El pasado 1 de diciembre fue arrestado el oligarca ruso Mikhail Fridman en Londres, como ha ido contando Crónica Libre. Los detalles de la operación van dibujando la estructura de estos multimillonarios en el entramado creado por el régimen de Vladimir Putin.
La operación para la detención de Mikhail Fridman, dueño de las españolas Día y ZED, involucró a más de 50 agentes de la NCA (National Crime Agency) Unidad de Lucha contra la Cleptocracia. Esta unidad especial fue creada hace menos de un año para acabar con las maniobras de los oligarcas y el régimen deln presidente ruso Vladimir Putin en suelo británico.
En la operación se intervinieron grandes cantidades de efectivo y multitud de dispositivos electrónicos que, a buen seguro, explicarán el origen y destino de los fondos manejados en contra de las sanciones impuestas por la guerra, algunos de ellos con destino España.
La operación ha sido fruto de la observación y el seguimiento al que se han sometido a los oligarcas sancionados en suelo británico, lo que contrasta con la pasividad de las autoridades españolas.
Recordemos que, a pesar de que Fridman esta imputado en el caso ZED que investiga la Audiencia Nacional por el desvío de más de 914 millones de euros a sociedades de su propiedad, el juez García Castellón no ha tomado ninguna medida cautelar ni de investigación contra este oligarca o sus socios, que han seguido actuando con total impunidad hasta que la policía británica ha dicho basta.
El origen de la fortuna
Crónica Libre también ha investigado sobre el origen de la fortuna de Fridman. Desde la caída de la Unión Soviética surgió un nuevo grupo de súper millonarios en Rusia, que primero conocidos como billonarios y, finalmente, como oligarcas.
Al igual que ha mutado el nombre, también el conocimiento de lo que realmente son. Al principio se presentaban como los nuevos grandes empresarios rusos de tremendo éxito, pero esto está muy lejos de la realidad.
Los oligarcas no son más un grupo de amigos o conocidos del círculo de Putin que, gracias a sus contactos y su total falta de ética y escrúpulos, saquearon los recursos naturales de Rusia en la transición desde la Unión Soviética y, posteriormente, en la época de Putin.
Putin, sus amigos, colaboradores o contactos cercanos no hicieron más que apropiarse de todos los activos de un país tan vasto como Rusia, que es más de 34 veces del tamaño de España. Nada escapó al expolio masivo: petróleo, aluminio, acero, gas, todo tipo de minerales e incluso otros sectores económicos o estratégicos al completo: bancos, sector financiero, construcción, siderurgia, telecomunicaciones, química… Hasta los parkings se repartieron.
A Fridman le tocó en el reparto el petróleo, la banca y las telecomunicaciones, hasta completar una fortuna de más de 20.000 millones, cifra parecida a la que han atesorado los otros socios de Alfa Group (la cabecera de su grupo industrial en Rusia) y LetterOne, su firma de inversión en Europa. Entre Fridman, Kahn, Aven y Kosogov atesoran cifran que se acercan a los 100.000 millones de euros. Sobran las palabras porque resulta difícil hasta escribir esta cifra.
Los oligarcas representan el máximo nivel de corrupción que el mundo ha conocido. Imagínense que reúnen a 1000 amiguetes y entre todos se quedan con el 55% de un país como España…, pues ahora multiplique lo que le ha tocado en el reparto por 34 y ya sabrá lo que es un Oligarca.
De esa lista de 1.000 afortunados el más “pobre” de todos ellos tiene una fortuna de más de 2.000 millones de euros.
Cada uno de estos oligarcas ha emprendido en los últimos años una carrera “filantrópica” para blanquear su imagen, pero no se hagan ustedes falsas impresiones, hasta llegar a la guerra de Ucrania han permitido, financiado y apoyado al régimen de Putin en multitud de guerras previas que ahora parece que hemos olvidado como las de Chechenia, Georgia o la primera invasión del Donbass y de Crimea. Y, por supuesto, sacaron tajada de todas ellas.
Putin ha utilizado al grupo de oligarcas como su arma económica frente a Occidente durante años, tomando posiciones en sectores estratégicos o comprando voluntades con abultados salarios con los que tomar una ventaja en el plano geoestratégico. Por ejemplo, ¿la dependencia europea del gas ruso se ha fraguado sola? El excanciller alemán Schroeder ha sido Presidente de Gazprom en Alemania, a razón de varios millones de euros al año, puesto que simultaneaba con otra posición en la junta de la petrolera ROSNEFT, la misma que le pagó los 27.000 millones de dólares a Fridman para crear LetterOne. Mientras esto ocurría, Europa se volvía adicta al gas y al petróleo ruso.
Como ya reconoció Petr Aven, socio de Fridman y presidente de su banco Alfa Bank ante la comisión Mueller sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Putin reúne a sus oligarcas una vez al trimestre para darles instrucciones sobre las líneas estratégicas que recomienda. El propio Aven afirmó que “una recomendación de Putin no es algo que se pueda obviar”. Así que las acciones que han ido desarrollando en Europa no son más que el reflejo de las órdenes que han recibido.
En España tenemos dos casos claros de estos ataques rusos, el primero el de la mayor tecnológica española, ZED , donde Fridman está imputado por saquearla. Y el segundo el de una de nuestras mayores distribuidoras de alimentos, asaltada en una operación cuanto menos controvertida, plagada de ventas en corto, opciones para comprar acciones a precio de derribo…, que han terminado con un desplome del valor de la acción del 99%, DIA. A pesar de este descalabro del valor para sus anteriores accionistas, las ventas de DIA y el número de establecimientos sigue siendo casi el mismo. Resulta imposible pensar que su valor sea cercano a cero. Estas operaciones han ocurrido antes la pasividad del juez García Castellón y la Fiscalía Anticorrupción. Veremos qué ocurre tras los pasos dados por la NCA británica.
