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Sanitarias Feministas: “Nos quieren obligar a aplicar tratamientos acientíficos que perjudican la salud de forma irreversible”

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Cada vez son más quienes se niegan a aceptar mantras o “buenismos” supuestamente progresistas cuyas consecuencias impactan directamente en la salud. Un ejemplo es el de Sanitarias Feministas, un numeroso grupo de mujeres de diferentes profesiones de la Salud, que han hecho piña contra el Anteproyecto de la Ley Trans.

Nuria Coronado Sopeña

Sienten que “en un momento crucial de la historia como el actual ”tienen el deber moral de “denunciar las secuelas sobre la salud, principalmente en menores, que se están dando por dejar a un lado la realidad y la ciencia”. Todas ellas se posicionan en el lado correcto de la historia y avisan a navegantes. “Quienes no estén en este lado tendrán que dar explicaciones por ello en un futuro no muy lejano”, dicen.

Dos de sus integrantes son Elizabeth Tarrío (médica del Servicio de Urgencias Canario) y Aitana F. G (estudiante de sexto de Medicina). Ambas, como muestra también de la intergeneración y la preocupación que une a esta asociación, tienen claro que Sanitarias Feministas es el efecto dominó que faltaba para animar a más compañeras a alzar la voz “contra lo irracional así como contra los tratamientos hormonales” en jóvenes. “Las y los menores deberían siempre tratarse con la mayor prudencia, porque son cuerpos y mentes en pleno desarrollo. Usar medicamentos, como los bloqueadores hormonales -indicados para tratar algunos tipos de cáncer o para la castración química de delincuentes sexuales- con efectos secundarios graves e irreversibles sin considerar previamente otras alternativas inocuas, para tratar un malestar psicológico que pudiera incluso ser transitorio, es demencial”, explica Tarrío.

Del dicho al hecho

Dar el paso de crear Sanitarias Feministasno ha sido posible antes ya que reconocen que tenían que salvar dos obstáculos. El primero era romper con el vacío de ser las primeras en saltar a la piscina sin red. “Las mujeres que nos dedicamos a la salud no contábamos con una plataforma con perspectiva feminista, como por ejemplo si ocurre con las docentes. Existen redes y colectivos exclusivos de algunas especialidades como la psicología, pero ninguno que nos reuniera a todas. En cuanto pusimos en marcha el esbozo de Sanitarias Feministas empezaron a unirse muchísimas mujeres de diferentes disciplinas: médicas, psicólogas, enfermeras, técnicas especialistas en salud, estudiantes… En un día pasamos de ser dos a casi setenta mujeres sanitarias feministas. Había muchas ganas de una iniciativa así”, recalca Aitana F.G.

En cuanto al segundo obstáculo, el del miedo, fue mucho más sencillo de combatir. “Este siempre está presente y más tratándose de mujeres, pero cuando nos organizamos y tomamos conciencia de que no estamos solas comienza a diluirse y sólo quedan las ganas y la fuerza para luchar contra la misoginia estructural del sistema sanitario y las nuevas corrientes teóricas carentes de ética y rigor científico”, añade la médica canaria.

Todas ellas tenían claro que no podían seguir permitiendo que la ideología trans prevaleciera sobre la ciencia. “Por eso estamos en contra de la censura y acoso a científicas y sanitarias, la imposición del modelo transafirmativo como única opción ante la disforia de género, hasta lo que nos parece más grave de todo, como es el incremento exponencial de menores (niñas y adolescentes principalmente) que reciben tratamiento con medicamentos potencialmente peligrosos para iniciar la transición de sexo, sin una valoración individualizada y meticulosa previa”, comenta la futura médica.

Eso sí, sabían que su puesta de largo iba a escocer al lobbie trans. “Nuestra primera aparición ha sido a raíz del Comunicado de Sanitarias Feministas frente a las leyes y protocolos trans. Teníamos claro a quiénes nos enfrentábamos. Desde que este se hizo público hemos sido acosadas por redes, llegando incluso a la inhabilitación temporal de la cuenta de Twitter. De alguna forma, y viendo las represalias que han sufrido otras compañeras que se oponen a estos nuevos dogmas, sabíamos que esto podía ocurrir y estábamos preparadas. Aun así, nos parece muy preocupante, que se censure un documento absolutamente respetuoso, en el que incluso aparece como uno de los puntos la falta de atención adecuada a personas adultas transexuales. La libertad de expresión como valor fundamental de una sociedad avanzada está actualmente en juego”, dice Tarrío.

“El disparate inaceptable del sexo observable”

Para Sanitarias Feministas hay una línea roja que no se puede traspasar. La de la evidencia científica. “El sexo biológico es una realidad observable e inmutable que se mantiene a lo largo de la vida e implica características fisiológicas y anatómicas diferenciales entre varones y hembras. Obviar este hecho derivaría en errores a la hora de diagnosticar, tratar e incluso investigar. Además no podemos olvidar que hasta hace relativamente poco no se estudiaban las diferentes presentaciones de las enfermedades entre ambos sexos: el varón era el único referente”, subraya Aitana F.G.

Y es que como dicen sendas representantes de Sanitarias Feministas “no sólo la aprobación de estas leyes y, por ende, el borrado de la categoría sexo tendrían consecuencias negativas para la salud de la población en general, sino que  ya estamos viendo que debido a la aplicación indiscriminada desde hace varios años de protocolos de actuación como el modelo transafirmativo de género, hay un incremento significativo de personas que han destransicionado, principalmente mujeres muy jóvenes con importantes secuelas tras años de hormonación. Tanto esta población, como los casos de Disforia de Género de Inicio Rápido, que se han multiplicado por 25 en diez años, una vez más, a expensas de mujeres, están siendo silenciados e ignorados deliberadamente”, reconoce Aitana F.G.

Para ellas es inaceptable que no se tenga todo esto en cuenta así como que “se esté menospreciando la experiencia de países como Suecia, Reino Unido, Finlandia o Australia, que ante los resultados negativos han decidido dar marcha atrás y limitar o prohibir el tratamiento con fármacos a menores y priorizar la atención psicológica individualizada”.

ET: ¿Qué significa pasar del modelo biopsicosocial al transafirmativo?

El modelo transafirmativo de atención a la disforia se basa en aceptar, sin cuestionar, la autodeterminación, fundada en la experiencia subjetiva, legitimada únicamente por el deseo del paciente. Esto no ocurre en ninguna otra circunstancia sanitaria, en la que prevalece el control de calidad de la atención y la bioética. Esto da como resultado que el mismo tratamiento, la “transición de sexo” se aplique indiscriminadamente a todas las personas con disforia, sin tener en cuenta antecedentes personales, comorbilidades, diagnósticos diferenciales, etc., que tendrían un manejo individualizado y alternativas terapéuticas diferentes menos lesivas. Una de las consecuencias de esto es el número cada vez más elevado de personas que destransicionan.

AF ¿Qué se siente cuando se está como profesional “bajo sospecha” e incluso se corre riesgo de inhabilitación o multa si la Ley Trans sale adelante?

Que están echando por tierra toda tu formación y criterio profesional exigiéndote aplicar tratamientos aún en contra de ese criterio. En este caso no puedes siquiera aducir “objeción de conciencia”. Como profesionales de la salud es muy frustrante que te obliguen a dar por buenas terapias que sabes que no son lo mejor o incluso están perjudicando a un o una paciente. Con estas leyes y normativas, ni siquiera lo puedes analizar o consensuar con la persona afectada. Estás bajo presión.

ET-¿Qué decís al resto de la comunidad profesional que o traga o no se posiciona?

Que es comprensible su postura por lo ya descrito. Pero que, quieran o no, tarde o temprano les afectará toda esta locura. Por eso les invitamos a dar la cara e intentar parar todo esto despropósito lo antes posible. Que si ahora el miedo a no ser políticamente correctos o a las sanciones les paraliza, será mucho peor cuando dentro de algunos años tengan que rendir cuentas a sus pacientes por no haberles tratado adecuadamente. Ser responsables de la salud de las personas no es tarea fácil, pero es algo que viene implícito con nuestras profesiones.

AF-¿Sois conscientes de que estáis contribuyendo al conocimiento de la salud en una etapa anticientífica amparada por Unidas Podemos y certificada por el PSOE?

Es una de nuestras intenciones: que profesionales de la salud y público en general abran los ojos y se informen en fuentes serias y por personal acreditado acerca de lo que está ocurriendo y del perjuicio para la salud, principalmente de la infancia y la adolescencia, que esto implica. En nuestro comunicado apenas esbozamos lo que nos preocupa y porqué, pero es mucha la información científica en la que nos sustentamos. Invitamos a indagar más y a seguirnos en nuestra cuenta de Twitter en donde iremos publicando más información.

Nuria Coronado

Periodista, conferenciante, formadora en comunicación no sexista y organizadora de eventos. Coautora de Lolita contra el lobo y autora de Mujeres de Frente, Hombres por la Igualdad, Comunicar en Igualdad y
documentalista de Amelia, historia de una lucha.