Tal vez su nombre no resuene en la mente de los madrileños tanto como los de otros adversarios, pero Aruca Gómez, candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Ciudadanos, llega con la fuerza de quien cree firmemente que puede cambiar el mundo. Tal vez porque desde niña se crió en el ambiente de la política rural, de la política cercana que intentaba resolver los problemas de personas con nombre y apellidos.
Su mensaje pasa por modernizar Madrid. Hacer de la comunidad un referente en inteligencia artificial para evolucionar en todos los ámbitos, sin dejar de lado a las personas más vulnerables. Humanidad por encima de todo con un discurso enérgico y fluido que no necesita papeles en los que escudarse.
Ciudadanos se fundó en 2006. ¿Qué queda de las bases asentadas por Albert Ribera, y más tarde por Inés Arrimadas, tras la catarsis?
Personas que no nos rendimos, que creemos que la versión liberal de la sociedad es la que tiene que triunfar. Personas que pensamos que el bipartidismo tiene un sistema amañado y un poco corrupto que no está llevando a cabo ningún principio ni nada útil en la política.
En los últimos años hay un desgaste que acaba siendo política más de entretenimiento que políticas públicas para cambiar el mundo. Es necesario erradicar esto porque se va perdiendo un poco el interés y hay grupos que aprovechan ese desinterés para cuestiones que no son nada halagüeñas. Y, como hemos comprobado, el mundo no siempre evoluciona, también puede involucionar.
Usted fue una de las personas que dejó el PP para embarcarse en esta aventura y es precisamente el PP el que está intentando llevarse el talento que hay en Ciudadanos. ¿Cómo vive la guerra entre partidos?
Empecé en el PP hace muchos años, a raíz de las asociaciones universitarias en las que he participado. Siempre me interesó la causa común, el interés general y formar parte de la comunidad en la que vivo para mejorarla. A partir de ahí entré, pero vi que el bipartidismo tiene un mecanismo, que creo que mis excompañeros acabarán comprobando, y es una manera de triturar gente. Son maquinarias que alguien dirige. Materia para ostentar el poder. Bastante secundario el interés general y las políticas públicas: Y muy alejado en la modernización de la sociedad y el interés para que esto mejore.
Aruca Gómez, Isabel Díaz Ayuso, Mónica García, Rocío Monasterio, Alejandra Jacinto. Excepto el PSOE todos los partidos presentan a una mujer como candidata a presidir la Comunidad de Madrid. Defíname en una frase el liderazgo femenino en la política española.
Yo creo que está muy masculinizado. Esto no lo digo porque no me parezca que el hombre tenga rasgos de su personalidad que sean tan beneficiosos como el de la mujer, sino porque creo que las mujeres que entramos en política no solo tenemos que abrir espacio para otras mujeres, sino que tenemos que cambiar el ambiente en el ecosistema en el que se desarrolla la política.
Una política que se desarrolla a las 21:00 h en cualquier bar o en cualquier cena no es una política que a una mujer le interese no solo porque tenga familia sino porque tiene hobbies, tiene otras dedicaciones, quiere simplemente compartir con su familia o con amigas tiempo.
Es un ecosistema poco colaborativo. Las mujeres somos muy colaborativas. De la crianza y de ayudarnos entre nosotros es de donde sale nuestra fuerza. Yo creo que el liderazgo humanista que se espera de una mujer, empático y comprensivo, no lo estamos viendo en las mujeres que están representando a otros partidos en la Comunidad de Madrid y yo estoy dispuesta a que eso cambie.
¿Qué aporta Aruca Gómez a estas elecciones en un momento en el que un gran número de personas ha dejado de creer en la política y en los políticos?
Una cuestión totalmente diferente. Yo entiendo la política útil, desde la colaboración. Hasta ahora siempre me ha preocupado la forma de hacer política y que no tejiésemos acuerdos y alianzas en lugar de cavar trincheras y destruir puentes.
Creo que estamos en un momento especialmente importante porque estamos pasando de una sociedad analógica a una digital y no podemos entrar de cualquier forma en la misma. Por ejemplo, a las personas mayores en lugar de darles acceso fácil a esa sociedad digital les estamos obstaculizando, haciendo sentirse inútiles.
Ver sufrir a alguien por algo que tú estás creando es algo que muchos no nos podemos permitir. Tenemos que avanzar a la velocidad a la que se aplican estas políticas porque no nos queda mucho tiempo y tenemos a nuestra disposición innovación, ciencia y tecnología para hacer que esto sea algo que nos lleve a todos de la mano. No podemos esperamos sentados a que las cosas se resuelvan solas.
Como experta en coaching ¿cómo reforzaría el liderazgo de algunos políticos de primera fila?
Lo primero que reforzaría es conocerse a sí mismo. Mucha gente no ve la impresión que da o lo que transmite cuando está hablando. Muchas veces tratamos de ser otra persona, a través de la comunicación política o de otro tipo de herramientas que hemos utilizado durante años. Lo fundamental en política es ser auténtico y tener una coherencia entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Pero tienes que hacer algo para ser conocido por los hechos y que esos hechos sean confiables y generan confianza. Esa forma de encadenarlo se ha perdido.
Nos hemos quedado en lo que dices, lo que dices no tiene que ver con lo que piensas sino con lo que dicen las redes… Estamos creando una sociedad que no tiene un propósito de ir hacia una dirección sino de ir parcheando e intentar ostentar el poder diciendo a la gente lo que quiere oír. Todos queremos oír determinadas cosas, pero sabemos que hay que hacer otras y somos maduros como para poder escucharlas.
Crecer viendo la política como algo natural (su tía fue alcaldesa de un pueblo de Toledo) ¿cómo le ha marcado a la hora de ejercer en este complicado mundo?
Me ha marcado en dos cosas básicas: escuchar y responder con soluciones a lo que te plantean los ciudadanos. Yo siempre resumo mi labor política con una frase: el día que me acueste y no haya mejorado la vida de una persona en algo será un día perdido porque lo tienes en tu mano. Es tiempo que estás gestionando mal y no estás haciendo tu trabajo.
Es una firme defensora de las nuevas tecnologías. De hecho, denomina a PP y PSOE como el “eje analógico”. En un momento en el que la transformación digital es una realidad, ¿cómo puede la tecnología ayudar a llevar a cabo una política más inteligente, como usted propone? ¿Qué resultados debería darnos esa política inteligente?
La Inteligencia Artificial, que se basa en el tratamiento de datos, en la Administración es una llave fantástica para todo. Hemos estado hablando con el Colegio de Trabajadores Sociales. Tener una identidad digital social y un historial social te abre las puertas a poder prever con tiempo los recursos que van a utilizar en la Administración. Que esos recursos estén cerca de su casa. Que estén previstos en el tiempo para que no tengan que entrar o salir del circuito. Que se pueda ver para comprobar si esa persona evoluciona o no y sale de esa trampa de la pobreza.
En Sanidad para predecir diagnósticos, para valorar a las personas, para hacer el trabajo administrativo que están llevando a cabo los médicos y que les quita vocación.
La educación personalizada porque no es de recibo que nos acostumbremos a ser los últimos en PISA (estudio llevado a cabo por la OCDE a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos).
Profesionales de muchos sectores van a verse amenazados por la Inteligencia Artificial. ¿Los políticos y las políticas están en esa lista?
Hay una charla TED que habla sobre cómo puede sustituirse a los políticos por la inteligencia artificial. Yo creo que la labor humana nunca va a ser sustituible y por eso digo que la docencia y la sanidad, que son dos pilares fundamentales en el Estado de Bienestar, son los fundamentales. Hemos descubierto durante la pandemia que la humanización de las personas es imprescindible. No podemos negar que eso es a lo que tenemos que dedicarnos. Todo lo demás lo acabará haciendo una máquina para que nosotros podamos disfrutar de ese tiempo libre que tanto deseamos. La sociedad a la que yo quiero contribuir es que el lunes sea igual que el viernes.
¿Cuál es su propuesta en educación, además de la Inteligencia Artificial?
Para nosotros la Inteligencia Artificial es algo básico para personalizar el aprendizaje. La máquina es capaz de detectar el patrón a medida que tú vas resolviendo, por ejemplo, problemas de matemáticas. Sabe dónde te confundes y la propia máquina te plantea opciones para que puedas entender en qué fallas. Queremos que los docentes sean vocacionales y que estén en el trato humano y en todas las cuestiones que necesita esa decisión humana.
A pesar de que el número de parados descendió en el último trimestre del año pasado en España, en Madrid ascendió en 80.000 personas. ¿Qué políticas erróneas se están llevando a cabo en la comunidad para que esto ocurra? ¿Está dejando de ser Madrid la locomotora de España?
No está modernizándose y lo que más me preocupa es que ahora que tenemos el dinero de Europa para que se produzca esa modernización, a partir de 2026 se retiran todos los recursos extraordinarios. Apostamos porque Madrid sea un referente en inteligencia artificial y de esta manera poder duplicar el producto interior bruto en cinco años. Queremos ser pioneros en eso. Nos ayudaría en todos los sectores productivos a mejorar la productividad y volver a la cabeza de un lugar de vanguardia.
Si seguimos con los partidos de siempre vamos a conseguir lo de siempre porque los programas electorales se convierten en listas de la compra o en cartas de restaurante.
¿Están en contacto con las empresas tecnológicas para fomentar esto?
Claro. Somos creyentes de la colaboración público-privada. Creemos que debería haber una red de trabajo en la que fuera habitual que incluso en los edificios públicos hubiese personas de diferentes empresas con la normalidad de desarrollar un gran número de herramientas en la sociedad.
Además, queremos cambiar el sistema de gobierno que tiene la Comunidad de Madrid porque está organizada y estructurada en compartimentos estancos. Creemos que ya no tiene ningún sentido tener educación en un compartimento, sanidad en otro…
Consideramos que debe haber un consejo de administración y directivos públicos que se pongan de acuerdo para tener todas las perspectivas en esos temas y establecer prioridades. Madrid tiene que tener prioridades y los ciudadanos tienen que saber cuáles son las mismas, el porqué de las mismas. Tienen que saber que las estás evaluando y que si no funcionan hay que modificarlas. No podemos pedir a los empresarios que hagan magia con sus empresas y nosotros no hacer esa misma magia en la Administración. Los ciudadanos deben ser mucho más exigentes con lo que pedimos a nuestros políticos.
Espinoso el problema de la sanidad en Madrid. ¿Cómo resolvería las demandas de los sanitarios?
Algo que no entiende la gente que se dedica a la política, sobre todo en la Comunidad de Madrid, es que quienes prestan los servicios son personas que ayudan a otras personas y tienen que estar en las mejores condiciones para dar el servicio. Hay que cuidar a quien cuida para que puedan seguir llevando a cabo un trabajo de calidad.
Consideramos a los empleados públicos colaboradores y cooperantes de ese servicio. Es injusto el trato que Ayuso ha dado a los sanitarios. Debemos tener en cuenta sus condiciones laborales, mejorar el tratamiento de datos que puede hacer que sea una organización mejore. Y una vez que veamos cuál es la película, cuál es la imagen principal de toda la sanidad, poner los recursos que sean necesarios. Queremos que Madrid sea la comunidad más saludable de Europa. Queremos que la salud empiece a ser preventiva.
En una reciente visita a Down Madrid se comprometió a defender el derecho a ser diferentes. ¿Cómo materializarían sus propuestas en el ámbito de la discapacidad?
Yo lo he tenido muy cerca y creo que la principal fuente de mi empatía personal es haber vivido con personas con discapacidad. Entiendo que la figura del asistente personal es fundamental. Nosotros lo vamos a poner en marcha. Hay muchísimos temas que llevan 20 años sin resolverse. El factor humano es esencial, todo lo demás lo va a poder hacer en una máquina.
Alguna vez ha afirmado que es una persona de alianzas. ¿Qué alianzas necesita Madrid y con quién estaría dispuesta a llevarlas a cabo tras las elecciones si fueran decisivos en la Asamblea?
Necesitamos ser decisivos porque si no no vamos a poder cambiar nada. Al ser decisivos los que tendrán que plantearse si quieren alianzas para cambiar el mundo con la tecnología para ser punteros y cambiar nuestra comunidad, serán los demás partidos.