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Víctima de Trata de un político argentino: “Todos sabían lo que este monstruo hacía”

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Un político y sindicalista de Buenos Aires fue condenado a 13 años de prisión después de que una mujer decidiera denunciarlo y desbaratar la red, sin embargo, aclaró que “hay funcionarios, concejales y sindicalistas que están en libertad”. Ahora siente que la justicia la usó, está amenazada y no tiene para comer. “Aunque yo muera, mi voz seguirá siendo escuchada”.

Paula Blanco tiene 34 años, un hijo, y su calvario, como ella misma llama a lo que vivió en una red de Trata de personas, comenzó hace 9 años. “Vivo en Florencio Varela, soy sobreviviente de Trata, mi calvario empezó en el 2013. Trabajé en el Consejo Escolar como empleada administrativa y fui acosada por un consejero escolar. Decidí denunciarlo; a él le dieron tareas comunitarias y a mí me despidieron”, contó. En su búsqueda laboral y en un año de elecciones en Argentina, se cruzó con un político y sindicalista: “Daniel Zisuela era candidato a concejal en el espacio de Sergio Massa (actual Ministro de Economía de la Nación). Hacía reuniones en el barrio, le conté que estaba sin trabajo y que no tenía para comer y me ofreció trabajar en consultorios médicos. Dos semanas después, empezó a manosearme. Yo necesitaba el trabajo. Me citó en un bar y me dijo que me pagaba 5 mil pesos, pero tenía que tener sexo con él. Yo acepté porque mi situación económica era grave”.

Manifestación el día de la condena

Paula, que no paró de llorar durante toda la entrevista con Crónica Libre, describió lo que ocurrió después: “empezó a agregar a chicas y chicos para tener sexo. Hacía esos encuentros sexuales en una casa amarilla, un departamento, dos hoteles alojamiento y hasta en el sindicato. Nos golpeaba, nos escupía, hacía cosas muy desagradables como introducirnos objetos cortantes en las partes íntimas. Me golpeó porque no quise tener sexo con una persona gay que encontró en la ruta y porque quería que tenga relaciones con una perrita”.

La principal denunciante dijo que Zisuela no dejaba a ninguna de las víctimas tener novios o hijos. “Sabía nuestros movimientos, nos amenazaba con contratar a un adicto a las drogas para matarnos y hacer que pareciera un accidente. Él nos vendía con otras personas, nos ponía apodos, son muchísimas chicas, demasiadas. Hacía cenas y almuerzos, y después de comer elegía a las chicas. Tenía un prostíbulo en la costa bonaerense, hasta en el Concejo Deliberante negociaba a las chicas”.

Foto del acusado

Necesito que sepan que las redes de Trata existen y hay muy chicas sometidas y muertas. Si no lo frenamos ahora las generaciones que vienen van a estar atrapadas en todas estas cosas, para el Estado no importamos, los pobres no tenemos justicia porque no tenemos plata para pagar”, enfatizó.

Las consecuencias de enfrentarse al poder

“Al mes de la condena a 13 años de prisión, el 2 de noviembre de 2021 a las 7.55, encuentro a mi hermano sin vida en mi domicilio, pese a tener custodia policialMi familia y yo pensamos que mi hermano fue asesinado. Dejó a sus tres pequeños. ¿Cómo puede ser que pase esto?”, se preguntó Paula.  

Marcelo Blanco tenía 30 años y era panadero. Paula está a cargo de uno de sus hijos, de 11 años, discapacitado. “No me siento conforme con la actuación de la policía ni de la fiscalía. No preservaron el lugar y tomaron la muerte como un suicidio sin investigar nada más. Yo lo encontré y corté el cable. Tuve que ir a la Morgue de Ezpeleta, con una suciedad terrible, guantes, fuentes, sangre y me devolvieron el cuerpo de mi hermano en estado de descomposición. Él siempre me apoyó y me ayudó, me decía que él no tenía vergüenza de mí”.

Amenazas

“Me mandó a decir Zisuela por dos vecinos que iba a haber un atentado en mi casa, que estamos todos sentenciados, eso fue después de la muerte de mi hermano. Si me pasa algo o a mi familia hago responsable al Poder Judicial, a Daniel Zisuela, al Estado y a la municipalidad.  Aunque yo muera, mi voz seguirá siendo escuchada como sobreviviente de Trata”, remarcó.

Una lucha constante

Paula sigue un tratamiento, toma antidepresivos y medicamentos para los ataques de pánico. “Hace 4 años que estoy luchando para que el Estado se haga responsable del daño que me hicieron a mí y a mi familia. La municipalidad jamás me brindó algún tipo de ayuda, yo cobraba un sueldo municipal y Zisuela me obligaba a prostituirme con ese sueldo. Del 2013 al 2017 quedé sometida a esta persona, no tenía un trabajo digno, tenía que prostituirme y someterme a lo que él quería para tener la plata y la obra socialTodos sabían lo que este monstruo hacía. Hay funcionarios, concejales, sindicalistas que están en libertad actualmente”.

Paula pasa por una situación económica crítica: “Percibo un plan social mínimo y una asignación y no me alcanza para sobrevivir. Quiero que se haga justicia, que se hagan responsables del daño que nos hicieron a mí y a tantas chicas mayores y menores. La Trata existe y yo sobreviví, pero no todas tuvimos la misma suerte”. Y agregó que “me ofrecieron dinero para que me callara, pero mientras viva voy a seguir hablando para que todos se enteren. El poder judicial, el Estado y el municipio, nadie hace nada. Es a los pobres que matan, a quienes golpean, quienes no tenemos justicia, las mujeres pobres prostituidas por un plato de comida, por trabajo, es la realidad de la Argentina que no sale en los medios”.

Por último, recalcó que “necesito que sepan que las redes de Trata existen y hay muy chicas sometidas y muertas. Si no lo frenamos ahora las generaciones que vienen van a estar atrapadas en todas estas cosas, para el Estado somos un número más, no importamos, los pobres no tenemos justicia porque no tenemos plata para pagar”.

La condena

Zisuela fue condenado a 13 años de prisión por los delitos de promoción de corrupción de menores, amenazas y promoción de la prostitución agravada por el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad. El 16 de septiembre de 2021, el juez Pablo Pereyra del Tribunal en lo Criminal 2 señaló en la sentencia que “la fiscalía ha demostrado en el juicio que Ernesto Daniel Zisuela ofrecía a niñas y mujeres prostituirse sexualmente. El imputado no se limitaba a contratar el servicio de trabajadoras sexuales, sino que buscaba específicamente niñas y mujeres adultas que pasaban serias necesidades económicas, para luego convencerlas de que se dedicaran a tener sexo con él y con otras personas en forma habitual, a cambio de dinero”.

E hizo hincapié en la situación de las víctimas de trata: “en el debate declararon varias especialistas en trata de personas y explotación sexual. Todas ellas describieron con singular precisión el contexto en el que estuvieron inmersas las víctimas, condicionadas por las diferentes situaciones vivenciales de cada una, pero también por el común denominador de que todas atravesaban serias dificultades económicas para su subsistencia. Zisuela aprovechaba este contexto y se posicionaba frente a las víctimas como el benefactor, ofreciéndoles una salida a su situación de miseria a cambio de sexo. Las víctimas, tanto niñas como mujeres adultas, generalmente no aceptaban en un principio, pero a la larga terminaban cediendo a la propuesta de Zisuela y se convertían a sus gustos sexuales, a la espera de recibir, finalmente, el pago por sus servicios. De este modo se iba instalando entre el imputado y las víctimas una situación de dependencia económica y también una relación de poder que le iba permitiendo a Zisuela imponer su autoridad, sus modos y sus caprichos sexuales”.

Eliana Paniagua

Periodista argentina especializada en temas policiales y judiciales. Trabajó en la sección policiales de varios medios gráficos; en medios audiovisuales, fue productora de TV y se desempeñó como conductora y productora de diversos programas de radio.