Senado de Iowa, EEUU. Foto: Miles530, Public domain, via Wikimedia Commons
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El viaje en el tiempo de las propuestas legislativas estadounidenses

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Niños de 14 años en trabajos nocturnos, cacerías de emigrantes en la frontera, y el delito de convivir en pareja sin casarse. Estos días se están sucediendo algunas iniciativas legales en Estados Unidos que son unos auténticos viajes el pasado. Repasemos.

El Senado de Iowa acaba de aprobar un proyecto de ley que permite que los niños de 14 años trabajen hasta seis horas al día, dos más de las permitidas hasta ahora. Además, podrán ser empleados en un horario nocturno, hasta las 21.00 hs en temporada escolar, y hasta las 23.00 hs cuando no haya clases.

Niños en la construcción y la minería estadounidenses

Se les permitirá estar en industrias actualmente prohibidas para menores, como la construcción, las empacadoras o la minería. Para poder aprovechar mejor su capacidad laboral, un comité evaluará la posibilidad de que los chicos de 14 años ya puedan obtener un permiso de conducir para usarlo en el trabajo.

Por otra parte, los que ya tengan 16 años ya trabajarán la misma cantidad de horas que un adulto y lo harán en actividades como las de servir alcohol en los locales. Según los republicanos, el proyecto ayudará a que los menores aprendan habilidades laborales desde corta edad.

“Si bien la responsabilidad de tener un trabajo puede ser más valiosa que un cheque de pago, esta recompensa les permitirá a estos jóvenes ahorrar para comprar un automóvil, tal vez un vestido de graduación o ir a un campamento de verano“, señaló Adrian Dickey, senador republicano por Packwood, en declaraciones citadas por Iowa Capital Dispatch.

Ser un niño estadounidense en Iowa

Por su parte, los líderes laborales, los padres y los miembros de la comunidad de la ciudad de Council Bluffs han denunciado que esta legislación sobre trabajo infantil supone replantearse lo que es ser un niño en Iowa, pone en peligro a los jóvenes y es el modo que tendrán los empresarios de afrontar la escasez de trabajadores a costa de reducir los salarios y contratar niños.

Hay que recordar que Estados Unidos es el único país del mundo que no ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño de la ONU,196 naciones lo han ratificado. Aunque Estados Unidos la firmó en 1995, nunca la envió al Senado para ser ratificada. Eso quiere decir que si bien respalda los derechos descritos en el documento, no está comprometido legalmente a acatarlos. De ahí que en Estados Unidos sea también legal la cadena perpetua sin libertad condicional para menores, algo expresamente prohibido por la Convención.

Inmigrantes cruzando de Eagle Pass en Texas. Foto: Allison Dinner/ZUMA Press Wire/dpa

Criminalizar la migración con cadena perpetua

Más al sur, en Texas, un proyecto de ley de su asamblea legislativa, llamado HB 20, presentado por legisladores locales ultraconservadores, quiere criminalizar la migración hasta el punto de castigarla con cadena perpetua, así como crear escuadrones de persecución de viajeros indocumentados.

Se trataría de formar fuerzas parapoliciales que podrían incorporar a voluntarios, que estarían exentas de cumplir las leyes y reglamentos federales en materia de detenciones y cuyos miembros gozarían de inmunidad penal y civil en caso de cometer atropellos y violaciones a los derechos humanos.

La principal justificación del llamado Proyecto de Ley 20 es la supuesta relación entre el flujo migratorio y el tráfico de fentanilo. Un pretexto demagógico y falaz, según denunció el periódico mexicano La Jornada, puesto que “de acuerdo con las estadísticas oficiales del país vecino, 86 por ciento de quienes han sido detenidos por introducir esa sustancia a territorio de Estados Unidos son ciudadanos de ese país”.

Según el diario, “si el Proyecto de Ley 20 llegara a aprobarse, resucitaría en Texas la organización racista The Minute Man, un grupo paramilitar financiado por la ultraderecha e integrado por rancheros y militares veteranos que a fines del siglo pasado y comienzos del actual se dedicó a la cacería de migrantes a lo largo de la frontera México-Estados Unidos sin fundamento legal alguno. Se profundizaría así el clima de linchamiento en contra de los extranjeros y se sentarían las condiciones para multiplicar las agresiones en su contra”.

Por su parte, un informe de la organización Human Rights Watch (HRW) señala que “el proyecto permitiría que la administración delegue a cualquier ciudadano ‘observante de la ley’ la posibilidad de desempeñarse en la unidad y, por ende, detener a personas y disuadirlas de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Quienes integren la unidad tendrían inmunidad penal y civil frente a señalamientos de actos irregulares”.

Human Rights se pregunta “¿Quiénes protegerán a los inmigrantes de Texas cuando a estos grupos organizados se les deleguen funciones, se les conceda inmunidad y se les permita patrullar la totalidad del estado al amparo de estas propuestas extremas?”

Y, por último, y para seguir mostrando el viaje en el tiempo de algunos legisladores estadounidenses, tenemos la proposición de ley presentada por nueve republicanos en el Senado de Michigan. Según esa iniciativa, afortunadamente rechazada, se quería declarar ilegal la convivencia en pareja si no estás casado. Su argumento es que, de esta forma se fomenta el matrimonio y fortalece a las familias.

Y mientras tanto, y como otra muestra de retorno al pasado, una investigación publicada esta semana en el Journal of the American Medical Association estimó que la pobreza estuvo relacionada con al menos 183.000 muertes en los Estados Unidos en 2019 entre personas de 15 años o más, lo que le convierte en el cuarto factor principal de mortalidad de la nación ese año. El estudio recuerda que la esperanza de vida en Estados Unidos ha disminuido desde 2015.

En conclusión, Estados Unidos, un país donde los niños trabajan hasta las once de la noche y en trabajos de adultos, grupos parapoliciales persiguen a inmigrantes con impunidad penal y legal, querían prohibir la convivencia sin casarse y la cuarta causa de muerte es la pobreza. Es la máquina del tiempo viajando al siglo XIX.

Pascual Serrano

Pascual Serrano es periodista. Crítico con la prensa tradicional, en 1996 fundó la publicación electrónica Rebelión (www.rebelion.org). Su denuncia a los métodos de información de los grandes medios tradicionales se ha reflejado en libros como Desinformación (2009), o La prensa ha muerto: ¡viva la prensa! (2014). Otros libros publicados son Traficantes de información (2012), Medios democráticos (2016) y Paren las rotativas (2019).
Ha sido colaborador de Público, Eldiario.es y Sputnik.
En 2019 recibió el Premio de Periodismo de Derechos Humanos que anualmente concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE). En la actualidad dirige en Akal la colección A Fondo y colabora con varios medios, como Le Monde Diplomatique y Mundo Obrero.
Su último libro es Prohibido dudar. "Las diez semanas en que Ucrania cambió el mundo" (Akal).