El voto por correo en estas elecciones vascas ha aumentado en un 16% según los datos oficiales del Gobierno Vasco-Eusko Jaurlaritza. Yo no he votado por correo a pesar de que ya no es necesario rogar el voto para los residentes ausentes. Los residentes ausentes somos todos aquellos que, de forma permanente, vivimos fuera del territorio español. Aquí les voy a contar por qué no he votado. Los residentes ausentes solo tenemos la opción de votar bien por vía telemática o en los consulados y embajadas de forma presencial o por correo. Ya no existe la posibilidad de enviar directamente el voto a la circunscripción electoral correspondiente por correo. Me explico.
He votado muchas veces en el consulado y he decidido no volver a hacerlo porque, a pesar de mis preguntas en sede consular, nadie me ha explicado cómo llega ese voto que deposito en la urna consular a mi circunscripción electoral. La última vez que voté fue un sábado, el último día habilitado para la votación en las elecciones generales. La urna estaba casi vacía y fue el propio cónsul quien me atendió.
Me preguntó si yo era de una localidad pequeña. ¿Por qué? ¿Tal vez porque tendría la posibilidad de conocer a los que están en la mesa electoral y preguntar si había llegado mi voto? Esa misma mañana había consultado yo en la página web el número de votos que se habían depositado. Al día siguiente habían retirado el número de votos de la página web del consulado. Ese dato ya no se podía consultar. El voto exterior no está custodiado por el pueblo en ningún momento tal y como manda la ley. La custodia popular comienza cuando llega a la mesa electoral correspondiente. Demasiado tarde.
¿Qué pasa con el voto exterior después de que lo deposite en la urna consular?
El voto en consulados me produce mucha desconfianza porque España dispone de 157 consulados de carrera y 666 consulados honorarios, en total son 833 representaciones consulares a nivel mundial. Desconozco si se puede votar por correo en los consulados honorarios, pero aunque fuesen 157, la tarea logística de transportar y hacer llegar los votos a las mesas electorales correspondientes es ingente. Debido a todo lo anterior, me surgen algunas preguntas. Si alguno de los funcionarios que estén involucrados en este proceso pudiesen responderlas, los votantes del registro CERA se lo agradeceríamos.
- ¿Se transporta la urna precintada desde el consulado al Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid? ¿O bien se le retira el precintado y se depositan los votos en sobres o cajas?
- Cuando llega la urna o, en su caso el sobre con los votos, al Ministerio de Asuntos Exteriores, ¿qué procedimientos hay? Cuando llega la urna, ¿se desprecinta? ¿Quién lo hace y está ese proceso bajo custodia ciudadana?
- ¿En qué momento del proceso se distribuyen los votos hacia las respectivas circunscripciones electorales? ¿Qué personas distribuyen los votos? ¿Son funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid?
- ¿Cómo se transportan los votos desde el Ministerio a las respectivas mesas electorales? ¿Vía Correos?
- ¿Cómo y cuándo le llegan los votos de los residentes ausentes al presidente de la circunscripción electoral? ¿Hay un registro de entradas y salidas?
El Ministerio de Asuntos Exteriores debería publicar el número de votos del exterior distribuidos por consulados para poder cuadrar las cuentas de la voluntad popular. Si se depositan 100.000 votos en consulados, deberían llegar 100.000 votos a las mesas electorales.
De momento, no existe ninguna posibilidad de comprobar si es así. Sería una buena iniciativa de transparencia poder conocer de forma rápida cuántos votos se han depositado en qué consulados y cuántos votos del exterior se contabilizan en las diferentes circunscripciones electorales. Se podría hacer esta experiencia en las elecciones autonómicas de Euskadi para estudiar su viabilidad ya que son solo tres circunscripciones electorales.
El voto desde el exterior pasa por muchas manos y, en cada paso, se podría, en teoría, manipular el interior del sobre con los votos. Es muy fácil. Con guardar los talonarios de papeletas de unos cuantos amigos y los sobres correspondientes estaría hecho. Si tiene usted un amigo en una imprenta, le podría imprimir sobres y talonarios sin ningún problema. De hecho, los consulados disponen de las papeletas electorales según información del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Imaginemos por un momento que alguien desea alterar la voluntad popular. Con abrir el sobre, extraer del interior la documentación oficial de inscripción en el registro CERA y la fotocopia del pasaporte, está hecho. Se habilita el nuevo sobre, se retira el voto original y se introduce el voto que desea el manipulador que gane. Y describo todo esto porque lo de manipular eleciones es algo bastante habitual en España.
Recuperar la confianza de los residentes ausentes
Sólo confiaría en el voto por correo exterior si el presidente de la mesa electoral me mandase una foto del anverso de la carta dirigida a la mesa electoral en la que yo pueda escribir y sellar con tesafilm algo que yo elija. Solo en ese caso estaría segura de que lo que hay en el sobre es mi voluntad y nadie ha manipulado su interior. Con habilitar un código que se podría pegar en el anverso de la carta sería suficiente. Mediante ese código el presidente de la mesa podría acusar recibo del voto.
Si se vincula un correo electrónico a ese código, el votante tendría la certeza de que su voto ha llegado a buen puerto. Ante todo lo anterior, deseo que los votantes inscritos en el registro CERA volvamos a tener el derecho de votar por correo en nuestras mesas electorales directamente sin intervención de los consulados. Este procedimiento sería más seguro, transparente además de más barato. Decía Lenin que la confianza está bien, pero el control es mejor.