Nuevos audios exclusivos y más anotaciones del comisario confirman lo que ya adelantó Crónica Libre sobre el caso Astapa, que se juzga en estos momentos en Málaga: que fue una de las operaciones gestadas por el comisario José Manuel Villarejo junto a su socio el comisario José Luis Olivera, que controlaba un grupo de policías de la UDEF que falsificaban informes a su orden.
Hace dos semanas el juicio del caso Astapa, una operación que supuso el desmantelamiento del Ayuntamiento de Estepona (Málaga) en el año 2008, se abría con la sorprendente declaración del fiscal Valentín Bueno solicitando, de forma inesperada e irregular, que la Audiencia Provincial de Málaga abriera una nueva pieza que investigara si Villarejo habría podido manipular la denuncia original, los informes policiales, las pruebas, o cualquier otro aspecto de la causa.
El fiscal Bueno fue propuesto para ocupar la tercera plaza de Anticorrupción en Málaga en febrero de 2008, casi dos años después de haberla iniciado el fiscal Juan Carlos López Caballero, en la actualidad Fiscal Jefe de Málaga desde 2012. Sin embargo, la sombra de duda con la que ahora tiene que lidiar el Tribunal es si Caballero y después Bueno llevaron adelante la causa Astapa por su estrecha relación con el comisario José Luis Villarejo, como queda reflejado en las agendas del comisario.
En busca de los denunciantes
La savia de Villarejo está en la causa desde antes de que existiera ni siquiera un número de diligencias. Fue su hermano, el cura de la localidad malagueña, Pedro Villarejo, quien le puso en contacto en 2006 con un ambicioso concejal del Ayuntamiento que regía Antonio Barrientos. Militante del PSOE como el alcalde, fue fácil convencer a David Valadez para que fuera a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en Madrid, a la central de Canillas, donde se encontraría con su amigo el comisario José Luis Olivera, jefe de dicha Unidad y con sus chicos. Además le aseguró Villarejo, como se escucha en uno de los audios que han sido puestos a disposición tanto de la causa Tándem como Astapa, que el PSOE andaluz lo sabía y que él mismo se había encargado de hablarlo con el partido.
Después, el propio Villarejo avisó a José Luis Caballero para que tomase interés por una denuncia contra el alcalde Barrientos por presunta corrupción urbanística. Y así lo hizo, a pesar que había tenido entre sus manos siete denuncias del alcalde Barrientos a las que había hecho caso omiso.
Mientras la investigación avanzaba, los fiscales recibían numerosas aportaciones de la mano de Villarejo, que iban incluyendo en el caso terminando así poblado de cientos de datos e incidentes falsos.
Cada uno de estos datos fue meticulosamente añadido por Villarejo y aceptado por los fiscales para ocultar la auténtica naturaleza de Astapa, la de obtener unas licencias para las inversiones urbanísticas que el comisario Villarejo mantiene en Estepona, como el Mirador de la Cara, y que ahora quedan al descubierto con las más de 10 horas de conversaciones grabadas por la incansable “chicharra” del comisario y que han sido entregadas tanto al tribunal del caso Astapa como a Manuel García Castellón, que instruye la causa Tándem en la Audiencia Nacional.
«El alcalde está todo el día con Valentín»
A lo largo de los años el contacto entre el equipo se ampliará a Valentín Bueno y al comisario José Luis Olivera, pasando por toda la investigación y finalmente la instrucción judicial. Así lo demuestras las innumerables anotaciones de la agenda de Villarejo al respecto, como se puede escuchar en este audio que ha conseguido en exclusiva Crónica Libre.
Los interlocutores son el comisario José Luis Villarejo y una de las personas de su confianza, Diego de Lucas, que puso como Gerente de Urbanismo en el Ayuntamiento de Estepona tras estallar la Operación Astapa y nombrar como alcalde al denunciante David Valádez:
Villarejo: "Es muy probable que como él [el alcalde David Valadez] está todo el día con él fiscal [Valentín Bueno], él te coja y te diga "pum, pum". A tí te da igual porque tú lo tienes en la cabeza, ¿sabes?. Entonces él está todo el día con Valentín [Bueno], está todo el día con tal, con Valentín que es el fiscal de allí que lleva el tema, entonces coge y le dice "oye, tengo este tema". Sin perjuicio de eso, obviamente yo a José Luis [Olivera] no sé si tenemos una reunión hoy con varios colegas y no sé si comeré hoy o le veré por la tarde, y le digo "oye, darle un toque a Valentín...". Pero claro, eso tiene que ser cuando ya tenga el papel el alcalde.
Diego de Lucas: Lo tengo preparado. Mañana a más tarde, mañana por la tarde se lo doy.
V: Y cógete una copia y entonces lo pasteleas con él. Si él se agobia mucho, le dices "Tronco, yo creo que es bueno para ti y es bueno para mi. De todas maneras, si tienes dudas, háblalo con la gente de Madrid [se refiere a Olivera y el grupo de la UDEF] o háblalo con Pepe [Villarejo] o con José Luis [Olivera]"
Valentín Bueno pidió el primer día de juicio que se estudiara la partición en bloques de la causa para saber si había pruebas que podían haber estado manipuladas, aunque tuvo poco ojo a lo largo de los más de 13 años que ha durado la instrucción. Y todo ha ocurrido y ocurre ante la total pasividad de su jefe Alejandro Luzón, sus antecesores y de sus inoperativos sistemas de control interno.
Realmente, el juicio debería comenzar con la declaración del fiscal como testigo, nadie mejor que él para contar lo ocurrido, pues lo vivió en primera persona.
