Activista de "Doñana somos todos". Foto Eduardo Briones / Europa Press 12/4/2023

Doñana y sus perlas rojas

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En punto de mira de Alemania por ser el mayor importador de fresa de España. De las 129.000 toneladas que importa, la mayoría proviene de España porque es la mayor productora de fresa de Europa con 360.000 toneladas producidas en 2021 según los datos de Statista. Unas 324.000 proceden de Andalucía, en concreto de Huelva que es el mayor huerto de fresa de Europa.

En producción, le siguen Polonia con 174.000 toneladas y Alemania con 130.000. En Alemania, unas 30.000 toneladas se cultivan en invernaderos mientras que las restantes 90-100.000 son fresas al aire libre. El abastecimiento de agua está asegurado.

Producción y consumo de fresa

Los alemanes consumen 3,7 kilos de fresa por persona y año. Por lo tanto, no pueden cubrir la demanda nacional con lo la producción propia. Importan muchos miles de toneladas de España. Estos números son importantes porque la demanda de fresa en Alemania se mantiene más o menos constante desde hace décadas con una ligera tendencia al alza

Algo de lo que no somos conscientes y sobre lo que los alemanes inciden mucho es la cantidad de agua que se necesita para producir 1 kilo de fresa. En un reciente artículo de Süddeutsche Zeitung se afirma que para cosechar un kilogramo de fresa se necesitan unos 300 litros de agua. Otro dato importante es si este agua es agua de precipitaciones (agua verde) o es agua proveniente de fuentes subterráneas (agua azul). Y aquí está el quid de la cuestión en lo que se refiere a Doñana.

Ya en el 2015, la asociación alemana por la defensa de la naturaleza NaturFreunde se lamentaba de que el 70% de las fuentes que abastecían de agua a las explotaciones freseras de Huelva se habían cavado de forma ilegal lo que ocasionaba un descenso pronunciado del nivel de aguas subterráneas. ¿Y por qué habrían de estar los alemanes tan sensibilizados?

En parte, porque la fresa autóctona irrumpe en los mercados alemanes tradicionalmente en junio. Desde hace algunos años, se puede comprar fresa de España en febrero. De ahí que la fresa esté en el centro de atención de restaurantes y supermercados. Sabor, olor, tamaño y precio son temas de debate habitual, también entre amigos. Y es que la tarta de fresa en junio y las fresas con nata son sagradas.

No sería dramático si estuviésemos hablando de otro lugar, pero precisamente el cultivo intensivo de fresa y otros frutos rojos en Huelva afecta directamente al coto de Doñana, el cual ha registrado un retroceso significativo en sus humedales. Doñana es una zona de tránsito para las aves migratorias que vuelan de África a Europa en primavera y hacen el viaje de vuelta en otoño. Si desaparece, es posible que afecte a las aves migratorias de forma drástica y, en consecuencia, al equilibrio de los ecosistemas a nivel europeo.

Trabajadoras en la finca de arándanos ‘Los Vuelos’ en Lucena del Puerto. Huelva (Andalucía, España), a 10 de marzo de 2021. Foto: María José López / Europa Press

Es muy revelador el nulo eco mediático que han tenido los informes de WWF que hablan del «robo del agua«. Sus datos son demoledores. En el caso de Doñana, WWF estima que unas 4.700 hectáreas en las cercanías de Aljarafe se riegan con agua extraída ilegalmente. Para hacernos una idea de la superficie, es lo que equivale a 5700 campos de fútbol.

Doñana ha saltado a la palestra mediática en estos momentos porque hay elecciones en Andalucía a finales de mayo, pero WWF denuncia otro caso de mayor envergadura: El parque nacional de Tablas de Daimiel en Ciudad Real. Según los datos que maneja WWF, 51.465 hectáreas de regadío se riegan con agua extraída ilegalmente lo que equivale a 62.300 campos de fútbol. Habrá que esperar a las siguientes elecciones para que los medios se hagan eco de este delito flagrante. Es lo que ocurre cuando el secano se quiere transformar en regadío por el mero afán de lucro de unos pocos, los de siempre.

Vista de las Tablas de Daimiel, a 26 de abril de 2023, en Ciudad Real, Castilla- La Mancha (España). Patricia Galiana / Europa Press 26/4/2023

La fresa y Doñana

Los periódicos alemanes se han hecho eco de las noticias que están saliendo las últimas semanas en los periódicos españoles en lo que se refiere al peligro que corre el coto de Doñana si el nivel de acuíferos subterráneos desciende aún más. El bávaro Süddeutsche Zeitung señala en un reciente artículo que el descenso de los acuíferos está directamente relacionado con las perforaciones ilegales en aumento para extraer agua de riego. Esas perforaciones afectan a los humedales de Huelva que ya no son tales porque, algunas zonas, son ya desérticas. Flora y fauna se han visto afectados de forma drástica. La población de aves acuáticas ha pasado de 470 000 a 80 000 ejemplares en poco tiempo.

Habría que clausurar esas fuentes ilegales pero parece que no van los tiros por ahí ahora que hay elecciones en mayo. En lugar de sancionar a aquellos agricultores que han perforado fuentes, lo que pretende hacer Juanma Moreno es legalizar las 1900 hectáreas donde se riega de forma ilegal. WWF incide en la competencia desleal que supone que unos agricultores rieguen de forma ilegal sin coste alguno más allá de la perforación y otros paguen todas las licencias además del coste del agua.

Parece que la alarma social es mayor en Alemania que en España a juzgar por la cascada de artículos que se han publicado luego de la advertencia de la Comisión Europea a España de que el proyecto de ley del PP en Andalucía contraviene la legislación europea según recogía Junge Welt.

De hecho, los agricultores de la zona de Doñana se quejan desde UPA (Unión de pequeños ganaderos y agricultores de Andalucía) en 2023 de que la cosecha será notablemente inferior a la cosecha de 2022 por el frío y la escasez de agua. Además, exigen que la política de precios sea más transparente porque insinúan que las distribuidoras tienen un alto margen de ganancias. Se les paga la fresa a 2€ en origen y se vende a 6-7 euros en los supermercados.

Ahora bien, las estrecheces que pasan los pequeños agricultores les afectan menos a las grandes freseras porque tienen más margen de maniobra con las distribuidoras. Son tanto grandes freseras como las distribuidoras las que influyen en la política de Andalucía. A los pequeños productores solo se les nombra justo antes de las elecciones. Es el truco de la estampita.

Los puestos de trabajo

La fresa goza de un peso económico considerable en Andalucía al dar trabajo a 100.000 personas según afirma ZDF. Además señala que representa el 8% de los ingresos brutos de Andalucía. Estos datos no me cuadran, pero también Europa Press afirma que representa el 8% del PIB. ¿Pueden 100.000 trabajadores crear el 8% del PIB en una comunidad de unos 8,5 millones de habitantes? Sería bueno que los economistas nos explicasen cómo el 1,17% de la población que trabaja en el sector peor pagado -el agrario- genera el 8% del PIB de toda una autonomía.

Los puestos de trabajo que ven peligrar los políticos no son más que palabrería electoral porque gran parte del trabajo de cosecha lo realizan temporeros con jornales de miseria. Después del 28 de mayo cambiará el relato que se centrará, tal vez, en la fresa como motor económico de Huelva y la escasez de agua verde por la falta de lluvias. Antes de las elecciones, los enfrentamientos esgrimiendo argumentos tan manidos como que el gobierno central perjudica a las familias de agricultores se multiplican, insinuando que se perjudica pequeñas explotaciones de fresas. Nada más lejos de la realidad.

Pero, lo cierto es que la mayor parte de las explotaciones agrícolas que se dedican al cultivo y comercialización de la fresa son macroexplotaciones. Las casi 100.000 personas que trabajan en la cosecha de la fresa vienen denunciando desde hace años su situación laboral precaria.

Agricultores y terratenientes en Doñana

La agricultura de la fresa es monocultivo de macroexplotaciones que mueve mucho dinero anualmente y cuyos beneficios no han hecho sino aumentar en las dos últimas décadas. Está meridianamente claro que el gobierno de Andalucía se ha alineado desde hace mucho tiempo con los productores de fresa. Hay 35 empresas de fresa en Huelva.

El dinero que se mueve parece estar relacionado con laureles que reparten los grandes empresarios de la fresa a diestro y siniestro. No hay más que ver el elenco de premiados por la asociación de productores de fresa Freshuelva cuyo más alto galardón ha ido a parar a Juanma Moreno, presidente de Andalucía. ¿Por qué habría de premiar la asociación de productores de fresa al presidente de una autonomía? A botepronto se me ocurre que podría ser porque le devolverá algún regalo en forma de ley. El hecho de que los acuíferos se estén explotando de forma ilegal y 1600 plantaciones de fresa no tengan ni la correspondiente licencia poco parece importarle al PP. Priman las ganancias cortoplacistas.

Y luego está el capítulo se «colaboradores». Adesva, La Caixa, Fundación Caja Rural, Ecovalia, Fand y Garrigues. Si se consulta sus páginas, nos da una idea de qué tipo de actividades realizan. El bufete de abogados Garrigues, fundado por el padre de un embajador en los EEUU en la España de Franco, se vanagloria de haber recibido numerosos premios internacionales por ofrecer servicios de asesoría integrales a sus clientes.

Avances tecnológicos en la producción de fresa

Maximizar las ganancias es también primordial en el sector de la fresa. El sexto Congreso Internacional de las Frutos Rojos presentaba, entre otros, tecnologías de los espectros rojo y azul de la luz que favorecen la floración temprana y, en consecuencia, generan un incremento notable de la producción que se traduce en más ingresos para el productor. No solo eso, estos plásticos innovadores de los invernaderos también tienen efectos beneficiosos para combatir las plagas más habituales y además reducen el consumo de agua. Todo ello tiene un impacto positivo en los costes que disminuyen considerablemente.

El potencial que tienen estos nuevos descubrimientos para incrementar el margen de beneficio parece haber contribuido a que el gobierno de Andalucía pretenda recalificar tierras de secano colindantes al parque de Doñana para convertirlas en tierras de regadío. Sacar al mercado productos meses antes que lo que marca la naturaleza genera ganancias sabrosas. Nos lo venderán como creación de empleo.

Las protestas de los verdes se repiten desde hace años y ya a principios de la década de 2010 luchaban para volver a los hábitos de consumo estacional, prescindiendo de frutas y verduras de fuera de época. Ahora bien, estos descubrimientos también podrían ser aprovechados por los agricultores alemanes y de otros países nórdicos que ya hicieran ensayos para cultivar fresas con calefacción en invierno. Además, ya hay plantaciones de fresa en el Tirol austríaco que se cultivan la fresa en jardineras lo que facilita la recogida al no tener que agacharse el jornalero. Veremos cuándo se desata la guerra de la fresa en Europa.

El conflicto con la UE

Los intereses de la explotación fresera son tales que ni la amenaza de sanción con multas cuantiosas por parte de la UE parecen haber afectado a la decisión de Juanma Moreno de seguir adelante con sus planes. Y que la UNESCO haya insinuado que se está debatiendo si retirar a Doñana del catálogo del patrimonio de la humanidad debería hacer saltar todas las alarmas, porque ese tipo de medidas no son nada habituales.

Que esas irregularidades no merezcan ni una brizna de reproche por parte del PP debería hacernos reflexionar. Es lo que resalta el periódico alemán TAZ. El periódico se mofa del plan de Juanma Moreno de irrigar nuevas plantaciones en tierras de secano por medio de tuberías inexistentes procedentes del Guadalquivir. Menos mal que los alemanes están lejos. Si Juanma Moreno hubiese dicho tal cosa en Alemania, ya se lo habrían quitado del medio en un santiamén.

Tal vez, la transición ecológica culmine por el encanto que tienen las explotaciones pequeñas que también pueden ser rentables si la venta se realiza en el ámbito local.

Pilar Larrañaga

Periodista. Escribe sobre política europea y arte. Las decisiones que se toman en Bruselas y sus efectos sobre los ciudadanos europeos. El arte entendido como eje fundamental en la formación del ser humano.