Feminismo y Sociedad

La Ley Trans desampara a las víctimas de violencia sexual

A la injusta y dolorosa experiencia de haber sido agredida sexualmente se suma ahora otra consecuencia más acarreada por la Ley Trans. Y es que una víctima del terrorismo machista y que prefiere permanecer en el anonimato, al pedir a su trabajador social ayuda para gestionar su baja laboral, acaba de encontrarse con una desagradable respuesta. “Con todo lo sucedido no puedo dormir, no puedo llevar una vida normal. Estoy en tratamiento psiquiátrico y psicológico, y como por mi oficio tengo contratos temporales, no puedo permitirme solicitar una baja temporal porque luego no cobraría el paro. Yo puedo subsistir un mes sin trabajar, pero no más”, explica a Crónica Libre.

Pero ¿cómo se ha podido dar esta situación? La técnica experta en Relaciones Laborales y activista feminista, Audre Hooks, ya lo predijo hace unos días al analizar las novedades de la Ley Trans al corroborar que “en las disposiciones adicionales que modifican el Estatuto de los Trabajadores y el Estatuto Básico del Empleado Público se han eliminado todas las modificaciones que introdujo la Ley del Sólo Sí es Sí, respecto a la equiparación de víctimas de Violencia de Género y Violencia Sexual. Absolutamente todas”.

Una situación que Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, confesaba “no poder creerse al leerla” y que sin embargo “comprobó que así era”. Para esta directiva es “un error tan gordo que parece mentira nadie se haya dado cuenta antes. Quiero creer que todo esto es fruto de una mala técnica porque en el espíritu de la norma en el articulado se habla de los derechos de las víctimas de agresiones sexuales que, con el Convenio de Estambul en la mano, son víctimas de violencia de género. Que esto haya pasado de nuevo con un efecto de la Ley Trans nos hace saltar todas las alarmas. No entendemos cómo ha podido pasar”, recalca.  

Al hilo de la conversación por este caso Soleto también recuerda que “una cosa es lo que diga la Ley y otra los procedimientos administrativos”. Y es la directora de la Fundación Mujeres reconoce que también se encuentran “con casos de violencia de género que por otras normas o leyes cuando las víctimas acuden a reclamar sus meses de desempleo, se los deniegan y no pueden acceder a ayudas por cómo funcionan estos procedimientos administrativos de acceso a esos derechos. Tristemente esto es así”, subraya.

El “despropósito” de eliminar al sujeto político a proteger

Así las cosas, Raquel Segovia, reconocida abogada experta en violencia contra mujeres y menores de edad, nos explica cómo ha podido suceder este primer caso. “La ley de Solo Sí es Sí reconoce derechos laborales a las trabajadoras y funcionarias víctimas de violencias sexuales en idénticos términos a los reconocidos a las víctimas de violencia de género (como la reducción o a la reordenación de su tiempo de trabajo, movilidad geográfica, cambio de centro de trabajo, adaptación de puesto de trabajo, excedencias, permisos o justificación de ausencias), así se establece en sus artículos 38 y 40.

En consecuencia, las disposiciones finales de esta ley del “sí es sí” modificaron los artículos correspondientes del Estatuto de los Trabajadores y del Estatuto Básico del Empleado Público, incluyendo a las víctimas de violencias sexuales. El problema es que, la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI conocida como “Ley Trans” ha vuelto a modificar los mismos artículos, eliminando a las víctimas de violencias sexuales”.

Este cambio Segovia recalca se puede ver en el Estatuto de los Trabajadores, así como el art. 37.8, art. 40. 4, art. 45.1 n), art. 49.1 m), art. 53. 4 b), art. 55.5. b); o en la disposición adicional 14 de la Ley Orgánica de libertad sexual donde se incluía a las víctimas de violencia sexual. “La disposición adicional 14 de la Ley Trans eliminó la referencia a las víctimas de violencia sexual. La protección que, si aparecía en la Ley 10/2022, desaparece en la 4/2023. Por eso nos encontramos despropósitos en leyes cuya finalidad es protegernos y nos dejan desprotegidas. Es un desatino, no tener una coordinación efectiva en el ámbito legislativo, como en apenas seis meses se modifiquen estructuras de protección tan importantes para una víctima, como puede ser su estructura laboral”, subraya.

Recuperar el estatuto y la protección de víctima

Con este escenario Segovia urge a cambiar este nuevo borrado de las mujeres para que no afecta a más víctimas. “Tanto es así que los operadores jurídicos no son operativos, lo positivo de las medidas que impulsa la Ley de garantía integral de la libertad sexual, en materia de protección a la víctima de delitos contra esa libertad, decae con la entrada en vigor de la Ley Trans. A mi entender debería preconizar la aplicación de la primera, que es Ley Orgánica, pero la práctica legislativa es como es y la posterior deroga la anterior”, dice Segovia.

Además, en cuanto a los medios que la víctima tiene de acceso y obtención de la justicia, Segovia cree que “la Ley hace propósitos que, sobre el papel, están bien, pero, creo, falta imperatividad y concreción. Todas estas situaciones pueden contribuir al efecto contrario que sería deseable, de nuevo, la falta de denuncias. Si no hay un procedimiento ágil para que la víctima tenga reconocido su estatuto y se sienta protegida nos encontraremos con que no van a denunciar”, advierte dicha abogada.

¿No es esto una discriminación?

Sea como sea lo que esta víctima quiere hacer “es recuperarse lo mejor posible con toda la ayuda de su familia y sus seres queridos” y que su curriculum laboral y económico deje de verse afectado lo antes posible por este cambio legislativo. Por eso se despide lanzando una pregunta a Irene Montero, ministra de Igualdad: “¿No es esto una discriminación? ¿Si no puedo cuidar de mi ni centrarme ya que vivo con el miedo en el cuerpo cómo voy a poder trabajar? ¿Cómo puede haber ocurrido esto? ¿No es bastante que con la Ley del Sí es Sí estén saliendo de la cárcel o reduciendo condenas a violadores y pederastas que ahora tampoco se nos proteja a nosotras y ni siquiera podamos estar de baja laboral?”.

Nuria Coronado

Periodista, conferenciante, formadora en comunicación no sexista y organizadora de eventos. Coautora de Lolita contra el lobo y autora de Mujeres de Frente, Hombres por la Igualdad, Comunicar en Igualdad y documentalista de Amelia, historia de una lucha.

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