El sabotaje al gaseoduco de Nord Stream ocurrió el 26 de septiembre 2022, hace exactamente tres meses. Y parece que todos los medios de comunicación habían olvidado este tema. Esta semana, The Whashington Post incidía en que no hay pruebas definitivas de que Rusia estuviese detrás de ese atentado.
El sabotaje a los dos gaseoducos de Nord Stream ocurrió el 26 de septiembre, hace tres meses. Ahora, The Whashington Post recapitula algunos datos incidiendo en el hecho de que los medios de comunicación en el momento del atentado sospechaban de Rusia como autora. El artículo viene también a decir que es obra de autores profesionales que además tienen las infraestructuras necesarias para poder acometer un ataque de esta índole. No aporta ningún dato ni análisis nuevo. Remata la exposición repitiendo que, a pesar de la falta de pruebas, Rusia sigue siendo la principal sospechosa. Desde el principio en Crónica Libre también nos hicimos bastantes preguntas que eexpusimos e intentamos responder en diferentes reportajes.
El europarlamentario irlandés Mick Wallace lleva días interpelando a los altos mandatarios de la UE para que hagan lo posible al objeto de esclarecer la autoría de los hechos. El 17 de diciembre escribió en su página de twitter que «El ataque a Nord Stream fue un terrible ataque a una infraestructura vital europea, fue un acto de terrorismo medioambiental – Una liberación desastrosa de metano – ¿Por qué la UE muestra tan poco interés en averiguar quién lo hizo? ¿Tienen miedo de que no les guste la respuesta…?» En su intervención en Bruselas dijo «¿Tal vez conozcan la respuesta?
Debido a que los ataques ocurrieron en territorio danés y sueco, dos fiscales están investigando el caso. El fiscal sueco Ljungqvist reveló que se había encontrado huellas de explosivos en la zona en la que se perpetró el atentado según informó The Guardian el 18 de noviembre. Citando a un medio sueco, afirma que habían desaparecido 50 metros de tubería con motivo de la explosión. Se habrían necesitado centenas de kilos de TNT para ocasionar una explosión de esa magnitud. Se da la circunstancia que cuatro días antes, el 14 de noviembre el partido de izquierda alemán había preguntado en sede parlamentaria sobre el asunto según se puede leer en la nota de prensa del gobierno alemán.
El partido Die Linke de Sahra Wagenknecht ingresó una batería de preguntas muy concretas en el Bundestag o Cámara Baja. En el preámbulo del documento, los parlamentarios del partido comunista ponen en contexto algunos acontecimientos y declaraciones de mandatarios europeos inmediatamente anteriores al atentado del 26 de septiembre. El presidente polaco Andrzej Duda había declarado el 23 de agosto que exigía una política que condujese a la desaparición de NordStream. En la misma línea se había pronunciado el embajador ucraniano Andrij Melnyk en Alemania poco antes de la agresión de Rusia a Ucrania el 11 de enero. Por su parte, Joe Biden afirmó el 7 de febrero 2022 que solo los EEUU tenían suficiente capacidad para terminar con Nord Stream. El portavoz de la Embajada de los EEUU había anunciado el 11 de abril de 2021 que los EEUU harían todo lo posible para que las obras de Nord Stream no terminasen. En la semana en la que ocurrieron los atentados cerca de la isla danesa de Bornholm, se avistaron tres barcos de la flota de la marina norteamericana en la zona: el USS Kearsarge, el USS Arlington und y USS Gunston Hall. Esta zona está sujeta a un intensivo control por las autoridades danesas por medio de sistemas informáticos punteros que pueden detectar todo tipo de embarcaciones. De todas estas declaraciones y movimientos de barcos de guerra se puede concluir que el proyecto no agradaba mucho a Ucrania, Polonia y a los EEUU.
Preguntas planteadas por el partido alemán die Linke en sede parlamentaria.
Con estas declaraciones de fondo, el partido de Wagenknecht planteó, entre otras, las siguientes preguntas por escrito el 7 de noviembre 2022 firmadas por Amira Mohamed Ali y Dr. Dietmar Bartsch.
- ¿A qué distancia se encontraba el barco de la marina alemana «Alster» del punto donde se produjo la explosión? ¿Por qué motivo se había enviado el barco a la zona y cuánto tiempo llevaba ahí cuando ocurrió la explosión? ¿Pudo avistar el Alster barcos o submarinos en la zona y, si pudo, cuáles eran?
- ¿Cuántos explosivos militares se necesitarían para volar una estructura de estas características? ¿Cuál es la distancia entre los dos lugares de las explosiones ocurridas en las tuberías de NordStream 1 y NordStream2? ¿Cuánto tiempo requiere un vehículo submarino para recorrer esa distancia?
- ¿Son ciertas las noticias publicadas por el semanario Spiegel el 30 de septiembre haciéndose eco en informaciones de los servicios secretos sobre ciudadanos ucranianos que planeaban un atentado a Nord Stream? ¿Tenía el gobierno alemán noticia de planes de sabotaje contra Nord Stream?
- ¿Tiene el gobierno alemán conocimiento de barcos militares que hubiesen sumergido vehículos submarinos tripulados o no tripulados en las cercanías de la isla Bornholm? Si tiene esas informaciones, ¿cuáles son?
De momento, el gobierno alemán no ha respondido a esas preguntas. Las preguntas de cuánto gas metano se ha derivado a la atmósfera y de si el gobierno alemán pretende reparar el gaseoducto ya habían sido planteadas en Crónica Libre en su día. Ya me gustaría a mí que nuestros representantes en el Congreso fuesen tan rigurosos como Die Linke cuando debaten un asunto de suma importancia.
