Son ricos, famosos, fuertes, dada su condición de deportistas, y, sobre todo, cuentan con el apoyo de parte de la sociedad, de las aficiones de sus equipos y, a veces, hasta de los propios clubes cuando se hace público que están siendo investigados como posibles autores de delitos sexuales. «Es difícil comentar una situación así. Estoy sorprendido e impactado conociendo a Dani. La justicia dictará lo que sea: ahí no podemos entrar. Me sabe muy mal por Dani», fueron las palabras de Xavi Hernández, actual entrenador del F.C. Barcelona, cuando le preguntaron por la denuncia presentada contra Dani Alves por un presunto delito de agresión sexual cometido contra una joven de 23 años en el baño del reservado VIP de la discoteca Sutton en la Ciudad Condal.
Respetando la presunción de inocencia recogida en el ordenamiento jurídico español, el entrenador del Barcelona podría haber medido más sus palabras dada la gravedad de los hechos a los que se refiere. Sin embargo, es tan habitual como lamentable que, cuando sale a la luz una información de este tipo, la primera respuesta de los allegados de los presuntos culpables, y de gran parte de sus aficionados y de la sociedad, es dudar del testimonio de la presunta víctima y defender al presunto agresor.
Comentarios como «seguro que lo hace para sacar dinero» o «cómo un futbolista famoso va a hacer algo así con todas las oportunidades que tienen para ligar con cualquier mujer», suelen ser lo común. Siempre se cuestiona a la víctima. Como muestra un botón: «Rubén Castro alé, Ruben Castro alé, no fue culpa tuya, era una puta, lo hiciste bien».
Estos fueron los cánticos que dedicó la afición del Real Betis Balompié a la expareja del futbolista cuando esta le denunció por malos tratos. En este caso el futbolista fue absuelto después del juicio, pero la reacción de la afición es la muestra de lo complicado que le resulta a las víctimas ser creídas cuando denuncian una agresión. Más en estos casos en los que el poder mediático de los supuestos agresores se les echa encima desde el primer momento.
Las contradicciones de Dani Alves
El que fuera lateral del Barcelona y que ahora mismo se encuentra en prisión preventiva por riesgo de fuga hasta que celebre el juicio, ha sido el último futbolista al que ha denunciando una mujer por agresión sexual. El futbolista ha cambiado su versión hasta en tres ocasiones.
En un primer momento negó conocer a la víctima. Después de revisarse las imágenes de la discoteca y comprobar que ambos estuvieron juntos en el reservado Moët Chandon de la discoteca Sutton –en las que se observa una actitud acosadora del futbolista hacia la víctima, como ya adelantó Crónica Libre–, y de que se encontraran restos biológicos del futbolista en la cavidad vaginal de la víctima, en su vestido y en el suelo del baño en el que se produjo la presunta agresión sexual, Alves reconoció haber mantenido relaciones sexuales con la víctima pero con su consentimiento. Un cambio de versión motivado según el futbolista porque no quería que su mujer conociera la infidelidad que había cometido.
Sin embargo, el relato de la víctima se ha mantenido firme y es desgarrador. La chica cuenta que al entrar en el baño del reservado VIP conocido como La Suite –un espacio en el que además de váter hay un lavabo y un sillón–, ella pidió salir pero Alves no la dejó.
«Bajó la taza del váter y se sentó. Tiró de mi con fuerza, acercándome hacia él y me decía que le tenía que decir que era su putita. Me resistí y él me abofeteó. Me subió el vestido y me sentó encima de él. Me cogió de la parte de atrás de la cabeza y me tiró al suelo. Me acercó hacia su pene como para hacerle una felación. Él se enfadó, me resisití pero él era mas fuerte que yo. Empezó a pegarme bofetadas pero no llegué a hacerle la felación. Fue entonces cuando me violó. Me puso contra el váter y me penetró de manera violenta», ha relatado la víctima.
Cuando la chica quiso abandonar La Suite, Alves le dijo que él salía primero y que ella se tenía que quedar dentro. Cabe destacar que la presunta víctima ha renunciado a la compensación económica que le correspondería si finalmente Alves es hallado culpable de un delito de agresión sexual cuando se celebre el juicio. Mientras tanto, la defensa del futbolista insiste en que la víctima accedió voluntariamente al baño con Alves para intentar desacreditar su versión.
Si finalmente Alves es declarado culpable se enfrenta a una pena de prisión de entre 4 y 12 años por un delito de agresión sexual. Pese a la tibieza de las palabras de Xavi Hernández, cabe señalar que el club en el que militaba actualmente Alves, el Pumas de México, rescindió el contrato del jugador en el momento en que ingresó en prisión.
Cuatro años de prisión para Santi Mina
El jugador del Celta de Vigo Santi Mina fue condenado el pasado 4 de mayo de 2022 a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual cometido contra un joven en Mojácar en junio de 2017. La Audiencia Provincial de Almería lo absolvió, sin embargo, del delito de agresión sexual al considerar que no había habido violencia ni intimidación. Mina, al igual que Alves, en un principio negó haber tocado a la víctima hasta que se encontraron restos de su ADN en la vagina de la chica. En ese momento, reconoció la relación aunque alegó que paró cuando entendió que la víctima no quería continuar.
En este caso los hechos fueron los siguientes: la víctima se fue con un compañero del condenado, el también futbolista David Goldar, a mantener relaciones sexuales a un caravana que los futbolistas tenían aparcada en las inmediaciones de una discoteca del municipio almeriense. Mientras Goldar y la víctima estaban en la caravana, Mina decidió sumarse al acto. Sin prácticamente mediar palabra ni preguntar a la chica, entró en la caravana e introdujo su pene en la boca de la víctima. Esta le dijo que parase. Sin embargo, él continuó la agresión y tumbando a la chica le introdujo los dedos en la vagina. Una vez más, la víctima se resistió y consiguió que Mina parase y ella pudiera marcharse.
Ambos futbolistas fueron sentados en el banquillo de los acusados y la acusación particular pidió que Goldar fuera condenado por un delito de cooperador necesario. Finalmente Goldar fue absuelto y Mina condenado a cuatro años por abusos sexuales. Ambos futbolistas mantuvieron durante el proceso del juicio que pensaban que la situación «iba a fluir, pero no fluyó». El Celta apartó a Mina del equipo cuando se conoció la sentencia y emitió un comunicado en el que condenaba los delitos sexuales, pero no rescindió el contrato del futbolista. Este año ha estado jugando cedido en Arabia Saudí. Ahora, toca esperar al recurso que el futbolista presentó al Tribunal Supremo para saber si ratifica la condena.
El caso de la Arandina
España quedó conmocionada en noviembre de 2017 al conocerse que tres jugadores del equipo de la localidad de Aranda de Duero habían agredido sexualmente a una menor de 15 años de edad. En este caso la víctima mantenía conversaciones con el más joven de ellos de 19 años, que finalmente fue absuelto por su madurez similar a la de la víctima . Los otros dos implicados tenían en aquel entonces 22 y 24 años y han sido condenados a 9 años de prisión por un delito de agresión sexual a menor de 16 años.
La víctima acudió a casa de los tres futbolistas y en un momento dado, cuando estaban los cuatro en el salón de la casa, uno de ellos apagó la luz. Fue entonces cuando comenzaron a desnudarse y a desnudar a la chica. A oscuras cogieron las manos de la chica para que les masturbase y les realizara una felación a los tres. Después, uno de ellos llevó a la chica a su habitación y mantuvo relaciones sexuales con ella. La víctima no opuso resistencia pues quedó paralizada por el miedo y la diferencia de fuerza existente entre ella y los implicados.
Pese a la gravedad de este caso, el entrenado del Rayo Vallecano Femenino, Carlos Santiso, no tuvo reparo en utilizarlo como arenga para su cuerpo técnico en un grupo de Whatsapp en 2018 que salió a la luz en 2022. En el audio enviado, el técnico decía lo siguiente: «Nos falta, sigo diciéndolo, hacer una como los de la Arandina. Nos falta que cojamos a una, pero que se mayor de edad para no meternos en jaris y cargárnosla todos juntos. Eso es lo que realmente une a un staff y a un equipo. Mira a los de la Arandina, iban directos a un ascenso».
Palabras que contrastan con los datos arrojados por el informe del Ministerio del Interior sobre Delitos contra la Libertad e Indemnidad Sexual en 2021, que recoge que los delitos cometidos por dos o más personas aumentaron un 54 por ciento en cinco años. Pasaron de 371, en 2016, a tenerse registrados 573, en 2021.
Otros casos de delitos sexuales
Fuera de nuestras fronteras también hay futbolistas condenados o en proceso de juicio por delitos sexuales. El brasileño Robinho, exjugador del Real Madrid, está condenado a 9 años de cárcel en Italia por violar a un joven en una discoteca de Milán en el año 2013. En Inglaterra, el jugador del Manchester City Benjamin Mendy salió absuelto de seis acusaciones por violación y cuatro agresiones sexuales. Actualmente está a la espera de juicio por otras dos acusaciones de violación y otra de intento. En la misma ciudad, el jugador del Manchester United Mason Greenwood se encuentra a la espera de juicio acusado de violar y mantener un comportamiento controlador y agresivo con su expareja.