La reforma de la ley del “solo sí es sí” sigue copando la actualidad política. Después de que el PSOE haya registrado una proposición de ley para modificar el texto, sin haber llegado a un acuerdo con Unidas Podemos, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha declarado esta mañana en el programa Hoy por hoy de la Cadena Ser que “con una herida” es suficiente para demostrar que ha habido violencia e intimidación en las agresiones sexuales.
Esta proposición de ley plantea que en lugar de que solo exista un tipo penal de agresión sexual (como ocurre con la actual legislación del “solo sí es sí” en la que se considera que cualquier delito sexual implica violencia e intimidación, y se emplea como agravante la “violencia extrema” para aplicar la horquilla superior de penas), se creen dos subtipos penales: uno en el que haya violencia e intimidación y otro en el que no, para así aplicar penas distintas en función de la gravedad del delito.
Así, a pesar de que desde el PSOE defienden que su reforma no afecta al consentimiento como elemento nuclear de la norma, desde Unidas Podemos consideran que, con esta modificación, se volvería a situar la violencia y la intimidación como elemento central de la ley y se sometería de nuevo a las mujeres al calvario probatorio que sufrían con el anterior Código Penal. Más allá de las diferencias, ambas formaciones, y sus socios preferentes de legislatura, apuestan por alcanzar un acuerdo y no retroceder después del gran logro que ha supuesto poner el consentimiento como elemento principal en los delitos sexuales.
Corregir los efectos indeseados
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido hoy al Congreso de los Diputados para presidir la reunión del Grupo Parlamentario Socialista. Durante su intervención, no ha dudado en calificar a la ley del “solo sí es sí” como “una buena ley”, que “protege la integridad sexual” y que supone “un avance en los derechos de las mujeres”. Sin embargo, ha reconocido que desde su entrada en vigor la ley “ha tenido algunos efectos indeseados en su aplicación”.
Una ley, ha dicho, que surge de una “amplia reivindicación feminista”, que pretende garantizar que “cualquier agresión sexual sea perseguida sin culpabilizar nunca más a las víctimas y siempre al agresor”, y que sitúa en el centro “el consentimiento explícito por parte de la mujer”.
Asimismo, ha añadido que van a hacer lo necesario para corregir el problema y que no se vuelvan a producir rebajas de condenas en los delitos sexuales. Sobre los efectos indeseados de la ley, ha señalado que ese no era “ni el objetivo, ni el propósito” y que “ningún diputado, votara lo que votara, deseaba que se bajara la pena a un agresor en ningún caso”.
Volver al Código Penal de la manada
Irene Montero, ministra de Igualdad, a su llegada al Senado ha defendido la norma impulsada por su Ministerio. “Estamos en un momento difícil, enfrentándonos a un posible retroceso en los derechos de las mujeres y que todas las mujeres de este país sepan que vamos a trabajar para preservar el consentimiento en el Código Penal y para no volver a ese Código Penal de la manada basado en la violencia y la intimidación. Y también quiero que todas las mujeres sepan que sabemos que no es fácil probar la violencia y la intimidación sino que supone un calvario probatorio que se acabó con la ley del solo sí es sí”, ha explicado.
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha señalado que están dispuestos a negociar “cualquier otro detalle” de la ley “del solo sí es sí” pero que no van a deshacer “el avance feminista” que ha supuesto esta ley que “elimina el calvario probatorio” al situar el consentimiento en el centro del Código Penal. Sobre las negociaciones en el seno del Gobierno, ha acusado al PSOE de romperlas por haber filtrado a los medios de comunicación su propuesta y haber registrado una proposición de ley “unilateralmente”.
También ha aprovechado para destacar que, aunque “la mayoría” de los jueces están aplicando bien la norma, los jueces que la están aplicando mal “deberían pedir perdón a las víctimas”. Sobre la propuesta del PSOE de incluir los dos subtipos penales que incluyen en su proposición de ley, el portavoz de la formación morada ha señalado que desde su punto de vista “cuando hay una relación sexual no consentida, ya hay violencia”. Además, ha expresado que el PSOE les ha puesto “en una situación muy difícil” porque no van a pactar una vuelta al Código Penal anterior, y sobre las palabras de la ministra de Justicia ha sentenciado que lo que hacen es “confirmar que la propuesta del PSOE vuelve al modelo anterior”.
Asumir responsabilidades
“La sociedad española vuelve a ver cómo el Gobierno, en vez intentar arreglar lo sucedido, sigue discutiendo y continúa el espectáculo de enfrentamientos entre una parte del Ejecutivo contra la otra para evadir responsabilidades”, ha destacado Cuca Gamarra, portavoz del Partido Popular en el Congreso. Además, ha señalado que en la excarcelación y reducción de penas de agresores sexuales tienen la misma responsabilidad “tanto el Ministerio que la promovió, como el presidente y el resto de miembros del Ejecutivo”.
Asimismo, ha apelado al Gobierno a actuar “sin soberbia ni sectarismo” para solucionar este problema. “Volvemos a instar a que, de manera urgente, se legisle para rectificar y que en el futuro ningún delincuente sexual se pueda acoger a un Código Penal con una pena inferior a la que había antes de la entrada en vigor a esta ley. Es urgente porque cada día que pasa se prima estar en el poder y la salud de la coalición de Gobierno por encima de la sociedad española”, ha manifestado.
La portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha pedido al Gobierno que “se aclare” porque “ es muy difícil posicionarse en una ley a la que la mitad del Gobierno se está oponiendo”. También ha instado al Ejecutivo a reconocer que esta ley “fue un error garrafal” y que la rectificación no será completa hasta que Sánchez cese a Irene Montero, de quien ha dicho que “es la ministra de Igualdad mas dañina para las mujeres españolas”.
Sobre el voto favorable del partido liberal a la aprobación de la ley, Arrimadas ha hecho autocrítica señalando que “fue uno de los principales errores” que ha cometido Ciudadanos. “Ahora bien, aunque hubiéramos votado que no, la señora Montero hubiera sacado adelante su normativa excarceladora de los violadores”, ha sentenciado.
Hay tiempo para llegar a un acuerdo
El diputado de Compromís, Joan Baldoví, ha reconocido que están estudiando la propuesta del PSOE y que todavía no tienen una posición fijada respecto a la misma. “Hay tiempo, y hago un llamamiento a la responsabilidad de este Gobierno, por el bien del Gobierno y por el bien de todo lo que se ha hecho bien en esta legislatura, porque el ruido que se está produciendo en esta semana está escondiendo todo lo bueno que se ha hecho y no conviene a la mayoría progresista de este país un ruido absolutamente innecesario”, ha concluido.
Gabriel Rufián, portavoz de ERC, ha explicado que van a “hablar con todos” para intentar mejorar “lo que se pueda mejorar” de esta ley, pero dejando muy claro que la línea roja de su formación es que no van a permitir volver “al infierno probatorio para las mujeres” que significaba la anterior legislación. Además, ha insistido en que la ley del “solo si es sí” es “una de las leyes más necesarias de la historia de nuestro país” que quizás “se hizo con precipitación” dada la naturaleza y la importancia del hecho que se quería legislar que es “frenar la violencia que hay hacia las mujeres”.
Por su parte, Iñigo Errejón, portavoz de Más País, ha calificado como “un despropósito” el procedimiento empleado para la reforma sentenciando que “no entendemos que el PSOE lo haya hecho así y creemos que el Gobierno se está haciendo mucho daño con esta tramitación”. Igualmente, ha destacado que el corazón político de la ley, que es el consentimiento, no se puede tocar ya que esto supondría “volver a una situación en la que vuelven a ser las mujeres las que tienen explicar si se resistieron o no”. Además, y dada la importancia del asunto, ha pedido al Gobierno que “reduzca el ruido” y que “traiga una propuesta que aúne la necesidad de mantener el consentimiento con la necesidad de evitar los efectos indeseados”.
