La Operación Cataluña tuvo un germen días antes de las elecciones catalanas de noviembre de 2012. Se llamó ‘Proyecto Barna’ y consistía en desprestigiar a políticos como Jordi Pujol, Artur Mas o Felip Puig diciendo que tenían cuentas opacas en Liechtenstein de cara a los comicios. Marcelino Martín-Blas, el entonces jefe de Asuntos Internos de la Policía, confirma que el informe que publicó El Mundo sobre el dinero oculto era falso y señala, según una grabación, a quien podría estar detrás de tal artimaña ilegal: Alicia Sánchez Camacho, entonces líder del PP catalán, que en aquellas elecciones consiguió el máximo histórico de votos del partido; el comisario Villarejo y «María Dolores y su marido, que se llama Ignacio».
«Hubo un ‘Proyecto Barna’ que se trataba de desprestigiar a políticos catalanes como Jordi Pujol, Artur Mas o Felip Puig diciendo que tenían cuentas ocultas en el extranjero, en países como Liechtenstein, donde digamos que hay fondos ocultos, antes de las elecciones del 25 de noviembre de 2012″. Marcelino Martín-Blas, exjefe de Asuntos Internos de la Policía en la época en la que se inició la Operación Cataluña, confirma el juego sucio contra la democracia días antes de las elecciones catalanas.
El origen de todo fue el conocido informe borrador que publicó el diario El Mundo en el que se decía que esos políticos tenían cuentas opacas con dinero negro en el extranjero. Aquél reportaje fue la semilla de lo que acabaría siendo la Operación Cataluña. ¿Quién ordenó dicho informe? El comisario jubilado Martín-Blas ha confesado en una entrevista en el El Matí de Catalunya Ràdio que entonces no sabía quien realizó ese informe borrador, pero ahora sí: «Hay una grabación en la que se explica el informe borrador».
La agenda de Villarejo
«El señor Villarejo le dice a la señora Alicia Sánchez Camacho: «Vamos a pegar un apretón al Grupo Zeta, contamos con el Mundo, contamos con Ana Rosa… pero a partir del día 12 empieza la movida y entre el 15 y el 25, apretón total», asegura el alto mando policial retirado. Por contextualizar, estamos en noviembre de 2012 y las elecciones catalanas se celebraron el día 25. Marcelino Martín-Blas no tiene dudas de lo que afirma categóricamente:
«Yo me voy a comprobar las agendas de Villarejo y cuadran las fechas. No es que se hable de algo que se va a publicar, es que se publica. Esa grabación es del 6 de noviembre de 2012 y ahí Villarejo adelanta lo que va a ocurrir entre el 15 y el 25 de noviembre, el día de las elecciones. Pero es que un día antes de esa grabación, el día 5 de noviembre, hay una anotación en la agenda de Villarejo que habla de un plan de trabajo y explica todo lo que dice la grabación. Y el día 6 apunta en su agenda las siglas A.S.C. «modistilla» y al lado anota «reunión con Alicia Sánchez Camacho». Blanco y en botella», sentencia el policía.
Alicia Sánchez Camacho consiguió el mejor resultado electoral del PP en Cataluña
El juego sucio del Partido Popular dio resultado en las urnas. El PP de Alicia Sánchez Camacho obtuvo el mejor dato de su historia en unas elecciones autonómicas catalanas al lograr 19 escaños en el Parlament, uno más que en los anteriores comicios y aumentó en casi medio millón de votos. El Partido Popular fue la cuarta fuerza política. En aquella noche electoral, Alicia Sánchez Camacho afirmó ante los medios de comunicación que «Artur Mas y CiU son los grandes perdedores. Si convocaron las elecciones para conseguir una mayoría excepcional, está claro que esa mayoría no existe. Los catalanes han desautorizado a Artur Mas y a su proyecto de separación del resto de España».
A raiz de la publicación de ese informe apócrifo en el diario El Mundo que pretendía distorsionar el resultado electoral en Cataluña el ministro del Interior del Gobierno de Rajoy, Jorge Fernández Díaz, ordenó hacer una investigación. Y esa delicada y fundamental labor recayó en Marcelino Martín Blas, según él mismo ha confesado. «Empezamos a hacer el informe a finales de 2012 y lo acabamos a principios de marzo de 2013. En el punto 10 se dice: «No hay nada que pueda demostrar que Artur Mas, Jordi Pujol y Felip Puig tengan dinero en el extranjero. Es decir, el informe publicado en el diario El Mundo es falso», asegura tajante Martín-Blas. Y para que quede más claro aún insiste en el tema: «En ese párrafo, el párrafo importante de ese informe se dice que el que es mentira que esos políticos catalanes tengan cuentas en el extranjero. Eso se pone ahí tal cual».
Martín-Blas: «Villarejo habla como si lo supieran María Dolores y su marido, que se llama Ignacio»
A partir de ese informe, mediados de 2013, Martín-Blas se convierte en un personaje molesto dentro del cuerpo y del ministerio, tanto que son varios los movimientos para cesarle. El propio policía confiesa que fue un chantaje de Villarejo al ministro del Interior y al Secretario de Estado lo que provocó que le cesaran de su cargo. En total, Martín-Blas ocupó el máximo puesto de vigilancia a los policías corruptos entre febrero de 2012 y marzo de 2015.
¿Y quién está detrás del Proyecto Barna? Marcelino Martín-Blas se sigue apoyando en la grabación de la conversación de Villarejo con Alicia Sánchez Camacho para no esquivar ninguna pregunta. «Unas veces hablan en singular y otras en plural. Villarejo habla como si lo supieran María Dolores y su marido, que se llama Ignacio. No dice apellido, pero también dice que no se entere el ministro de la conversación porque no se fían de él porque tiene relaciones con el grupo de comunicación del Conde de Godó».
El ministro y la vicepresidenta
En ese momento, la trama ilegal parece que esquiva al ministro del Interior porque «no se fían de él». Sin embargo, una grabación de un mes después, de diciembre de 2012, demuestra que el máximo responsable de la seguridad nacional estaba al tanto de todo. «El ministro dice algo así como «esto yo no lo oído y lo negaré bajo pena del infierno». Eso se publicó. Yo lo que interpreto es que el ministro dijo: ‘yo no quiero saber nada, lo negaré. Pero se enteró y no hizo nada y ahora está pillado».
«Hay otra referencia que a mi juicio es importante. Dice la grabación: «Nosotros -Villarejo habla en plural- no estamos escuchando ni estamos espiando a nadie». Y se refiere a la vicepresidenta del gobierno, a la que llama la chiquitita, Soraya Sáenz de Santamaría y al CNI, que depende de ella», confiesa Martín-Blas.
El policía se reafirma así en lo que ya declaró en su comparecencia en la Comisión de Investigación sobre la Operación Cataluña en el Parlament catalán en julio de 2017. Martín-Blas se refirió al citado informe elaborado por la UDEF como «una chapuza» al que «alguien puso sal y pimienta». En dicha declaración, el comisario jubilado negó tener ninguna relación política o personal con el Partido Popular; negó haber coaccionado a los directivos de la Banca privada de Andorra (BPA) para conseguir la información bancaria sobre Jordi Pujol, Junqueras o Artur Mas; y negó conocer a Villarejo. Lo que sí reconoció fue que la detención del pequeño Nicolás en octubre de 2014 fue lo que provocó «una ruptura casi total» con sus superiores en el Cuerpo. Y que se utilizó dinero de los fondos reservados para pagar a algunos de los informadores de la Operación Cataluña.
