El tiempo empleado en los discursos ha sido lo más destacado de una sesión en la que la formación de ultraderecha ha dado la oportunidad al presidente del Gobierno de volver a mostrar los logros económicos de su gestión. “Asimov explicó la historia del Imperio Romano en el mismo tiempo”, ha remarcado el profesor Tamames, candidato a la presidencia de la moción de censura, sobre la hora y cuarenta minutos que ha empleado el líder del Ejecutivo para defender su gestión. Una intervención en la que hasta los propios diputados de la bancada socialista han estado más pendientes de sus teléfonos móviles que de las palabras del presidente.
El líder VOX, Santiago Abascal, ha sido el encargado de defender la moción de censura al Gobierno que ha comenzado este martes en el Congreso de los Diputados. El diputado de extrema derecha ha comenzado su discurso cargando contra la prensa y contra quienes han catalogado esta iniciativa como una “mala broma, un disparate, un circo o una tertulia televisada en directo”. También ha señalado que “da igual” de lo que hoy se hable aquí porque “los titulares y los editoriales de mañana ya están escritos, igual que las necrológicas de los personajes importantes”.
Abascal ha continuado su intervención mencionando las maldades que el Gobierno de Pedro Sánchez ha llevado a cabo durante la legislatura, afirmando que plantean la moción porque es “imposible rebajar aún más la dignidad de un parlamento”. También ha hecho hincapié en la capacidad para mentir del líder del Ejecutivo, al que ha acusado de necesitar “solo 24 horas” para engañar a sus electores.
En este sentido, ha pedido a Sánchez que no disimule los motivos de la derogación del delito de sedición o la reforma de la malversación, realizadas por encargo de Bildu, ERC y los “corruptos de su partido”. En la misma línea ha insistido en que el Gobierno pisoteó la Constitución restringiendo derechos y libertades con la aprobación del Estado de Alarma durante la pandemia.
Los mantras de la ultraderecha
Ante la sonrisa de Sánchez durante la intervención de Abascal, el líder de VOX ha enfatizado en todas las veces que para él, el presidente del Gobierno se ha reído de sus electores y de los españoles con políticas que “perjudican y perjudicarán durante mucho tiempo”. Así, se ha referido a la pandemia del COVID-19 y el origen del virus, cuestionándole al presidente si va a pedir responsabilidades al gobierno del gigante asiático o si “se va a reír de la ruina que el comunismo chino ha traído al planeta”. La misma formula ha utilizado para criticar lo que él entiende como una política de fronteras abiertas en materia de inmigración, señalando que Sánchez se ríe cuando VOX habla del yihadismo.
Para el Ministerio de Igualdad también ha tenido unas palabras, llamando “frívolas y totalitarias” a las mujeres que están al frente del mismo y que según él son las responsables de aprobar una ley, la del “solo sí es sí”, que está dejando en la calle a “agresores sexuales y pederastas”. Como suele ser habitual en sus intervenciones, Abascal también ha cargado contra la ley trans diciendo que permite a organizaciones de “degenerados” convencer a niños para que “se mutilen con daños irreparables en sus cuerpos y en sus mentes”. En su línea, ha vuelto a acusar al gobierno de “desproteger y borrar a las mujeres”.
También se ha visto muy molesto a Abascal con quienes “tantas veces han decretado la muerte de VOX”, y ha mostrado su convencimiento, parafraseando a Joaquín Sabina probablemente por error, de que para esta moción de censura: “Sobran los motivos”. Asimismo, el líder de VOX ha pedido al Partido Popular que se replantee la abstención y que voten juntos para empezar a entenderse mañana. Como última muestra de su rancio repertorio, Abascal se ha referido al código de vestuario empleado en el Congreso. “Para proteger el decoro de esta Cámara, no creen que debería vestirse bien”, ha señalado ante la protesta e incredulidad del resto de formaciones políticas.
La sonrisa de Pedro Sánchez
En su turno de intervención Pedro Sánchez no ha perdido la sonrisa. Se lo ha puesto fácil Abascal con su discurso de odio hacia los colectivos más desfavorecidos de la sociedad. No ha dejado pasar la oportunidad el presidente del Gobierno para recordarle que esta va a ser la segunda moción de censura que plantea que no sale adelante. En esta ocasión en lugar de apelar a la falta de valentía del líder de la ultraderecha, le ha bastado con llamarle “telonero” y remarcar que se esconde “detrás de un candidato de circunstancias”.
También ha incidido en que está moción de censura, a la que ha calificado de “show parlamentario”, sirve para comprobar lo que tiene que aportar VOX a la política nacional: “Son el glutamato de la derecha, un simple potenciador del sabor extremo y radical”. Así, ha acusado a Abascal de no presentar ni una sola propuesta sobre qué se debe hacer en España y le ha afeado la “retahíla de descalificaciones” frente a quienes más necesitan de los servicios públicos como son “las mujeres, los extranjeros y los homosexuales”.
Un mitin en toda regla
Ante el apocalipsis que siempre describe Abascal sobre la gestión del Gobierno, el presidente ha utilizado su turno de palabra para volver a destacar los logros del Gobierno de coalición, como hace cada vez que no tiene el tiempo limitado en sus intervenciones. Los 45.000 millones invertidos en proteger a las clases medias y trabajadoras, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la reducción de la brecha salarial, la subida de las pensiones en función del IPC, la creación del Ingreso Mínimo Vital y los avances en derechos sociales logrados durante la última legislatura con las iniciativas aprobadas por el Ejecutivo en materia de igualdad, entre otras muchas cosas más.
Una intervención, que después casi ha calcado al debatir con el candidato Ramón Tamames, en la que ha contrapuesto los dos modelos de gestión que se han empleado en España para hacer frente a las últimas crisis. El “progresista”, que es el que aplica el gobierno de coalición y que amplía la “cobertura” de las clases populares, frente al modelo “neoliberal” que aplicó el Partido Popular durante la crisis financiera y cuyo resultado fue “desgarrador” por los recortes en prestaciones sociales.
En definitiva, Sánchez ha esgrimido ante sus dos interlocutores que esta moción de censura no se hace por la “unidad de España” ni para cambiar nada, sino que se hace para “tumbar” a un Gobierno legítimamente elegido en las urnas y que no le gusta ni a Tamames, ni a VOX ni al PP. A modo de conclusión, Sánchez ha destacado que no va a haber “marcha atrás” en España, gracias a lo conseguido durante los últimos tres años, y que “el dictador no va a volver a su mausoleo como ustedes pretenden”.
