Ciudadanos Edmundo Bal
Edmundo Bal. Foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Edmundo Bal se explaya sobre Ciudadanos: «No entiendo el rencor de Inés Arrimadas»

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Segunda entrega de la conversación que Crónica Libre ha mantenido con el exdiputado de Ciudadanos. Si en la primera parte hablábamos de la situación política del país, en esta ocasión hablamos de qué es lo que ha pasado, qué está pasando y qué pasará en el partido liberal tras la decisión de la dirección nacional de no concurrir a las elecciones generales del 23 julio y llevar a cabo un rearme de la formación de cara a las comicios europeos del próximo año. A parte de mostrar su descontento con la decisión, Bal habla de su relación con Inés Arrimadas, de los errores del partido para llegar a la situación actual y de qué hubiera hecho él si hubiera tenido la responsabilidad suficiente.

¿Qué está pasado en Ciudadanos?

Lo que pasa es que el Comité Ejecutivo Nacional, que son solo cincuenta personas, ha tomado una decisión que en opinión de muchos afiliados, que están indignados, deberían haber consultado con las bases en primer lugar. Y si esto les parecía excesivamente «podemita» o asambleario, pues someterlo por lo menos al Consejo General, que es el órgano previsto en los estatutos que representa a los afiliados y que está mucho más nutrido de personas, y la decisión tendría o hubiera tenido mayor legitimidad. Pero claro, si lo hubieran sometido, posiblemente la decisión hubiera sido la contraria de la que ellos pretenden, que es no presentarse a las elecciones generales teniendo un partido viable y con mucho dinero en la caja.

Además, la dirección del partido nos oculta las cuentas, con una asignación de dinero a la campaña electoral municipal que ha sido absolutamente patética, insuficiente. Con todo el mundo quejándose del poco dinero que les han dado. Los candidatos que se han presentado valientemente bajo las siglas de Ciudadanos han tenido que poner dinero de su propio bolsillo para poder hacerse la campaña. Te lo dicen absolutamente todos.

Y mientras, el dinero de la caja no nos lo gastamos para presentarnos a las elecciones generales. Se queda para que Adrián Vázquez, Eva Poptcheva y Jordi Cañas tengan su dinero para invertirlo todo en las elecciones al Parlamento Europeo. Ya me contarás tú las noticias que salen en los periódicos españoles de las cosas que hace el Parlamento Europeo. ¡Pues muy pocas! Lo que importa a nivel nacional y mediático son las Cortes Generales, el Congreso de los Diputados, donde Ciudadanos ya no va a estar.

Ciudadanos Edmundo Bal e Inés Arrimadas
Corría 2021, era tiempo de abrazos. La entonces presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas y el por aquél tiempo candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Entonces, ¿considera un error la estrategia de su partido de rearmarse de cara a las próximas elecciones al Parlamento Europeo del año que viene?

¿En junio del año 2024 alguien se va a acordar de Ciudadanos a la hora de votar en las elecciones al Parlamento Europeo? Bueno, pues se gastarán todo el dinero en publicidad. Mientras tanto seguirán viviendo un poco del dinero de todos. Lo peor de todo es que en la decisión de no presentarnos a las elecciones generales, han participado personas que al día siguiente o se han ido al Partido Popular como número uno por la provincia de Barcelona [en alusión a Nacho Martín Blanco] o han anunciado que abandonan la política, como Guillermo Díaz e Inés Arrimadas. Pues ya se sabe con qué intención tomaron las decisiones.

¿Qué es lo que más le molesta de esta situación?

Lo peor de todo, a pesar de que van a seguir viviendo del partido, de no haber colaborado en la campaña de las elecciones municipales, de que no sabemos el dinero que existe en la caja o de no presentarnos a las elecciones generales, que es, de facto, cerrar el partido, a parte de todo eso, el partido de repente lo que sucede es que ha apagado el micrófono y ya no tiene voz. Por lo tanto estoy indignado, enfadado, triste…

¿A qué se refiere cuando dice que Ciudadanos ha apagado el micrófono?

Le cuento. Hace una semana Pedro Sánchez le propuso a Alberto Núñez Feijóo seis debates en televisión y Ciudadanos, callado. Hace nada estábamos hablando de quién debería ser el alcalde de Barcelona, Ciudadanos callado, no sabemos qué opina Ciudadanos sobre esto. Un partido político que no tiene voz en la actualidad política, ¿qué es? Pues es una asociación de vecinos. Pero lo más sangrante para mí, es el pacto para gobernar la Comunidad Autónoma Valenciana entre el PP y Vox.

Y Ciudadanos, que nació para combatir el bipartidismo, los populismos y los extremos, está callado. Es una absoluta vergüenza. Y va a pasar también en otras Comunidades Autónomas y en el Gobierno de España. Y Ciudadanos está callado. No se presenta a las elecciones generales pudiendo aprovechar este hueco que nos deja el PP y que ya nos ha dejado durante toda la legislatura el PSOE porque se ha echado en brazos de Podemos, de Bildu y de ERC.

¿Cómo ha sido su relación con Inés Arrimadas?

Me quedo con los buenos momentos. Fue una persona que depositó en mí su confianza. Hemos tenido muy buena relación y en los últimos tiempos, que también la gente se empeñaba en decir que estábamos enfadados, pues no nos llevábamos divinamente pero hablábamos de las cosas del trabajo y yo la ayudaba a ella en sus intervenciones y ella me ayudaba a mí en las mías. No entiendo mucho esta decisión suya de decir que no nos presentemos a las elecciones generales y al día siguiente decir que abandona la política, ni la entiendo ni la comparto.

Hemos pasado momentos muy buenos juntos y luego, por esta estrategia de mantener el mismo mensaje de centro-derecha, pues no hemos coincidido. La verdad es que no he entendido cosas que ha hecho ella, como por ejemplo el hecho de que yo planteara otra opción libremente dentro del partido y ella dijera: «Edmundo tiene que recapacitar o me voy a presentar yo contra él». Pues no entiendo ese rencor por su parte. Yo desde luego no lo voy a tener por ella nunca. ¡Jamás!.

¿Qué cree que ha sucedido para que Ciudadanos haya pasado de ser tercera fuerza política en las elecciones generales de abril de 2019 a la situación actual en la que prácticamente han desaparecido de las instituciones?

Una cosa muy clara es que conseguimos 57 diputados el 28 de abril del 2019, y eso te lo decía la demoscopia, con un voto prestado del PP, por eso sacó tan pocos escaños el PP. Y el 10 de noviembre del 2019 ese voto se volvió al PP y no lo recuperamos jamás. Bueno, pues la estrategia del partido consistió en seguir queriendo recuperar ese voto del PP en lugar de establecer el objetivo de tratar de conseguir el voto de ese votante socialista descontento con Pedro Sánchez que es una persona moderada, que cree en la unidad de España, que no está dispuesto a que nuestro país lo gobierne Podemos, Bildu y Esquerra.

Una persona, en fin, de centro izquierda. Y a ese votante no le hacemos ninguna oferta. Cuando insistimos en esa oferta de centro-derecha e intentar robarle los votos al PP, que ya se han ido y que no van a volver, nos quedamos con una intención de voto del 2%. Ahora, la última nos da un 0,37% que es algo verdaderamente irrisorio. Es un claro fallo de estrategia.

Algún error más habrán cometido para perder la confianza de sus votantes, ¿no cree?

Hay muchos eventos concretos de los que la prensa habéis ido dando cuenta y que se han visto como una metedura de pata o como un error de Ciudadanos. Yo en esos hechos no digo nada porque hay que reconocer los errores. Yo lo he hecho además cuando he salido y me habéis preguntado. Sobre el no formar un gobierno de 180 con Pedro Sánchez en abril del 2019, yo creo que no había manera de llegar según me cuentan los que entonces estaban. Yo entonces no era nadie.

Pero haberlo contado de otra manera, haber ofrecido un acuerdo en el minuto uno, haber ofrecido la firma del pacto del abrazo actualizado que hicimos en el año 2015. La mala gestión y negociación con los gobiernos del partido popular en las CC.AA y en grandes ayuntamientos, con la instrucción de que todo el poder territorial se lo dejáramos al PP cuando el PP estaba en sus horas más bajas, una cosa bastante absurda. La moción de censura de Murcia…

¿Qué hubiera hecho usted?

Yo he tratado de variar esa estrategia siempre que he podido siendo vicesecretario general del partido. Además, me presenté a las primarias precisamente con este mensaje, tenemos que dirigir nuestro objetivo hacia el votante huérfano del PSOE. Y ellos han seguido «erre que erre» insistiendo en el mismo error. Como no son tontos, porque son gente lista, son gente preparada, al final he terminado pensando que era un plan preconcebido: pasito a pasito ir destruyendo al partido, ir echando un poquito más el cierre para al final ser un comparsa del PP y del bipartidismo, y resolver tus problemas personales en lugar de seguir apostando por este proyecto político de centro.

¿Es el centro político un lugar difícil en el que estar?

Es un lugar complicado pero la demoscopia que hemos hecho en el partido te dice que hay seis millones de votantes que se dicen de centro. Y que de entre esos seis millones hay 1,5 que se dicen de centro puro, que es donde yo me ubico.

Significa que esos votantes, pactes tú con el PP o con el PSOE, te van a seguir votando porque lo que quieren es un partido así. Que sea capaz de pactar a los dos lados. El resto, hasta los seis millones, son lo que se llama votantes con sesgo, centro con sesgo, tiran más hacia un lado o el otro. Esa escala que siempre se establece entre el 0 y el 10 para las ideologías, nos encontraríamos con un millón y medio que estarían en el cinco, y el resto en el 4 o en el 6.

¿En qué lugar quedaría Ciudadanos?

Yo siempre digo que en Ciudadanos hay dos almas. Y no nos gusta el centro-derecha y el centro-izquierda, no nos gusta esa terminología porque tenemos una comunión de valores y principios entre unos y otros, pero hay dos almas. Gente preocupada por la economía, que a mí me parece bien, preocupadas porque a los empresarios les vaya bien y paguen impuestos con una sonrisa en la cara, diciendo: «¡Cómo me gusta pagar impuestos, que es bueno para mí país!». Y otros que tenemos el alma social, que creemos que la política está para proteger a los vulnerables.

¿No cree que la gente les ve más como un partido de derechas?

Cuando nacimos no éramos así, porque este partido surge como un ariete contra el nacionalismo y como una escisión del PSC. Este partido, hasta no sé cual Asamblea, decía que bebía en las fuentes políticas del liberalismo y de la socialdemocracia.

Parecía un partido de centro de verdad y fue en un momento determinado cuando se pega un giro a la derecha, que fue con ocasión de las elecciones del 28 de abril del 2019, que todo el rato los discursos eran contra Sánchez. En lugar de hacer unos discursos, de: «Bueno, cuando veamos los resultados electorales, les ofreceré a uno de ustedes dos -por PP y PSOE- una oferta de centro». Y el que más principios me compre, siempre y cuándo dé la suma para una investidura, pues con él me voy.

¡Ay! (suspira) ¿Si hubiéramos hecho eso, verdad? No hubiéramos tenido Bildu, no hubiéramos tenido Esquerra, no hubiéramos tenido Podemos, ni tendríamos ahora en las siguientes elecciones a VOX con el PP. Y ese partido es el que yo quería, pero nos convertimos en un hermano pequeño del PP. Y eso es lo que todo el mundo ve. Yo cuando hablo con la gente, muchos me dicen: «Es que vosotros sois un partido de derechas». Y yo les digo que no, que todo el mundo que me conoce bien desde hace 30 años dice: «¡Pero qué dices, Edmundo nunca ha sido de derechas!».

Jose Luis Espinosa

Periodista, madrileño y madridista. Antes de hacer Periodismo hice dos meses de Publicidad. Me gusta más contar las cosas que venderlas. En COPE me enamoré de la radio; en ABC descubrí mi pasión: escribir.