«Por meritorio servicio consistente en la desarticulación del FRAP logrando la detención de la totalidad de los dirigentes, así como gran número de militante». Crónica Libre sigue publicando las pruebas que demuestran que el comisario Villarejo, en contra de lo que le dijo a Pablo Iglesias en una entrevista en RAC1, sí participó en torturas en el franquismo. Tras los audios en los que el propio policía reconocía sus actuaciones, hoy sacamos a la luz un expediente de la Dirección General de la Policía que demuestra que fue recompensado con una «felicitación pública y un premio en metálico de 25.000 pesetas».
Fue un reconocimiento publico conjunto de la Dirección General de la Policía de Franco a los «funcionarios afectos» que colaboraron en la Operación contra el FRAP. Y entre ello, el entonces inspector José Manuel Villarejo en el listado de los recompensados. Crónica Libre publica en exclusiva un documento oficial de la policía franquista que reconoce sus méritos en forma de premio.
«Su Excelencia el Director General ha resuelto otorgarles la recompensa de FELICITACIÓN PÚBLICA y premio en metálico de 25.000 pesetas (…) por meritorio servicio consistente en la desarticulación del FRAP logrando la detención de la totalidad de los dirigentes, así como gran número de militante», reza el documento.
Es el documento definitivo que demuestra la vinculación de Villarejo cuando era miembro de la policía de la dictadura participando en la lucha que acabó con el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), organización antifranquista creada a principios de los años 70 y compuesta, especialmente, de obreros y universitarios, que el Régimen dio carácter de terrorista.
El documento que publica hoy Crónica Libre es fundamental por su importancia histórica a la hora de conocer la obsesión de Franco por acabar con el FRAP ante el riesgo de que consiguiera más fuerza para desestabilizar el Régimen. Se trata de una carpeta de tres folios bajo el nombre de Roberto Conesa Escudero, un nombre clave en la represión brutal de la policía de la época. Fue uno de los nombres más destacados de la temida (por las palizas a los detenidos) Brigada Político-Social franquista.
Roberto Conesa llegó a colaborar con la Gestapo nazi de Hitler. Es él quien encabeza el reconocimiento del Estado. «En relación con la propuesta de recompensas formulada en favor del comisario don ROBERTO CONESA ESCUDER, Jefe de la Brigada Central de I. Social dependiente de la Comisaría General, y los funcionarios afectos a la misma, los también comisarios don CARLOS SANTOS ANECHINA CHECA y don JOSÉ HERNÁNDEZ NAVARGO, de la Jefatura del Servicio de Información», comienza el documento. A partir de ahí comienza una retahíla de nombres de inspectores de policía a los que se les premiaba su trabajo. Y entre ellos, Villarejo.
Los últimos fusilados del franquismo
Dos de esos estudiantes universitarios detenidos y torturados por luchar por la Democracia y, en contra la Dictadura de Franco, han reconocido a Villarejo como su presunto torturador. Se trata de Julio Pacheco y Rosa García Alcon, que han presentado una querella que ha sido admitida a trámite por un juzgado madrileño. Crónica Libre aporta como pruebas a la acusación este documento fundamental y los audios publicados ayer en los que el propio Villarejo reconoce haber participado en varias torturas.
En las grabaciones publicadas en exclusiva por este medio se escucha la confesión del comisario jubilado sobre las torturas a miembros del FRAP y otras organizaciones antifranquistas, desde 1972 hasta que en 1986 creara la infraestructura contra ETA en Uruguay, en donde nació su abultado patrimonio. Estos audios desmontan la mentira de Villarejo a Pablo Iglesias en el programa El món a RAC1, que dirige Jordi Basté.
«A todos esos que luego fueron fusilados», asegura con orgullo. «Ya le podías dar 500 hostias que el frapero o el del GRAPO no habría el pico. A mi me dieron un colgajo [una medalla, no aclara si pensionada] por detener a uno de ellos que tenia una granada de mano, le di una hostia y se la tuve que quitar«, confiesa el policía en las grabaciones desveladas por este medio.
Entre los detenidos por los que el Gobierno de Franco felicitó y premió a Villarejo se encontraban José Humberto Baena, José Luis Sánchez-Bravo, Ramón García Sanz, los últimos fusilados del franquismo.