Brasil, Mercosur y el tratado de libre comercio. Nada en la vida funciona según los planes que se tejiesen en el pasado. Ya lo decía el investigador y explorador alemán Alexander von Humboldt (1769-1859), «El hombre debe querer lo bueno y lo grande, lo demás depende del destino.» Así nace la cooperación con Brasil.
Alemania había diseñado el cierre ordenado de las centrales de energía nuclear que abastecen de electricidad asequible a todo el país al tiempo que se preparaba para sustituir el petróleo como combustible para el transporte terrestre, marítimo y aéreo. Parte del plan pasaba por producir y consumir energías transicionales como el gas natural o combustibles fósiles de origen vegetal que son igualmente contaminantes pero sostenibles.
Es decir, que no se acabarán como sí ocurrirá con el petróleo. Esa transición ordenada se ha visto truncada por el atentado medioambiental a las tuberías de NordStream en el año 2022. Desde entonces, se ha desencadenado la mayor crisis energética a nivel europeo al haber ocasionado la ruptura de la cadena de suministro para la producción y distribución de bienes de primera necesidad. El 50% de la electricidad que consume Alemania a día de hoy viene de centrales térmicas carbón.
Cooperación con Brasil
El comercio mundial se ha visto afectado por el atentado a NordStream cuya autoría se desconoce actualmente. De ahí que Alemania ponga el foco en Brasil para acometer su transición ecológica tal y como analiza João Pedro Soares en Deutsche Welle. ¿Cómo se podrían fortalecer vínculos estratégicos ya existentes entre Alemania y los países de Latinoamérica a la vez que se adoptan nuevas alianzas? Alemania es la primera economía de la UE con un entramado industrial que todos sus gobiernos miman. Además, es puntera en lo que se refiere a la investigación, en concreto en todo lo relacionado con la transición ecológica.
Por tanto, tiene el potencial investigador y tecnológico para acometer de forma eficaz proyectos innovadores respetando los estándares ecológicos internacionales. Pero también Brasil ha invertido en el pasado en investigación y está en condiciones de colaborar con Alemania de igual a igual. Prueba de ello son los proyectos conjuntos con Alemania de protección de la biodiversidad. De ahí, el viaje a Brasil del más alto representante de Alemania, el presidente Steinmeier que había visitado proyectos medioambientales conjuntos a principios de 2023.
Líneas generales de la cooperación bilateral entre Alemania y Brasil
Pocas semanas después, el canciller Olaf Scholz se dirigía en viaje oficial a Argentina, Chile y Brasil a finales de enero de 2023 para sondear vías de cooperación energética y tecnológica con estos países. Así se informaba la página web oficial del Gobierno de Alemania el 31 de enero de 2023. En el foco de atención del canciller alemán estaban las energías renovables, en concreto el hidrógeno verde. Scholz y Lula firmaron una declaración conjunta que esbozaba las líneas generales de la cooperación bilateral.
Tres puntos son dignos de mención: 1) Brasil y Alemania se comprometen a «retomar la asociación estratégica entre Brasil y Alemania y la cooperación en los desafíos globales, especialmente en la promoción de la paz y la seguridad, la consolidación de las energías renovables, la lucha contra el cambio climático y la lucha contra la pobreza.» 2) Ambos mandatarios hicieron hincapié en el «compromiso inquebrantable de Brasil y Alemania con la democracia, los derechos humanos y la inclusión social.»
Por último, subrayaron la intención de 3) « concluir a la mayor brevedad posible las negociaciones para un acuerdo equilibrado UE-Mercosur«. Brasil, Chile y Argentina están entre los doce países latinoamericanos pertenecen a la alianza económica Mercosur. Acordaron reunirse en la segunda mitad de 2023 para consultas bilaterales.
El hidrógeno verde
El hidrógeno se postula como combustible sostenible del futuro según IEA y a juzgar por las patentes que se han registrado en la Oficina de Patentes de Munich. Esto explica que Alemania esté buscando alianzas con países en el ecuador terrestre como ya informara Crónica Libre detalladamente. En este campo, Brasil tiene mucho que ofrecer al ser el país que más hidrógeno verde puede producir a nivel mundial. Dispone de una situación geográfica privilegiada en el ecuador de la tierra, a orillas del Atlántico y con la red fluvial más importante del planeta.
Por su parte, Alemania no es tan privilegiada desde el punto de vista geográfico, pero sí dispone de un entramado industrial bien desarrollado e invierte en infraestructuras además de investigación grandes partidas de su PIB. Por lo tanto, Brasil y Alemania podrían formar el matrimonio perfecto. Desde el punto de vista de la investigación, los datos de patentes sobre el hidrógeno verde no dejan lugar a dudas debido a que suman el 80% de todas las patentes relacionadas con el cambio climático. Europa (28%) y Japón (24%) lideran a nivel mundial las patentes de hidrógeno según la Oficina de Patentes con sede en Munich. El número de patentes es un mero indicador de por qué vía irá la transición ecológica para lograr los objetivos de descarbonización hasta 2050.
La protección del Amazonas
Un acuerdo muy significativo es que ambos países se han comprometido a luchar contra la pobreza y no solo a nivel de Brasil sino a nivel mundial. Se me antoja que el bienestar de toda la ciudadanía estuvo en el centro de esas conversaciones. No sorprende, pues, que Alemania reconozca el firme compromiso de Brasil de luchar contra este fenómeno. Al tiempo que ensalza la relevancia de proteger el Amazonas en tanto en cuanto representa el pulmón del planeta tierra.
La deforestación como enemiga de la naturaleza
No me consta que Alexander von Humboldt estuviese en Brasil, pero se dice de él que fue el primero en señalar las consecuencias de los actos del ser humano en los cambios que sufre el entorno natural, también en relación con el clima. Ya en 1850 hablaba de la importancia de la «radiación térmica de la superficie de la tierra contra los cielos» y añadía «incluso se podría decir para toda la habitabilidad de nuestro planeta«. El diario alemán Tagesspiegel llega a preguntarse si el concepto de cambio climático ya lo intuía el explorador alemán a mediados del siglo XIX. Este alertó de la deforestación incontrolada de árboles en el lago Valencia de Venezuela.
La deforestación provoca olas de emigración y lo que desde el gobierno de Lula se pretende es que los indígenas autóctonos puedan quedarse en sus asentamientos tradicionales. Eso es parte de la inclusión social con la que se ha comprometido el presidente Lula y ha ensalzado el canciller Scholz.
La alianza de Brasil y Alemania
La andadura conjunta de Brasil con Alemania en el camino de la transición ecológica no ha hecho sino empezar. No sorprendería, pues, que haya terceros que vean en ella un peligro para sus intereses geoestratégicos. Quizás solo quizás, los que dicen actuar en nombre de y por países y no a favor del bienestar de sus ciudadanos solo actúen por orden y para el beneficio propio y el de sus amos. Por de pronto, Alemania y Brasil han apostado por la inclusión social. Tal vez haya que pararles los pies a los que ponen los ojos en alianzas en las que todas las partes ganan y esa ganancia revierte en el bienestar de la ciudadanía. Estoy firmemente convencida que Alemania tuvo constancia de la firma de la voladura de NordStream en 2022 el día que ocurrió.
Greenpeace no ve con buenos ojos el tratado de libre comercio con Mercosur
Todo lo que se ha señalado más arriba no se ve con buenos ojos desde Greenpeace. Esta organización ecologista tilda de neocolonial la agenda de Alemania según informa Tagesspiegel.
