El exjefe de Asuntos Internos señala a Villarejo como la persona que difundió la grabación ilegal al CNI y policías sobre el ‘pequeño Nicolás’

El comisario Martín Blas ha contado a Crónica Libre que no se han tenido en cuenta los documentos que entregó sobre Pegasus, el posible sistema utilizado y otros equipos de grabación a distancia que fueron adquiridos por la cúpula policial con fondos reservados y sin concurso público.

Marcelino Martín Blas, exjefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional, ha sido el primero en declarar en la segunda jornada del juicio contra José Manuel Villarejo, su mujer, Gema Alcalá, y el periodista Carlos Mier por la grabación y la difusión de una reunión de agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y los policías que investigaban la causa del pequeño Nicolás.  Según ha declarado el exjefe, ya jubilado, un troyano instalado en su móvil fue el que permitió la filtración del contenido del encuentro.

La reunión filtrada a medios de comunicación se celebró celebró el 20 de octubre de 2014, en el despacho de Martín Blas. Fue convocada para informar a los miembros del CNI de la detención del pequeño Nicolás, nombre que se le dio a Francisco Nicolás Gómez Iglesias. Este joven, veinteañero en la época, se hacía pasar por asesor de vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, y por agente del CNI. También por miembro de la Oficina Económica del presidente Mariano Rajoy. El día que fue detenido llevaba encima varios informes que había falsificado para que le dierran cobertura en sus presuntas estafas y que iban firmados por el exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, o por el exfiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce.

Información Sensible

Marcelino Martín Blas, en su comparecencia en la Sala Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, ha explicado cómo tras leer las informaciones que aparecieron primero en Información Sensible, propiedad de la mujer de Villarejo y del periodista Daniel Montero; y después en El Mundo, y comprobar que reproducían la reunión en la que estuvo presente, se inició una investigación. Su teléfono y el de los policías que participaron fueron remitidos a la Policía Científica y al Centro Criptológico Nacional (CNI-CERT), donde no se encontró ningún rastro de que hubieran sido utilizaddos para grabar.

A pesar de que no dejó huella en su teléfono, sí quedó constancia en el análisis de las antenas realizadas por CNI-CERT, que había sido su terminal el que había grabado las conversaciones. También se apuntó que una llamada que provenía del teléfono del periodista de Información Sensible Carlos Mier, fue la que activó la grabación.

El comisario jubilado ha asegurado que nunca había hablado con este periodista y que “no lo conocía ni lo conoce”. Posteriormente a la publicación de las grabaciones, se inició una investigación que situaban a Mier en el medio vinculado a su compañero el comisario José Manuel Villarejo. Este dato es el que ha llevado al testigo a señalar al excomisario Villarejo como sospechoso de realizar la grabación. A la pregunta de cómo era posible que Mier tuviera su número de teléfono. El testigo ha respondido: “Me lo imagino. No sé por qué ni como, me lo imagino, es obvio pero no tengo constancia de su relación con Villarejo”.

Un hackeo policial

A lo largo de más de tres horas de declaración, tanto la fiscalía como las acusaciones particulares han insistido en preguntar detalles sobre la duración, las personas presentes, el lugar donde estaban los móviles de los participantes… para dejar constancia de cómo pudo llegar a registrarse las conversaciones entre agentes del CNI y de la Policía

El exjefe de Asuntos Internos ha explicado como le dijeron los expertos que se debió producir el hackeo. “Mi teléfono oficial, un iPhone 4, el único que tenía, según los expertos era muy vulnerable a nivel de software”. Esto hizo posible y que se metiera un troyano que luego se borra. También ha dicho que le aseguraron “que no era posible que la grabación se hubiese hecho desde otro teléfono”.

Respecto al excomisario Villarejo, que tiene varias causas abiertas por espionaje, Martín Blas ha dicho : “éramos compañeros, y tuvimos una relación profesional pero muy corta. Hablamos alguna vez en el despacho del DAO (director adjunto operativo, entonces Eugenio Pino que también declarará en el juico). Respondía así a las preguntas de la defensa de Villarejo que parecía querer demostrar enemistad entre ambos.

Estaba prevista la comparecencia hoy de los acusados, Villarejo, su mujer, Gemma Alcalá y el periodista Carlos Mier, para los que se pide, cuatro años para el excomisario y tres años para los otros dos acusados al considerarlos cooperadores necesarios. Al final, a petición de las defensas se ha retrasado su declaración al día 29 de noviembre.

Durante la sesión de este martes han declarado otros tres agentes, uno de ellos jefe de brigada de Asuntos Internos, que ha reconocido que participó en la reunión del 20 de octubre pero no ha dado muchos más datos alegando que no recordaba lo ocurrido hace ocho años.