El sector del taxi baja la bandera este jueves en Madrid en contra del nuevo reglamento que pretende aprobar la Comunidad cuyo último objetivo es la liberación total del sector y favorecer a las empresas VTC. Hasta 5.000 taxistas están convocados ante las puertas de la Consejería de Transportes para reivindicar sus derechos aunque no estarán todos. Dos asociaciones de la capital no acudirán, entendiendo que la nueva ley les beneficia, algo que indigna a los compañeros: “Ayuso juega al divide y vencerás y esto nos va a salir muy caro porque la aprobación de esta ley supondría la muerte del taxi”.
“Vamos a demostrarle al gobierno de la Comunidad de Madrid que el taxi todavía tiene mucha vida y que no vamos a consentir que modifiquen las leyes a su antojo con el único objetivo de facilitar la entrada en el sector de esas empresas jodidamente ilegales cuyo fin es destrozar otro servicio público más”. La Federación Profesional del Taxi de Madrid arranca este jueves una jornada de reivindicación con preocupación, pero con fuerza. No les queda otra.
Ayuso quiere aprobar un nuevo decreto
La presidenta Isabel Díaz Ayuso quiere aprobar un nuevo decreto que modifica el actual reglamento y que supondría la liberalización total: adiós a la regularización horaria, un mismo vehículo podría trabajar ininterrumpidamente 24 horas al día los 365 días al año. Y un solo titular podría acumular hasta 50 licencias de taxi en lugar de las tres que se permite actualmente.
“Un claro movimiento que favorecerá a Uber y sus secuaces”, denuncian desde la Federación Profesional del Taxi. “Los que estamos pegados a un volante, sabemos de sobra, que la solución no está en autorizar a los taxis a salir cuando quieran, sino todo lo contrario. Para conseguir una rentabilidad decente de este trabajo, sin que suponga una dejación de servicio para los usuarios, es necesaria una regulación que establezca sentido y orden a este servicio público, y no convertirlo en la ley de la selva, sin hablar del retroceso que supone en la conciliación familiar de los taxistas”, añaden desde la gremial mayoritaria de la capital. El 70 por ciento de los taxistas madrileños son trabajadores autónomos que conducen su propio automóvil. Más del 80% de los titulares poseen solo una o dos licencias. Con esta realidad, ¿quién va a poder trabajar ininterrumpidamente todos los días del año?
Con este panorama, este jueves 12, a las 12 del mediodía, hasta 5.000 taxistas paran los motores de sus vehículos para hacerse fuertes frente a las puertas de la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, en la calle Orense, 60 de la capital. “Ojalá lleguemos a esa cantidad o incluso seamos más porque el sector del taxi está muy quemado y es hora de protestar”, asegura a Crónica Libre Marcos Rodríguez, responsable de Tele Taxi. «En contra de la precariedad, desregulación y uberización del servicio público del taxi y en defensa de los usuarios», dicen los convocantes en los carteles en lo que se anima a la participación «contra la dictadura de Ayuso».
Atención mediática y dividir al sector
Asociación Élite Taxi Madrid, Federación Profesional del Taxi, Asociación Élite Taxi, Taxi Project 2.0, Plataforma Caracol, Colaterales del Taxi, Familias del Taxi, Taxi movimiento, Mujeres de taxistas de hoy en día… la inmensa mayoría del sector entiende que hay que parar para seguir adelante. Pero no están todas, la Asociación madrileña del Taxi y la Asociación Gremial de AutoTaxi de Madrid han anunciado su desacuerdo con la medida y no acudirán a la reivindicación. Las dos coinciden es que hasta el 19 de enero hay tiempo para presentar alegaciones por lo que consideran “prematuras estas medidas de presión”.
“Ya tenemos experiencia en el sector del taxi de la mala imagen que las manifestaciones han causado históricamente a nuestro sector, tanto por las incomodidades producidas a los ciudadanos directamente afectados con los cortes de tráfico, como con el tratamiento que posteriormente harán los medios de comunicación audiovisuales y escritos”, dicen desde la Asociación Gremial de AutoTaxi, que considera además que el paro “favorece claramente el trabajo de la VTC, no solo en el tiempo en el cual transcurra la propia protesta, si no también por la confianza que siempre se pierde ante nuestros usuarios a la hora de interpretar si habrá o no taxis a su disposición durante ese día”.
La Asociación Madrileña del Taxi asegura que “no asistirá ni apoya la manifestación organizada por la Federación profesional del Taxi, apoyándose en organizaciones no representativas, con el único objetivo de conseguir atención mediática y dividir al sector”. Con unos argumentos muy a favor de la liberación de horarios, la AMT considera que “necesitamos volver a tener presencia en tramos horarios que hace mucho tiempo el taxi no da el servicio demandado, permitiendo que cada titular de licencia tenga la capacidad de organizar su negocio y jornada de trabajo. Esto no se consigue con la regularización que lo único que persigue es dejar paradas a muchos taxis en tramos donde hay otros modos de transporte ocupando nuestro lugar”.
“Son los tontos útiles de Ayuso”
“La Asociación Madrileña del Taxi y la Asociación Gremial son dos asociaciones minoritarias y en decadencia que representan a la parte empresarial del taxi, esos individuos que lo que hacen es invertir en una licencia para explotarla al máximo posible”, asegura Marcos Rodríguez, miembro de la directiva de la Federación Profesional del Taxi, impulsora de la movilización de este jueves. “En mi opinión –prosigue– están actuando de tontos útiles para la Comunidad de Madrid, pro VTC y a favor de todo lo que suene a liberalización del sector, algo muy peligroso.
El gobierno de Ayuso está jugando al ‘divide y vencerás’, si consigue que las protestas por el tema de los VTC queden diluidas a cambio de conceder medidas que a ellos les gusta, pues todo mejor que mejor. Liberalizo el taxi y además tengo a parte del sector que me apoya, les doy esto y así no me van a meter en problemas por lo de la VTC como sí que estamos haciendo nosotros desde la Federación Profesional del taxi que somos los que hemos llevado al Tribunal Constitucional este asunto”, se indigna Rodríguez. “Se les olvida a muchos compañeros algo muy grave. Si se aprueba el nuevo reglamento, en caso de que volviera otra pandemia o una emergencia y con ello una crisis económica en la que la demanda se reduzca brutalmente, ningún ayuntamiento podría tomar medidas para adecuar la oferta a la realidad y eso sería la muerte del taxi”, sentencia.
Adiós al taxímetro y al blanco de los taxis
La aprobación de este nuevo reglamento permitiría además establecer un precio cerrado y con descuentos, lo que supondría el fin del tradicional taxímetro. Dicen los contrarios a esta medida, que “estos servicios no quedaríán reflejados, abriendo la puerta a todo tipo de estafas, incluso a Hacienda, quien no podrá controlar los ingresos obtenidos”.
Y otra, que puede parecer estética pero sería la puntilla al sector, perder la tradicional estética de los taxis madrileños de color blanco con una franja roja; la ley incluye la posibilidad del cambio de color del taxi en determinadas flotas, otra medida que favorece la fagotización del taxi por las grandes empresas VTC . Hay tradiciones a las que Ayuso no le importa perder.
