“La antigüedad del parque móvil representa una amenaza para la seguridad de los policías”. Un informe de la Unidad encargada de la seguridad ciudadana, al que ha tenido acceso Crónica Libre, denuncia el estado de los vehículos policiales. Furgonetas de saldo, airbags que no saltan o gases de combustión en el interior de los coches ponen en riesgo la salud y la vida de los agentes y, por tanto, la de los ciudadanos.
La madrugada del 6 al 7 de diciembre, mientras media España disfrutaba del puente más largos del año, un coche se saltó un control policial en el barrio de Villaverde de Madrid. En ese momento comenzó una persecución por las calles de la capital que acabó en un brutal impacto entre ambos vehículos. La escena fue propia de una película, pero de bajo coste. ¿El motivo? El airbag de los agentes no saltó. Y no es el único caso.
Según un comunicado interno de la Confederación Española de Policía (CEP) al que ha tenido acceso Crónica Libre, “el airbag de la furgoneta no se desplegó en ningún momento pese al aparatoso impacto que sufrió el vehículo. Este fallo en un elemento vital para la protección de la vida y la salud de los policías no puede repetirse cuando lo que está en juego es tan valioso. Y siendo esto así, la necesidad de evitar fatales consecuencias debe anteponerse a cualquier condicionante económico”.
Estaba a punto de amanecer cuando un turismo marca Alfa Romeo con dos ocupantes se saltó un control organizado por la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional de Madrid. La maniobra obligó a los policías del Bronce-65 (como se denominaba la Unidad) a iniciar una persecución en la que el vehículo sospechoso embistió a la furgoneta policial. “Pese a que en la persecución no se produjeron lesiones que requiriesen asistencia médica para los compañeros -relata el documento policial-, lo cierto es que su furgoneta debió ser retirada por la grúa del Parque Móvil debido a los daños”. Las imágenes que ilustran este artículo muestran el estado en el que quedó la furgoneta policial y hablan de la magnitud del impacto.
“La gravedad de este suceso -prosigue el informe policial que desvela ahora este medio- ha estado más en las potenciales consecuencias que, de no tomarse medias con urgencia, podrían derivarse en un incidente similar”.
Gases de combustión al interior del vehículo
No es la primera vez que se denuncia el estado de la flota de vehículos de la Unidad de prevención y Reacción. Hace tan sólo un mes ya se puso en conocimiento del Comité Territorial de Seguridad y Salud Laboral Policial de la necesidad imperiosa de arreglar o sustituir una furgoneta que dispersaba gases de combustión al interior del vehículo. “Los compañeros llegaron a presentar por la inhalación de esas emanaciones síntomas como malestar, dolor de cabeza y enrojecimiento de ojos después de la jornada laboral”, denuncian los representantes de los policías de la UPR.
La Unidad de Prevención y Reacción es la encargada de la seguridad ciudadana y, por tanto, de la prevención, mantenimiento y, si fuera necesario, el restablecimiento del orden. “Está dotada de medios suficientes para acometer con solvencia sus funciones específicas”, explican con orgullo en la web oficial de la Policía Nacional, aunque la realidad no sea del todo así.
Denuncian los policías que “si algo acreditan los hechos es que la antigüedad del parque móvil de esta Unidad representa una amenaza relevante para la seguridad laboral de los policías. Y que las consecuencias de esas anomalías pueden provocar daños médicos muy graves”.
En el escrito, dirigido a Manuel Soto Seoane, jefe superior de la Policía en Madrid, los policías solicitan “la revisión urgente y exhaustiva de todos los elementos de seguridad en las furgonetas (airbag, frenos, ventilación, cinturones de seguridad, protecciones, etc), con especial detenimiento en todas aquellas anomalías informadas por los indicativos en sus minutas y/o partes”. Y piden además a la División Económica un plan inmediato de renovación del parque móvil.
«Que se abra una investigación porque no es la primera vez»
“Es necesario que el Ministerio escuche nuestras reivindicaciones. Llevamos tiempo solicitando más y mejores medios, es necesario corregir los problemas con el vestuario y mejorar la situación de los vehículos urgentemente como así lo venimos solicitando en las diferentes comisiones como también en el Consejo de Policía”, aseguran a Crónica Libre desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP). “En el caso de los vehículos solicitamos que se abra una investigación ya que no es la primera vez que ha ocurrido y hay poner fin a esta problemática”, añaden en relación al suceso de Madrid y al de Zaragoza, donde hace escasamente unas semanas tampoco saltó el airbag en un impacto tras otra persecución policial.
Los delegados de Riesgos Laborales del SUP de Aragón han solicitado una investigación. “Vehículos con muchísimos kilómetros, con muchos años de antigüedad, no aptos para determinadas Unidades, algunos sin airbag, otros ni saltan… tenemos vehículos de saldo”, denuncian los policías aragoneses. “¡Vehículo no apto, hay que darlo de baja! La seguridad de los policías es fundamental”, exigen.
En Madrid, las denuncias y exigencias respecto a los vehículos van en el mismo sentido: “Lo que resulta evidente es que el parque móvil asignado a la UPR de la Jefatura Superior de Policía de Madrid tiene un problema importante, consecuencia de la antigüedad de los vehículos, de su uso intensivo por una Unidad que trabaja las veinticuatro horas del día en diferentes turnos y de las características propias del trabajo operativo que desarrollan los compañeros destinados en ella. Siendo eso así, estando en riesgo su vida e integridad física, la Administración no puede escatimar medios ni dilatar en el tiempo una solución”, dicen desde el comité provincial madrileño del sindicato CEP.
El asunto ha llegado al Congreso de los Diputados
La Dirección General de la Policía adquirió en 2020 diez furgones de UPR y ninguno de ellos destinado a Madrid. Aunque no hay datos oficiales, en 2021, fueron 38 los vehículos adquiridos (hasta junio). En 2022, con el año a punto de terminar, todavía se encuentra en evaluación la licitación de 140 vehículos furgonetas compactos, por importe de 5,39 millones de euros.
En abril de 2021, la precariedad de los policías y sus vehículos oficiales llegó hasta el Congreso de los Diputados. En respuesta parlamentaria, el gobierno afirmó que la flota completa de vehículos de la Policía Nacional estaba compuesta por 14.236 vehículos, adquiridos en propiedad o mediante sistema de renting y que la antigüedad media del conjunto del parque de vehículos en propiedad era de 12 años y 4 meses mientras que los vehículos en renting se alquilan por un periodo de 4 años.