicionales, saudíes e israelíes. El fin es disputar el liderazgo del mundo islámico a Arabia Saudí.

A pesar de que los iraníes pertenecen a la secta minoritaria chií, Irán demuestra que su fanatismo no le cierra las puertas del resto del mundo musulmán. Además, Teherán tiene el apoyo de los hutíes de la guerrilla ansarolá en Yemen, que sufrieron la guerra impuesta por Mohamed Bin Salmán, heredero al trono de los Saud; la milicia del Mahdi en Irak; y del movimiento político militar Hezbollah en Líbano.  Además del agradecimiento de la minoría alauí gobernante en Siria y a quien apoyó durante la guerrra civil que protagonizó el Califato Islámico.

Es muy probable que el Sepah pasdarán iraní, el ejército de guardianes de la revolución islámica, esté detrás, con su unidad Al Qods, de una operación que sobrepasa con mucho las capacidades de las milicias palestinas, tanto por la preparación técnica como por el abundante suministro de cohetes y drones necesarios para burlar la Cúpula de Hierro israelí.

Además, la Guardia Revolucionaria anunció hace mucho tiempo que vengaría la muerte de Qassem Soleimani, el mítico general del cuerpo de guardianes de la revolución islámica asesinado en Bagdad y muy próximo a Alí Jamenei, líder del gobierno islámico persa.

Irán de nuevo pretende monopolizar el protagonismo de la resistencia islámica en el área. Más aún cuando están fracasando las conversaciones para resucitar los acuerdos de Viena de Obama, firmados por los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más Alemania, dando ventajas económicas a Irán a cambio de una demora en el desarrollo del programa nuclear persa.

El objetivo de Israel: Gaza

La respuesta de Israel a las ejecuciones y secuestros de la resistencia islámica palestina no es imprevisible. Y uno de los objetivos es Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del mundo y donde Hamas venció electoralmente a la OLP. Curioso, Hamas no ha actuado en Cisjordania.  Y ha pillado a Israel mirando al mar.

Con ello, el casi olvidado problema de Palestina vuelve a ocupar el centro del escenario. Y Putin observa, con cierto alivio, la respuesta del mundo a  las represalias que toma y tomará Israel en la zona. El propio Secretario General de la OTAN ha pedido al Ejército israelí mesura en sus respuestas, a pesar de que tanto la Alianza Atlántica como Estados Unidos, no podía ser de otra manera, han manifestado su absoluta solidaridad con el Estado hebreo.

También de esta forma, Benjamín Netanyahu escapa a las duras críticas que provenían de diversos sectores, militares incluidos, por sus intrusiones en el Poder Judicial israelí y se asegura un gobierno estable que hasta ahora tenía como pilares  a los partidos israelíes de extrema derecha, tanto religiosa como política. 

La masacre, la crueldad de la acción armada de los terroristas de Hamas, aplaudida en muchas otras partes del mundo islámico, como los aficionados al fútbol en Marruecos, por citar un ejemplo cercano, es brutal. Tras la precisión de la entrada volando en parapente y el bombardeo masivo con cohetes  se han perpetrado  prácticas identificadas en su momento con el Daesh, el Estado Islámico.

Hablamos de secuestrar y violar a mujeres, a degollarlas, también a gente mayor y  a niños, a utilizarlos como escudos. Hablamos de que un concierto para la paz  que abogaba en favor de una solución pacífica, donde había más de tres mil jóvenes, asesinaron a 250 de ellos, allí mismo. Han desplegado el terror suficiente para convertir su acción en una noticia mundial, que ha borrado de los medios de comunicación la guerra de Ucrania y el resto de las noticias internacionales. 

Ahora Israel puede dejarse llevar por la testosterona: arrasar Gaza de forma indiscriminada, mientras está comprando bombas de precisión y guiadas; provocar otro éxodo palestino, otra nakba y convertir los territorios ocupados y colonizados en un apartheid que deje chico al de Sudáfrica.

Netanyahu niega tener un interlocutor válido entre los palestinos y éstos no confían en el ocupante por lo que los enemigos de la paz son muchos y sus defensores pocos y lejanos.  Optemos por la neurona y no la testosterona.