Les llamaremos Víctima 1, Víctima 2 y Víctima 3. El primero de los afectados cree que desde aquél fatídico día en el que el Alvia descarriló en la curva de Angrois han sufrido “una espera demasiado prolongada, todos sabemos que la Justicia es lenta. Pero también es preciso destacar que Renfe y Adif han dilatado el proceso de instrucción porque no enviaron la documentación que les había sido demandada por el Juzgado. De hecho, fueron amonestados por el Juez de Instrucción por no colaborar con la Justicia”.
Víctima 2: Hay secuelas muy diversas, físicas y psíquicas. Las físicas son de diferente tipo y gravedad, no existe una secuela común. Respecto a las psíquicas, creo que existen dos fundamentales: el dolor por la pérdida, en caso de fallecimientos y el miedo, en el caso de supervivientes, además de muchas otras asociadas a las anteriores. Las demandas son diversas y de diverso tipo.
Desde el punto de vista penal, consideramos que la Sentencia debería incluir todas las negligencias en las que tanto Renfe como Adif han incurrido. Desde el punto de vista civil, aunque ninguna cantidad va a reparar en su totalidad semejante catástrofe, esperamos que se condene a una reparación justa.
Víctima 3: Depende lo que se entienda por administración. De la administración de justicia esperaremos a la Sentencia. Respecto al Ministerio de Transportes, nunca nos hemos sentido respaldadas, en muchos casos nos han ninguneado y, como mucho, nos han dado buenas palabras, pero siempre se han ocultado detrás de la Justicia. Pero quiero recordar que, en este asunto no solo hay responsabilidades penales sino también responsabilidades políticas, que no se dirimen en un juzgado.
Víctima 3: Solamente hay dos imputados: el maquinista (Francisco Garzón Amo) y el Director de Seguridad en la Circulación de Adif (Andrés Cortabitarte López). El primer juez que instruyó la causas, el juez Aláez, imputó a doce altos cargos que luego fueron desimputados por la Audiencia. Consideramos que la gran mayoría de ellos deberían haber seguido imputados.
Víctima 1: El juicio se está desarrollando bien. Han sido admitidos las testificales de todos los expertos, peritos y testigos que las partes hemos solicitado en la acción penal y todas las víctimas y peritos en la acción civil. Además, se están cumpliendo los plazos, lo que es de agradecer.
Víctima 2: Lo más duro es tener que revivir el suceso, ya que lo que todos deseamos, aunque muchas veces sin conseguirlo, es apartar aquella experiencia de la mente. Las declaraciones de las víctimas son sobrecogedoras. La primera declaración de una víctima hizo incluso llorar a la jueza, con eso queda dicho todo.
Víctima 1: La declaración de Christopher Carr, Jefe de Seguridad de la Agencia Ferroviaria Europea, ha sido uno de los testimonios más importantes, tanto por su conocimiento de la normativa ferroviario europea, de obligado cumplimiento por España, como por su formación técnica en temas ferroviarios. Lo más importante que él señala es que, cada vez que se realiza un cambio en el proyecto o en alguno de los componentes del tren o la vía, es obligado hacer una evaluación de riesgos.
Eso también lo admites la Audiencia Provincial y por eso imputa a Andrés Cortabitarte. El informe que hizo Carr y que consta en la causa fue decisivo para que se reabriera de nuevo la instrucción que ya se había cerrado.
Víctima 3: Pilar Calvo es una experta en factor humano. Lo que dice es que, en cualquier actividad, el error humano existe siempre, es inevitable, y este posible error hay que mitigarlo con otras medidas. En la alta velocidad es muy sencillo hacerlo con el sistema de frenado automático ERTMS.
Víctima 2: Está bastante claro que el maquinista fue solo el último eslabón de una cadena de errores y negligencias. Y en esa cadena de errores y negligencias había mucha gente responsable, además del Sr. Cortabitarte. Pero ya estamos en el juicio y quienes no están imputados ya no se les puede imputar.
Víctima 1: Renfe y Adif tienen todas las ventajas: abogados del Estado, que pagamos todos los ciudadanos, asesores, incluso “dicen” que cuentan con la supervisión de despachos privados. Las víctimas tenemos que pagar con nuestros recursos a nuestros abogados. La relación de Renfe y Adif con las víctimas es muy mala desde el principio, siempre echaron balones fuera y jamás se preocuparon por nosotras.
Víctima 1: Intentan ahorrar todo el dinero posible y ahorrárselo a Renfe y Adif, porque no nos olvidemos que ellos, es decir el Estado, son responsables subsidiarios.
Víctima 2: Todo va a depender de la Sentencia. Si no nos satisface nos quedan dos recursos, a la Audiencia y al Supremo y luego al Tribunal de Justicia de la UE. Pero eso pueden ser muchos años. Muchos quizá no lo vean.
A pesar de los años y la tragedia, el tren que une Galicia y Madrid sigue sin ser un alta velocidad en condiciones. Las víctimas creen que “otro accidente de esas características podría volver a suceder en Galicia u otra zona de España”. Según ha aparecido estos días en la prensa, parece que se va a poner el ERTMS en toda la línea, diez años después de la catástrofe del Alvia.
Las víctimas apuntan que “sería interesante que los ciudadanos conociéramos cómo son las líneas ferroviarias de alta velocidad, sabemos que hay algunas de dirección única, lo que puede ser un peligro. Lo que no es aceptable es que nos metamos en un tren sin saber lo que nos puede ocurrir y estar solamente al capricho del azar”. Solo nos queda esperar que se haga justicia, aunque sea tarde. Y que un viaje en tren nunca vuelva a ser la última estación en la vida de nadie.
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