Turquía, Elazig: El presidente, Recep Tayyip Erdogan, recorre el 25 de enero de 2020 una zona devastada que fue golpeada por el terremoto en el murieron al menos 22 personas. Foto: -/Turksih Presidency /dpa.

Los militares desacreditan a Erdogan a un mes de las elecciones presidenciales en Turquía

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Los terremotos que han terminado con la vida de 53.000 personas (47.000 en Turquía y 6.000 en Siria) en febrero y la lenta e ineficaz reacción del Gobierno turco ante la catástrofe natural, han desencadenado el debate entre los militares sobre la capacidad y buen juicio del presidente Recep Tayyip Erdogan. 

La disputa entre la institución militar y las civiles tiene lugar en una Turquía que se enfrenta el 14 de mayo a unas elecciones presidenciales a pesar de las circunstancias en las que se encuentra el país. Hasta 11 provincias no podrán participar de pleno en las votaciones y cientos de miles de habitantes se encuentran instalados en campamentos de carpas o contenedores, por lo que la situación es bastante excepcional.

Según datos de Naciones Unidas, «se estima que de los dos millones de personas que han tenido que ser realojadas, un millón y medio todavía viven en tiendas de campaña y solamente 46.000 han recibido contenedores para vivir. El resto lo hace en hogares de sus familiares que no han resultado dañados».  

Los militares cuestionan a Erdogan

Los militares, que configuran la segunda fuerza terrestre de la OTAN, han sido los primeros en cuestionar las decisiones que adoptó el Gobierno del AKP ante el desastre natural. De hecho, el Ejecutivo tardó en movilizar a todas sus fuerzas de Defensa alrededor de 72 horas en las que miles de vidas se perdieron debido a la ausencia de efectivos. 

En concreto, los afectados por los sismos aseguran que, durante las primeras 24 horas después del terremoto apenas fueron movilizados 4.0000 militares en las zonas de los desastres, en lugar de los 50.000 que Erdogan prometió. Una cantidad más que insuficiente para asistir a una región que tiene unos 13,5 millones de personas.

La oposición ha llegado a especular que el Gobierno de Erdogan ha limitado la capacidad de acción del Ejército ante la posibilidad de un nuevo golpe de Estado (2015) y es que no hay que olvidar que ha sido entre los militares donde se ha producido la mayor ‘caza de brujas’ durante estos últimos ocho años en busca de posibles opositores al régimen erdoganista. 

Por otro lado, hay entidades como la Media Luna Roja que culpa a las malas relaciones entre el ente civil y militar de la inadecuada intervención humanitaria. 

No obstante, los expertos señalan que los militares no estaban incluidos en el plan de respuesta a catástrofes de Turquía como uno de los principales equipos, según ha afirmado un alto funcionario turco a la agencia de noticias Middle East Eye

La paralización del Ejército

El ejército turco desplegó un equipo de búsqueda y rescate en la zona cero del seísmo, no obstante la Brigada de Ayuda Humanitaria no contó con más de 400 efectivos durante las primeras horas. Una cantidad insuficiente de especialistas teniendo en cuenta la magnitud del terremoto y la destrucción como consecuencia del mismo. 

De hecho, los militares tuvieron dificultades para llegar hasta las víctimas del terremoto debido a la falta de coordinación y a la ausencia de mano de obra, herramientas suficientes y combustible. Factores a los que se sumó la climatología adversa en la zona. 

La zona de las provincias de Kahramanmaras, Malatya, Hatay, Sanliurfa y Gaziantep, fueron las más afectadas por el seísmo. Éstas quedaron bajo la supervisión del Segundo Mando del Ejército, que, por otro lado, también tenía encomendada la realización de operaciones antiterroristas en el norte de Siria y el norte de Irak.

Es decir, el Gobierno jamás firmó la tregua ofrecida por la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en turco), que cumplió su parte del acuerdo al desistir de las hostilidades durante el periodo de emergencia humanitaria. 

Sin embargo, Erdogan, como viene siendo habitual tenía en su mente un calendario electoral y no la vida de decenas de miles de personas frente a la mayor catástrofe humanitaria en la historia del país.

Por ello, desobedeciendo las indicaciones del Ejecutivo que primaba la ofensiva en Siria e Irak frente a la catástrofe humana, varios mandos militares emitieron una orden de emergencia para retirar parte de las tropas en Siria en la mañana del desastre. Se trataba de salvar vidas, no de recaudar votos. 

Soldado turco

La destrucción de las infraestructuras

Además de las edificaciones civiles, las instalaciones militares también se vieron gravemente afectadas por el seísmo. Una cuestión para la que el Gobierno aún no ha planteado solución alguna. Los centros militares más afectados han sido los ubicados en Gaziantep y Malatya. 

Cabe destacar que, muchos de los edificios derrumbados el pasado 6 de febrero tenían menos de 20 años, que son los mismos que el AKP lleva al frente del país, y fueron construidos durante el ‘boom’ inmobiliario de Erdogan. 

Sin equipos ni formación bajo los escombros

A pesar de las numerosas peticiones realizadas al Gobierno sobre la necesidad de adquirir equipos de búsqueda más sofisticados para la localización de supervivientes, el Ejecutivo siguió ignorando las solicitudes de los soldados que escarbaban entre los escombros junto con los cooperantes internacionales en busca de algún rastro de vida. 

Los militares, además, carecían de formación en este tipo de situaciones extremas de búsqueda y rescate en las que trabajaron sin descanso. 

Así es como Erdogan dio la espalda a una de las mayores instituciones del país, el Ejército, que ahora reclama un cambio real en Turquía y el designio al ostracismo político de un líder político con aspiraciones de Sultán. 

La oposición suma en estos momentos el 55% de los votos encuestados.

Cabe destacar que las comparaciones que el AKP vino realizando con el terremoto de Gölcük del año 1999 , que sirvieron a Erdogan para ganar las elecciones de 2003, se han vuelto en su contra.

En cuanto a la reacción de la respuesta militar carecen de sentido la comparativa si se tiene en cuenta la reforma de ‘profesionalización’ del Ejército y la reducción de los efectivos, una gran parte de ellos encarcelados por el Gobierno de Erdogan al no considerárseles no ser a fin a las ideas partidistas (AKP) del presidente. 

Beatriz Yubero Parro

Periodista. Ha trabajado como corresponsal en varios países de Oriente Medio y Europa. También junta letras en economía y otros sectores especializados. Puedes localizarla en @b_yubero.