Crónica Libre accede en exclusiva a las comunicaciones entre el SEPBLAC, organismo español que lucha contra el blanqueo de capitales, y la Inteligencia Financiera de Liechtenstein que muestra claramente y paso a paso cómo era la operativa bajo la que se hacían las investigaciones ilegales y prospectivas dentro de la Operación Cataluña.
En el Congreso de los Diputados se decidirá cuales son los comparecientes que irán a la Comisión de Investigación de la Operación Cataluña puesta en marcha en la época del gobierno de Mariano Rajoy. Asimismo, los distintos grupos parlamentarios que forman parte de la Comisión podrán solicitar documentación específica en relación a la guerra sucia contra los independentistas catalanes.
El documento que publicamos en Crónica Libre referente a informes sobre Lienchestein que en su momento publicó La Vanguardia, debería formar parte de la documentación solicitada, así como los papeles conciernentes al informe del FinCEN. Explicamos cómo funcionaban.
Liechtenstein: Modus operandi
El modus operandi era simple y efectivo, poner un cebo a un servicio de inteligencia extranjero, por ejemplo de Lienchestein, para que este hiciera consultas a España sobre determinadas personas , por ejemplo Artur Mas o Jordi Pujol. Los creadores de las informaciones falsas eran las cloacas que las habían difundido a un medio de comunicación afín español, por ejemplo El Mundo.
La solicitud de información a España por parte del servicio de Inteligencia de otro país era la base legal para que se iniciara una investigación a esas personas y se pudiera mediatizar en el caso con titulares que apuntaban a una investigación. Una partida de ping-pong en toda regla con el saque de incio en manos de las cloacas del estado.
Paso 1. Las ordenes y la investigación ilegal.
Tras recibir las órdenes del Ministro del Interior Fernández Díaz, Villarejo se puso a investigar a la familia Pujol, obteniendo información de una posibles sociedad que operaba en Liechtenstein.
Paso 2. La filtración de lo descubiertos a los medios de comunicación afines.
Seguidamente, Villarejo filtraba a la prensa la información obtenida para crear el estado de opinión adecuado y utilizar la publicación como “notitia criminis” (noticia pública que refleja la comisión de un delito) con la que lanzar una operación judicial. Así, el 3 de agosto de 2014, El Mundo publicaba la supuesta fortuna de los Pujol de miles de millones que transitaba por Liechtenstein y la sociedad Brantridge.
Paso 3. Generar una investigación judicial tras la publicación.
Con el conocimiento público del acto delictivo, ya existe la base jurídica para abrir una investigación, como hizo Liechtenstein e intentó hacer el SEPBLAC.
El 10 de septiembre de 2014 se recibía una carta de la Inteligencia Financiera de Liechtenstein dirigida al SEPBLAC. En ella, el inspector Vinzenz Batliner decía que había leído en la prensa española la posible vinculación de la empresa de ese país Brantridge a la familia Pujol y posibles operaciones ilegales. A continuación, el citado inspector le solicitaba a al SEPBLAC toda la información que tuvieran sobre la familia Pujol, la empresa Brantridge y si estaban sometidos algún tipo de investigación criminal.
Tras recibir la carta, el SEPBLAC dio traslado de la petición a la UDEF, centro de operaciones de Villarejo y el comisario Olivera para sus informes apócrifos.
Aprovechando la ocasión para introducir en la investigación a Artur Mas y pasando, a su vez, a solicitar a la Unidad Financiera de Liechtenstein toda la información de la que dispusieras sobre los miembros de la familia Pujol, Artur Mas y la sociedad Brantridge.
Y con esto se cierra el círculo y se blanquea y oficializa una investigación ilegal. El manual de operaciones de Villarejo, todo un hito de la inteligencia y un compendio de ilegalidades bajo instrucciones del Ministro Fernández Díaz y el DAO de la Policía Eugenio Pino.
Sin embargo, en este caso, la operación salió mal, porque los Pujol no tenían esos miles de millones y, como publicó La Vanguardia el 20 de diciembre de 2014, Liechtenstein no picó y archivo la investigación porque todo era muy oscuro, tanto la supuesta denuncia que llegó al Ducado como la falta de concreción de los delitos de los Pujol y Mas, o sea, una investigación prospectiva. Liechtenstein acertó de pleno…
