En el Vaticano, fue Joseph Ratzinger quien más hizo por el esclarecimiento de las gravísimas acusaciones de abusos sexuales perpetrados por clérigos en la iglesia católica como ya informó Crónica Libre. El Papa, que abandonó el papado, había pedido a todas las iglesias católicas del mundo su colaboración para esclarecer, sin medias tintas, todos los casos de pederastia. Según sus propias palabras, no todas las iglesias secundaron su llamamiento.
Su sucesor, el Papa Francisco, creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores en 2014 poco después de ser nombrado Papa. Este gremio al que pertenecía Hans Zollner se dedica exclusivamente a la investigación de los reproches de abusos sexuales cometidos por la curia. Está bajo la dirección del cardenal Sean O´Malley y su renuncia al cargo el 29 de marzo de 2023 lo que ha causado cierta sorpresa en círculos eclesiásticos. El cardenal Sean O’Malley afirmó horas antes de que Zollner lo anunciase en forma oficial que renunciaba por tener una muy apretada agenda de trabajo. Desde hace poco es consejero de la diócesis de Roma, tarea que compagina con la dirección del Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana. No obstante, no parece ser la única razón.
La Comisión Pontificia para la Protección de Menores en el punto de mira
Este jesuita alemán tenía un perfil muy comprometido con la lucha y la prevención de agresiones sexuales dentro de la curia. La prensa alemana se ha hecho amplio eco de su decisión. Así, Süddeutsche Zeitung señala que su renuncia se debe a problemas estructurales y prácticos. El digital Catholic Herald recoge algunos fragmentos de su texto. En su carta de dimisión aduce diversas razones para abandonar su cargo, entre otras las siguientes.
Se quejaba de la insuficiente obligación de transparencia en lo que se refiere al uso de recursos financieros para acometer la tarea. No le quedaban claros los criterios bajo los cuales se elegían los miembros del gremio. Además, lamentaba la ausencia de o la poca transparencia sobre cómo se toman las decisiones sobre los casos bajo investigación. Tampoco le queda claro al jesuita de qué forma puede trabajar el gremio de forma independiente si se ha adscrito al dicasterio para la enseñanza de la fe.
Los cambios en la política de la protección de personas vulnerables del Vaticano
Pocos días antes de su renuncia, el Vaticano había endurecido las medidas de la lucha contra las agresiones sexuales perpetradas en el marco de la iglesia católica. Había incluido también al personal laico en el marco de las pesquisas. En este escrito se hacía referencia a la Carta Apostólica Motu Propio de 15.02.22. Según recoge Tagesschau, «ellos también están ahora sujetos a sanciones penales si, a través de «sus acciones u omisiones, obstruyen o eluden las investigaciones canónicas y civiles» contra presuntos delincuentes. Con esta ampliación, el Papa reacciona ante casos sospechosos en los llamados movimientos espirituales, que no están liderados por clérigos sino por laicos.»
Hans Zollner se ha estrenado en su cargo como consejero de la diócesis de Roma y también ostenta el cargo de director del Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana. Desde hace algún tiempo, los alemanes en el Vaticano van rebelándose ante determinadas estructuras contra las que no pueden luchar en solitario. El rigor de Lutero desencadenó un cisma. La renuncia al papado de Ratzinger y ahora la renuncia de Zollner hacen pensar que hay dificultades sistémicas en la Ciudad Santa para cuya solución no encuentran suficientes aliados los clérigos teutones. También el arzobispo alemán Gänswein, ex-secretario personal del Papa Benedicto, podría abandonar el Vaticano en breve para desempeñar el cargo de nuncio del Vaticano en Costa Rica según ha apuntado FAZ.
El legado de Ratzinger
De momento, Gänswein desempeña la labor de testaferro de Ratzinger. La familia del papa alemán no ha decidido todavía si aceptar la herencia al no poder anticipar si las víctimas de casos de pederastia pedirán indemnizaciones por daños y perjuicios. El dinero que ingresaba en concepto de regalías por su ingente obra escrita y que seguirá ingresando hasta que se extingan los derechos de autor dentro de 70 años va destinado a la Fundación Papa Benedicto XVI.