En los últimos días, trabajadores de prensa de Ecuador y Argentina han sido intimidados por violentas organizaciones de tráfico de drogas. En el caso de Ecuador, las amenazas provienen del cártel mexicano Nueva Generación. En Argentina, los responsables son relacionados con en cártel argentino de Los Monos.
Por Eliana Paniagua @60lineas
El 6 de octubre, en Guayaquil, Ecuador, dos motociclistas se detuvieron en la puerta del canal RTS, efectuaron disparos contra el frente y arrojaron panfletos con amenazas de muerte: “Se les comunica que a partir de hoy jueves 7 de Octubre a las agencias y a todos los periodiqueros de Esmeraldas, Guayaquil, Machala y Cuenca que está prohibido la venta de diario La Extra. El periodiquero que no acate estas órdenes sea quien sea se le da de baja o más claro se lo va a matar debido a la corrupción y malicia que tienen para mal informar a la ciudadanía este diario desde Guayaquil. Que se vende al mejor postor. MUERTE O MUERTE PARA EL DIRECTOR NACIONAL DE LA EXTRA QUE DE DONDE TE ESCONDAS TE VAMOS A ENCONTRAR. Att: LA NUEVA GENERACION” (SIC).
Nueva Generación opera desde hace dos años en Ecuador
El cártel mexicano, oriundo de Jalisco, opera desde hace por lo menos dos años, en Ecuador. Hay que recordar la violencia extrema contra periodistas en México: asesinaron a 15 en lo que va del año. Según la asociación “Reporteros Sin Fronteras”, desde 2000 han sido asesinados más de 150 periodistas. Desde 2021 hasta la actualidad, se han producido 400 asesinatos en las cárceles ecuatorianas producto de una sangrienta guerra entre bandas por el control de la zona de distribución de drogas. Esa disputa también ha llegado a las calles.
El Diario Extra contestó a través de sus redes sociales: “A NUESTOS LECTORES: EXTRA, ante las amenazas recibidas a través de panfletos que fueron lanzados por desconocidos la madrugada de este viernes 7 de octubre, en el norte de Guayaquil, por parte de una presunta organización criminal, rechaza este acto intimidatorio y ratifica su compromiso con la ciudadanía de continuar informando los hechos relacionados con la crisis carcelaria e inseguridad que azota al país”.
Con la mafia no se jode
El 11 de octubre una pancarta pintada con aerosol fue colgada en la fachada de un canal de televisión de Rosario, provincia de Santa Fe: “A todos los medios de Rosario… Dejen de ensuciar y condenar a los pibes con la lengua porque vamos a matar periodistas. Con la mafia no se jode”. No fue la primera vez. Y, como en las anteriores, el repudio ha sido generalizado. Días antes, el edificio donde funciona el Tribunal Federal de Justicia fue atacado a balazos por un tirador que escapó a paso lento sin que nadie lo detuviera. Este año, Rosario ha tenido la mayor cantidad de víctimas por ataques del narcotráfico: 229 crímenes.
Desde el Sindicato de Prensa de Rosario, el secretario General, Edgardo Carmona ha señaladoque “es un hecho gravísimo que nos preocupa y mucho en un contexto de inseguridad que se vive en Rosario, donde los periodistas no pueden entrar a los barrios por la narcodelincuencia«. Desde FOPEA (Foro de Periodismo Argentino) destacaron que se trata de una «ciudad en la que la violencia criminal agrega un contexto de extrema hostilidad y desprotección para los colegas«. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) remarcó que estas amenazas son «una muestra de la alarmante presencia de bandas narcotraficantes en varios países de las Américas«.
Los Monos, un clan familiar
Ariel “Viejo” Cantero -actualmente en prisión- fue el fundador de la organización de narcotraficantes llamada “Los Monos” que funciona como un clan familiar. Lo sucedió su hijo Claudio, alias “Pájaro”, hasta que fue asesinado a balazos en mayo de 2013. A éste, le relevó su hermano Ariel, alias “Guille”, hasta que recibió numerosas condenas -entre ellas un asesinato en venganza por el crimen de su hermano– y está en prisión. Les sucedieron la viuda de “Pájaro”, Lorena Verdún y su hijo Uriel “Lucho” Cantero (19) que acumulan también varias causas. Sin embargo, se cree que desde la cárcel, se habría dado las órdenes para seguir adelante con la ola de violencia. Es por eso que el fiscal Federico Rébola ha realiado, un registro en el penal de Piñero buscando pistas sobre el autor ideológico y analiza imágenes de cámaras de seguridad para dar con los tiradores.
Violencia en Rosario
Los rosarinos son testigos de continuos tiroteo a casas particulares, organismos estatales y judiciales y diversas amenazas. Y no sólo de Los Monos, sino de las otras familias que se han enfrentado por el control territorial de la comercialización de drogas en Rosario: Alvarado, Bossi, Funes, Ungaro, Caminos, Sandoval, entre otros. Mientras tanto, la máxima autoridad en seguridad el país, el ministro Aníbal Fernández sólo ha atinado a decir ante las amenazas a la prensa que «no se pueden esperar soluciones mágicas» porque el problema «no es fácil y tiene 20 años«.
