El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino en 2019. Jesús Hellín / Europa Press
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Ferrovial, cambiar de sede para seguir mandando igual

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Se cumplen cien años desde que José Calvo Sotelo nacionalizase un arruinado Banco Hipotecario allá por 1923, en su etapa como ministro de Hacienda con Primo de Rivera. Aquejado por la corrupción, tras su destitución al frente del ministerio, en 1930 pasó al sector privado como presidente del Banco Central. Su sobrino fue ministro de Obras Públicas y presidente del Gobierno de España tras el Golpe de Estado del 23F y miembro fundacional de Ferrovial y consejero desde 1952.

Esta empresa fue concesionaria de la fabricación de traviesas para Renfe, empresa pública de la cual Calvo Sotelo fue presidente en 1967, diez años antes de ser nombrado Ministro de Obras Públicas. Hoy su sobrino, Rafael del Pino, desafía al Gobierno con la marcha al extranjero de la sede de Ferrovial, siguiendo la estela familiar de influencia sobre los poderes públicos.

Un movimiento estratégico que tiene como objetivo seguir la estela del poder económico y político actual; y seguir manteniendo su negocio en España que descansa en la privatización de la otrora servicios públicos de limpieza, basuras, gestión de hospitales, e infraestructuras.

Ferrovial y el poder

Y es que desde sus inicios, la vocación de los dueños de Ferrovial es el poder. Así pues, el consejo de administración de Ferrovial en 1952 era un Gobierno en la sombra: José María López de Letona, Ministro de Industria y Gobernador del Banco de España, Leopoldo Calvo-Sotelo  ministro de Obras Públicas, Vicepresidente y Presidente del Gobierno.

O, en empresas públicas, tanto el afamado referente de Ferrovial Rafael Del Pino, nombrado presidente de Enagás, o Claudio Boada Villalonga, presidente del INI. Pero el clan Calvo-Sotelo Bustelo-Ferrovial también ha tenido a influencia sobre el PSOE, en concreto al gobernador del Banco de España durante 10 años de Gobierno del PSOE, Mariano Rubio, miembro del consejo de la empresa Interholding, propiedad del grupo fundador. 

¿Quién está detrás?

La historia de Ferrovial es hoy un ejemplo de la España de hoy. Su negocio internacionalizado, ha seguido por ser controlado por la Familia del Pino, pero también ha dejado de ser únicamente manejado por la misma. En su consejo hoy se sientan miembros de empresas como Audi, Maersk o la empresa de televisión Sky News. Sus accionistas también han dejado de ser sólo la familia Del Pino-Calvo Sotelo, que controlan a través de la holandesa RIJN CAPITAL el 20% de las acciones de la compañía; junto a otro 8% en manos de la española Siemprelara.

A la familia se suman los fondos de inversión norteamericanos Blackrock y Lazard. Como si de la serie de Succesion se tratara, la empresa asegura que son los fondos la que imponen el nuevo rumbo. Y es que las grandes familias propietarias españolas están en retroceso en el Ibex, pasando del 35% de la propiedad de las acciones en la década anterior, a estar por debajo del 20% en los últimos años.

Récord de inversión financiera

Su poder ha sido sustituido por inversores extranjeros, atraídos por el bajo precio de las acciones del Ibex 35, y cuya ansia de controlar estas sociedades ha sido limitada por la ley antiopa del Gobierno de coalición. A pesar de ello, este pasado año ha sido muy fructífero para estos, pues el escenario de inflación ha significado el año dorado para los inversores en España (IIC), ya que sus beneficios se incrementaron un 34% en 2021 con respecto al año anterior. Y es que la inversión extranjera, tras la crisis financiera y la desaparición de las cajas de ahorro, ha ido creciendo hasta superar récords.

Detrás de estos movimientos podemos explicar gran parte de la política económica de nuestro país, sea de las grandes empresas o de las empresas del Ibex 35. Dos son los principales inversores que concentran más de la mitad de la inversión, Estados Unidos y Reino Unido. En el Ibex 35, los inversores extranjeros, principalmente norteamericanos ya tienen más de la mitad también del valor de las acciones. Lo cual ejemplifica la dependencia de nuestro  país de la gran potencia americana.

Más de 5.000 millones de fondos Next Gen

Por otro lado, los puentes que nos unen a estos países no sólo pasan por la propiedad, sino por el negocio. Ferrovial ya tiene gran parte de su negocio fuera, y las explotación de infraestructuras de Estados Unidos y Canadá aporta la mayor parte de la facturación del grupo.

De ahí que estrechar relaciones con estos Gobiernos sean fundamentales, debido a que se nutren de adjudicaciones y fondos públicos. Sólo en España, Ferrovial ha optado a más de 5.000 millones de los fondos Next Generation que distribuirá el Gobierno.  En Estados Unidos aspiran a nutrirse del mayor paquete de inversiones  en infraestructuras y renovables de la historia reciente.

¿Qué pasa con los empleados?

Por otro lado, muchas son las voces que tratan de advertir de que no habrá reducción de plantilla con el cambio de sede, pero Ferrovial ya ha iniciado este proceso antes de la noticia de la salida de su matriz hacia Holanda. En un solo año, de 2021 a 2022, pasó de más de 30.000 empleados en España, a 5.413. Y es que España, a diferencia de otros países en  los que Ferrovial tiene empleados, casi el 100% de sus trabajadores están cubiertos por convenios de negociación colectiva, siendo en EEUU sólo un 6,8% de los mismos. Así pues, más allá de la factura fiscal que pretende ahorrarse Ferrovial, el movimiento obedece a poder tener una infraestructura humana y política libre de las regulaciones laborales del Ministerio de Yolanda Díaz.

La política de recortes de plantilla se empieza a vislumbrar entre aquellas empresas participadas por los fondos norteamericanos. Blackrock ya va a recortar su plantilla este año un 2,5%. El Gobierno sabe de la actual dependencia de España respecto a los inversores extranjeros, particularmente norteamericanos, cuyos negocios se asientan en mercados estratégicos como las telecomunicaciones, la alimentación, el sector inmobiliario, y otros muchos.

Feroz política fiscal

En Septiembre, les dedicó una reunión en Nueva York para calmar toda clase de rumores sobre una política fiscal feroz o intervencionista, fuese el impuesto a la banca u otros. Finalmente, el impuesto a la banca fue aprobado dejando fuera a las instituciones financieras extranjeras.

También sabe la familia Del Pino Calvo Sotelo que su destino está en mano de estos inversores norteamericanos. El presidente de Ferrovial lo afirmaba así en su carta anual: su “foco en asignación de capital y cartera está en Estados Unidos”. Por su parte, el presidente de Blackrock, el segundo accionista de Ferrovial, advertía ya este año: “Estaremos cada vez más dispuestos a votar en contra del equipo directivo y los miembros del consejo cuando las empresas no progresen lo suficiente”.

El presidente se refería a la sostenibilidad, o a ser más eficientes en la búsqueda de fondos dirigidos a las infraestructuras de energías sostenibles, cuestión que pasa por EEUU, donde se ha aprobado el mayor paquete de inversiones de este tipo. De ahí que la decisión de los dueños de  Ferrovial sea la de cambiar de sede para seguir mandando igual.