Eugenio Pino, exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, ha declarado durante la tercera sesión del juicio contra el comisario Villarejo por la grabación, y su posterior difusión, de una reunión entre agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de Asuntos Internos de la Policía Nacional en octubre de 2014 en la que se trataba la investigación en marcha sobre el Pequeño Nicolás.
Con su declaración, el exDAO Eugenio Pino ha confirmado la versión que dio ayer el exjefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, sobre la procedencia de las grabaciones de dicha reunión: el teléfono móvil de Martín-Blas. Pino ha señalado que la primera hipótesis que manejaron fue que la filtración la había realizado uno de los agentes de Asuntos Internos asistentes a la reunión, declarando que: “Marcelino dice que sospecha de uno, así que da el nombre y se le cesa inmediatamente porque ha asistido a la reunión”. Ese agente tuvo que ser restituido cuando según las palabras del exDAO, Martín-Blas le confirmó que “quizá” se había podido dejar una llamada abierta en el teléfono cuando se produjo la reunión.
La segunda sospecha del exjefe de Asuntos Internos, como aseguró ayer, fue que la grabación se había producido porque le instalaron un troyano en el teléfono que al recibir una llamada del periodista Carlos Mier activó el sistema de grabación sin ser él consciente.
La llamada maliciosa
En este sentido, ha sido clave para esclarecer los hechos el testimonio del inspector de Asuntos Internos Rubén Eladio López, encargado de la investigación del pequeño Nicolas. López ha explicado que tras conocerse las filtraciones, todos los asistentes a la reunión facilitaron de forma voluntaria sus terminales para revisar el registro de llamadas y la posibilidad de que en alguno hubiera sido instalado un malware. “No encontramos nada”, ha señalado; añadiendo además que el único que asistió a la reunión con el teléfono móvil fue Martín-Blas ya que a él le indicaron que tenía que ir al despacho del DAO sin el teléfono.
López ha contado cómo consiguieron determinar que la grabación había sido realizada desde el iPhone de Martín-Blas. El inspector ha dicho que después de las investigaciones de la Policía Científica se determinó que la grabación no se había producido “ni por la instalación de un micro en el despacho o una escucha teledirigida desde el exterior, y tampoco la había podido realizar in situ ninguno de los asistentes”.
Así, la única opción que quedaba era que la grabación se hubiera producido por vía telefónica. Los investigadores se centraron entonces en comprobar las llamadas que se habían realizado en la zona de las dependencias de Asuntos Internos en el día y hora en que se produjo la reunión. Fue tras comprobar los datos extraídos de las antenas de telecomunicaciones cuando descubrieron que el único teléfono que había recibido llamadas era el de Martín-Blas, que ese mismo día había recibido una llamada del periodista de Información Sensible Carlos Mier. Dicho medio era propiedad del comisario José Manuel Villarejo, de su mujer Gema Alcalá -ambos en el banquillo de los acusados-, pero también del periodista Daniel Montero que dejó la sociedad después de que saltara el escándalo de la grabación.
Diferentes versiones de la misma historia
Otro de los asuntos clave durante la sesión, y en el que también discrepan ambos protagonistas, ha sido el cómo se entero Pino de esa reunión que se produce el 20 de octubre de 2014, tras la detención del pequeño Nicolás. El exDAO ha declarado que “esa y otras reuniones” se mantuvieron a sus espaldas y que se enteró “con posterioridad”. Por su parte, Martín-Blas ha explicado a Crónica Libre que antes de que se produjera la reunión él ya había informado a Pino a través de una tarjetaa que consta en el sumario, del lugar, la hora y las peresonas que se reunirían.
Sobre cómo tuvo constancia de la investigación al pequeño Nicolás, Pino ha señalado que fue el propio exjefe de Asuntos Internos el que le contó que el CNI le había avisado de que tenían una conversación suya en la que “abroncaba paternalmente” al joven que se hacía pasar porn agente del CNI. En este sentido, ha contado que Martín-Blas le comunicó que esa conversación se produjo porque el secretario de Estado de Comercio por aquel entonces, Jaime García-Legaz, le dijo que “el pequeño Nicolás le estaba coaccionando”. Sin embargo, fueron las denuncias de vicepresidencia del Gobierno y de la Oficina Económica de Mariano Rajoy, que gestionó el secretario de Estado Francisco Martínez lo que desató la investigación.
También han dado diferentes versiones sobre la relación existente entre el propio Martín-Blas y Villarejo. Si ayer el exjefe de Asuntos Internos declaraba haber mantenido una “relación de compañeros muy corta”, hoy el exDAO ha declarado que la actitud de ambos “era insoportable” y que “no se podían ni ver, temía por una agresión física”. En este sentido ha apuntado que Villarejo estaba molesto con Martín-Blas por haber incluido a su hijo en las investigaciones contra el empresario chino Gao Ping.
La grabación y el entramado Villarejo
Sobre cómo se consiguió la grabación también ha sido interrogado el inspector López, que ha declarado que fue Eduardo Inda quien les comunicó que la tenía. Ha explicado que se citó con el periodista en Chamartín y éste se la envió por correo electrónico. Para confirmar la fuente ha contado que se él mismo y su jefe de aquel entonces, Martín-Blas, se reunieron con el también periodista Esteban Urreiztieta que se la entregó en un pen-drive. López ha señalado que ese correo que Inda le envió, también lo había recibido José Ángel Fuentes Gago, jefe de gabinete de Eugenio Pino, pero que al remitírselo había borrado el remitente. Los investigadores intentaron seguir el rastro del email de Gago pero había sido borrado de los servidores de la Policía en El Escorial.
Al escuchar su voz en las grabaciones y comprobar que coincidían con los audios que se habían filtrado en diferentes medios como Infolibre o Información Sensible, fue cuando el inspector comenzó a investigar a los periodistas para ver de dónde procedía la información. Fue así como descubrió que Información Sensible era efectivamente propiedad del comisario Villarejo.
