«Cataluña abre una nueva etapa, los catalanes han decido abrir una nueva etapa». Salvador Illa consigue un resultado histórico. Nunca antes el PSC había ganado las elecciones en Catalunya en votos y en escaños. Aunque no sean suficientes para gobernar, Illa ya ha mostrado su intención de hacerlo: «Corresponde al PSC liderar esta nueva etapa», aseguró en una noche electoral de infarto. Los datos harían pensar en un tripartito de izquierdas con ERC y los Comuns, pero Aragonés, con un batacazo histórico, habló de hacer oposición por lo que quedó todo en el aire. Junts fue la única fuerza independentista que subió en votos y escaños, pero Puigdemont abrió la puerta a un gobierno separatista, pero los números no dan. Sea como sea, Illa tendrá que pactar ¿Pacto de gobierno o pacto de investidura? Con un tablero tan complicado en la cabeza de muchos queda la idea de la repetición electoral…
«Asumo la responsabilidad. En cuanto se haya constituido la mesa del Parlamento mostraré mi voluntad de concurrir a la presidencia de Cataluña. Lo haremos con el ánimo de unir a los catalanes y servir a Cataluña». Salvador Illa se mostraba eufórico con los resultados ya oficiales: 42 escaños y un 28% de los votos, un dato histórico para el PSC, que lo podría convertir en el próximo president de la Generalitat. «Tras 45 años de historia el PCS ha ganado las elecciones de Cataluña en votos y en escaños», comenzó diciendo Illa. Han pasado 14 años desde que el PSC de Montilla gobernara en Cataluña. Desde entonces los catalanes han vivido un procés independentista que ha durado una década, una declaración unilateral de independencia, los indultos, la ley de amnistía…
«Cataluña se pone en marcha. Con respeto a todos y con ambición de liderar económicamente España», aseguró un ambicioso Illa, que afirmó rotundo que «las políticas del gobierno de España de Pedro Sánchez sobre Cataluña han sido determinantes para este éxito histórico del PSOE». La frase más repetida en la noche electoral por parte de los socialistas fue «Ha merecido la pena», asegurando que los resultados legitiman la política del presidente del Gobierno.
«Cataluña abre una nueva etapa, los catalanes han decido abrir una nueva etapa», enfatizo Illa entre vítores de los socialistas. No es para menos, la subida socialista (9 escaños más) va en paralelo a un descalabro independentista, que entre todos suman 61 escaños (un 43% del total), uno de los peores resultados de la historia frente a los 74 diputados de las elecciones de 2021. Las urnas han confirmado el cambio de ciclo en la política catalana que se veía viendo desde hace tiempo. Junts sube, pero el independentismo se hunde. Junts se convierte en la primera fuerza separatista.
Illa tiene que pactar… o habrá repetición de elecciones
No dijo ni una sola palabra Salvador Illa en su intervención de los pactos obligatorios a los que va a tener que llegar para ser president. «Vamos a dejarlo a la intimidad. Vamos a dejarlo para mañana, voy a descansar un poco», se limitó a decir a la prensa tras la comparecencia pública.
Los datos dan la posibilidad de un tripartito de izquierdas con los Comuns, de Yolanda Díaz, que pierden apoyo electoral y que ya han tendido la mano para gobernar. La llave la tiene ERC que, con un batacazo histórico (pierden 13 diputados) tiene la llave de la presidencia de Illa. Pere Aragonés fue el gran perdedor de la noche, parece que los tres años de gobierno y el adelanto electoral le ha pasado factura en las urnas. Esquerra Republicana ha pasado de 33 a 20 escaños recibiendo 422.980 votos. «Hoy ERC hemos obtenido unos muy malos resultados», admitió Aragonés.
«Esquerra Republicana asumirá la voluntad de la ciudadanía y lo haremos desde la oposición» matizó el líder de ERC, lo que podría cerrar la puerta al pacto de gobierno con Illa, aunque sí podría ser haber un apoyo de investidura que evitaría la repetición electoral, que podría erosionar más aún al partido independentista. Aragonés aseguró que con los datos obtenidos deben ser PSOE y Junts los que se tienen que encargar de formar gobierno, echando el balón a otro tejado.
Subida de Junts, que se convierte en la primera fuerza independentista
La otra cara del independentismo estaba en la sede de Junts organizada en Francia. Con 669.756 votos (un 21,64%), los de Puigdemont se convierten en la segunda fuerza política en Catalunya y la primera separatista consiguiendo 35 escaños, tres más que en las elecciones de 2021. En su discurso, Carles Puigdemont lamentó en descenso del resto de fuerzas catalanistas e insistió en hablar de un gobierno independentista. Pero los números no dan: Junts ERC y CUP suman 59 escaños, insuficientes para los 68 diputados con los que se consigue la mayoría absoluta en el Parlament catalán.
«Somos los única fuerza independentista que ha crecido en votos y escaños, pero no ha sido posible para ganar las elecciones y menos para parar la caída de votos de los otras fuerzas independentistas», aseguró. Puigdemont ha culpado al PSOE de este cambio de guion y dice que ha llegado el tiempo para reflexión. El cabeza de cartel de Junts sí matizó que la peor de las noticias para la ciudadanía catalana sería una repetición electoral.
La CUP es la otra gran derrotada y reconocieron la debacle que ha supuesto la importante pérdida de votos y escaños. Los independentistas pasan de 9 a 4 diputados lo que impide que tengan grupo parlamentario propio, por lo que pasarán al Grupo Mixto. «Las cuatro trabajaremos para frenar a la extrema derecha», aseguraron.
Subida de la derecha y la extrema derecha
El dato más preocupante de los comicios catalanes es, sin duda, la entrada en el Parlament de la extrema derecha independentista de Aliança Catalana al conseguir 2 escaños. Sus modos los dejó claro su lideresa en la rueda de prensa tras conocerse los resultados: «No felicito a imperialistas», ha dicho al preguntarle si felicitaría a Illa. Vox repite resultados y se conforma con los 11 escaños.
Quien sí crece de manera exponencial superando a Vox como líder de la derecha es el Partido Popular: de 3 a 15 escaños. «Lo hemos pasado muy mal durante muchos años y nos merecíamos una noche electoral como esta para poder decir que el PP ha vuelto con más fuerza que nunca», dijo un eufórico Alejandro Fernández una vez, aunque no sea del todo cierto. Quince escaños son los mismos que consiguió Josep Piqué en las elecciones de 2003. En cualquier caso, el resultados electoral del Partido Popular es espectacular a pesar de que Feijóo no estaba convencido de que Fernández fuera el candidato idóneo. El líder de los populares ya ha convocado a todos los líderes territoriales en Génova para este martes.
La otra noticia es que desaparece del espectro político Ciutadans (Ciudadanos), el partido que nació precisamente en Cataluña liderado por Albert Rivera. En los últimos comicios, con Arrimadas como liderersa, consiguió 36 escaños. Hoy han conseguido en torno a los 20.000 votos. Incluso el partido animalista PACMA ha tenido más votos que los de Carrizosa, que aun así se presentarán a las próximas elecciones catalanas de junio.
Hasta el último voto
Fue una noche electoral de infarto para las izquierdas catalanas. Tan sólo un escaño determinaba la posibilidad de un tripartito progresista del PSC con ERC y los Comuns hasta el último minuto. Y no es una forma de hablar. Con el 94.75% de los votos escrutados aún no era posible este gobierno. Lo único que dejaban claro en ese momento los resultados era una subida histórica del PP, descenso del independentismo y la entrada de la extrema derecha independentismo catalana. Ha sido cuestión de un puñado de votos de la provincia de Lleida los que han marcado la diferencia. Apenas quedaban 7.000 papeletas por recontar y el gobierno de Catalunya estaba en el aire.
Fue con el 97,55% de los votos escrutados fue cuando las cosas por fin quedaron clara y los datos permitían un acuerdo, impidiendo que la situación quedara en el aire, lo que podría hacer pensar en una repetición electoral. Estando las cosas como están nadie puede decir que no vaya a suceder.
