Algo que llama poderosamente la atención, son las preguntas que no se han planteado después de las explosiones que supuestamente se produjeron contra el gasoducto Nord Stream a mediados de setiembre de 2022.
Por Pilar Larrañaga, Alemania
Muchos analistas se han preguntado a quién podría beneficiar el ataque, quién tendría la capacidad suficiente para preparar y ejecutar un atentado de estas características a una profundidad de 80 metros bajo el nivel del mar, quién podría hacerlo sin que ninguna autoridad registrase movimientos en el mar que es el más controlado de todo el mundo, debido al intenso tránsito marítimo. La equis de la autoría no se puede despejar a día de hoy porque seguimos sin datos.
Es muy evidente, que el sabotaje que no ha sido obra de hombres rana aficionados, que se trasladaron a esos puntos concretos en una pequeña embarcación con explosivos caseros fabricados con una bombona de gas butano y metralla. El silencio de los corderos es atronador. Los políticos de toda la UE parecen haberse convertido en monjes trapistas en este turbio asunto. El 30 de setiembre se adelantó Putin al afirmar que los EEUU estarían detrás del ataque.
La SA Nord Stream, con sede en Zug (Suiza) es un consorcio conformado por Gazprom International Projects LLC , filial subsidiaria de PAO Gazprom (Rusia), Wintershall Dea AG (antigua Wintershall Holding GmbH Alemania), PEG Infrastruktur (E.ON Alemania), N.V. Nederlandse Gasunie (Holanda) y ENGIE (Francia) que participaron con el 30% de la inversión. El 70% restante se financió mediante créditos bancarios.
La participación de Gazprom en el proyecto es del 51%, según informaciones públicas en la página web de Nord Stream. Su página web en inglés notificó el 26.9.2022 que la presión había bajado considerablemente en el Nord Stream 1 y unas horas después se publicó una imagen de una foto sacada desde un avión por los guardacostas suecos, en el que se aprecian burbujas en un punto concreto de la superficie del mar.
El caso está siendo investigado por instancias judiciales y entiendo que está bajo secreto de sumario. Lo único palpable que se tiene hasta hoy son unas fotos tomadas por los guardacostas suecos desde un avión. Por razones de seguridad, no han hecho públicas las coordenadas. El atentado se ha producido en el mar y no está nada claro quién tiene jurisdicción para llevar a cabo las diligencias judiciales porque todavía no ha salido a la luz dónde exactamente ha ocurrido el incidente o los incidentes.
Nótese que si los incidentes son más de uno en diferentes puntos, se multiplica la logística para perpetrar esos ataques. Los medios a nivel mundial han reportado que una de las explosiones tuvo lugar en el ámbito de la zona económica de Dinamarca y las otras en el ámbito de Suecia al haberse producido las fugas de gas en las cercanías de la isla danesa Bornholm en el Mar Báltico. De momento, Dinamarca, Suecia y Alemania han abierto sendas investigaciones judiciales. No se sabe si Rusia está investigando este caso a nivel judicial.
La sociedad anónima Nord Stream afirma en una nota de su página web que no pueden inspeccionar los daños ocasionados en el lugar del presunto atentado por no disponer de las autorizaciones de las respectivas administraciones para hacerlo debido a que el ataque está siendo investigado por las autoridades judiciales. De hecho, el barco fletado por Nord Stream y equipado con la tecnología necesaria para hacer una primera valoración no dispone de autorización judicial de Noruega para comenzar con las pesquisas sobre los daños.
Además, esa nota afirma que: “En particular, según las autoridades suecas, se ha decretado la prohibición de navegación, fondeo, buceo, uso de vehículos submarinos, mapeo geofísico, etc. para realizar una investigación estatal en torno a los sitios dañados en el Mar Báltico.” De hecho, el fiscal sueco Mats Ljungqvist afirmó el lunes 10 de octubre que, la zona de la fuga de gas continúa cerrada para que las pesquisas judiciales puedan avanzar. Por lo tanto, la empresa Nord Stream no tiene la autorización para comenzar a evaluar los daños casi un mes después del primer ataque.
Haciendo un repaso sobre las pocas informaciones publicadas en las numerosas noticias aparecidas hasta ahora, se dice que los sismólogos midieron un temblor de 2,3 a 2,1 en la escala Richter el día en el que se produjo el supuesto atentado. Es un temblor imperceptible para el ser humano pero que se puede medir con sismógrafos modernos. Ahora bien, ¿qué significa que registrasen un temblor? Se sabe que se producen temblores naturales de esa intensidad casi a diario en los países bañados por el mar Báltico, a juzgar por los datos que recopila el vulcanólogo Tom Pfeiffer.
Ahora bien, es también conocido que las ondas de propagación de terremotos naturales y los provocados por una explosión planificada son distintas. Llama la atención que nadie haya pedido ni a sismólogos, ni a geólogos, ni a químicos que expliquen los datos que ya se conocen. ¿Qué carga de TNT habría tenido que explotar para medir un temblor de 2,3 a 2,1 de la escala Richter en los observatorios sismológicos? El gaseoducto fue construido con miles de tubos de 13 metros cada uno con un peso de 12 toneladas por unidad y está recubierto por una capa de cemento de 10 cm de espesor. No es fácil abrir un boquete por donde salga gas.
Si los centros de observación sismológica en los países a las orillas del mar Báltico han registrado esos temblores, ¿qué pueden concluir sobre la magnitud de la explosión? ¿Hay boquetes grandes o pequeños? ¿Ha saltado la tubería por los aires? ¿Se ha podido detectar agua en las tuberías? Si la hay, ¿cuánta es? ¿Se han podido medir oleajes fuera de lo normal al encontrarse el lugar de la explosión no demasiado lejos de la costa de la isla danesa de Bornholm? ¿Oyó alguien en Bornholm la explosión? ¿Se han medido niveles de metano más altos de lo normal en las inmediaciones del lugar de los hechos? ¿Por qué nos enseñan solo una foto con burbujas cuando una explosión marina viene acompañada de una onda azul tal y como muestran los vídeos que hay sobre explosiones marinas que perpetra el ejército americano para determinar cómo aguanta un buque esa explosión?
La montaña de agua que se forma es de varios metros, a juzgar por las explosiones controladas que practica la armada de los EEUU en los mares. ¿No pudo el avión grabar eso? En un reciente vídeo publicado por el medio alemán Frankfurter Runschau se pueden observar las burbujas que se forman sobre la superficie marina. La fuga de gas no ha podido ser reparada porque las autoridades judiciales están investigando el caso. Por lo tanto y si ningún juzgado ha prohibido a los centros de observación sismológica esparcidos por el norte de Europa, ¿por qué no encontramos informaciones al respecto?
A pesar de que Nord Stream 1 no estaba en funcionamiento, los medios han informado que había gas en las tuberías. ¿De cuánto gas estamos hablando? No se pueden encontrar informaciones en la página web de Nord Stream. Entre otras cosas, porque desde comienzos de la guerra de Ucrania los medios rusos digitales están vetados en Europa y no tenemos acceso a esas informaciones.
Si se pudo medir que la presión bajó en el gasoducto el 26 de setiembre, ¿cómo ha evolucionado la presión desde entonces? ¿Cuánto gas ha salido de las tuberías? No tendría que ser difícil calcular el gas que se ha fugado conociendo como se conoce la cantidad de gas que había almacenado en las tuberías. ¿Ha entrado agua en las tuberías?
Me gustaría que un químico nos explicase las siguientes cuestiones. ¿Cómo reacciona el agua salada con el gas metano? ¿Y en el aire? ¿Qué podría pasar en la atmósfera si el gas metano siguiese fluyendo? Si sigue fluyendo metano, ¿cómo reacciona con el agua? Si el gas metano es inodoro e incoloro y altamente inflamable, ¿por qué sigue el tráfico marítimo abierto? ¿Se está desviando el curso de los barcos? ¿Cuáles serán las consecuencias a largo plazo del aumento de gas metano en la atmósfera?.
El periódico alemán Frankfurter Rundschau se plantea estas preguntas. Afirma que el gas metano es 25 veces más tóxico que el C02. Otras fuentes afirman que es unas 84 veces más tóxico que el CO2. Me gustaría saber la opinión de un sismólogo en cuanto a los temblores que se registraron, y la de los geólogos sobre las corrientes de agua que se formarían al explosionar dinamita bajo agua y la de los químicos sobe la toxicidad del gas metano y las reacciones químicas en contacto con el agua.
Los partidos verdes están todos callados. Y lo que es más significativo es que el partido verde está gobernando en Alemania. Por cuestiones mucho más nimias han solido convocar manifestaciones en las que participan decenas de miles de alemanes. Los verdes alemanes callan. Tal vez, el partido verde alemán ya solo sea una caricatura grotesca de lo que fue. Llama también mucho la atención que Greenpeace mantenga silencio al respecto a los supuestos atentados. El 24 de marzo, activistas de Greenpeace organizaron protestas contra la guerra de Ucrania en la estación de recepción de gas de Nord Stream 1 en Lubmin con el slogan “Stop gas, end war”. Los activistas dicen en lengua alemana que Alemania debe parar las importaciones de gas ruso para poder terminar con los combustibles fósiles y parar la sangrante guerra de Putin.
En una protesta llevada a cabo en Praga el 6 de octubre de 2002 antes de la cumbre, reza su página web “Más de 20 activistas de Greenpeace de la República Checa, Alemania y los Países Bajos protestaron en el río Vltava, debajo del Castillo de Praga, donde tendrá lugar la cumbre. Los activistas pidieron un cambio rápido para acabar con la dependencia de Europa de los combustibles fósiles, vengan de donde vengan, y en su lugar invertir en seguridad energética a largo plazo, con ahorro de energía y energías renovables”. La foto reza Putin’s bloody gas. Llama la atención la ausencia de protestas de la misma índole organizadas por Greenpeace criticando los contratos que ha suscrito la UE con Azerbayán hace no mucho tiempo para el suministro de gas.
Ahora bien, ¿se han percatado que las prospecciones de petróleo tienen una chimenea larga por la que sale una llama? Pues bien, esa llama es gas que fluye con el petróleo que las empresas concesionarias de petróleo suelen incinerar al no haber previsto su comercialización debido a que su venta no resulta lucrativa. Además de gas metano suelen incinerar metales pesados y sulfuro de hidrógeno. Si se incineran de forma inapropiada producen CO2 y hollín, este último altamente cancerígeno.
Ni verdes ni Greenpeace se han movilizado por estas incineraciones que son muy pernciosas para la atmósfera debido a que lanzan a la atmósfera gases de efecto invernadero. Convendría, pues, hacer un cálculo de todo el gas metano que se quema en las prospecciones petrolíferas a nivel mundial para poder comparar su impacto con el impacto del gas metano que está fluyendo de los gaseoductos Nord Stream dañados. Y no solo eso. Según un artículo de Katharina Wagner del 6 de agosto de 2022 en el medio alemán FAZ, Rusia habría empezado a incinerar el gas que no puede vender a Europa.
Llama mucho la atención que Greenpeace no haga activismo por el gas que incinera Rusia al no poder venderlo ni sobre los países de Oriente Medio que también incineran gases de la extracción del petróleo. En consecuencia, es urgente que geólogos y químicos respondan a todas estas cuestiones en sus justos términos para poder entender la gravedad o no de los ataques perpetrados contra Nord Stream.