Este miércoles, en la sesión de control al Gobierno en el Senado, se ha producido el primer intercambio de pareceres entre el presidente del Gobierno y Alberto Núñez Feijóo después de que el Tribunal Constitucional decidiera, gracias a los votos de la mayoría conservadora, paralizar por primera vez una ley todavía en tramitación. El debate ha sido duro, aunque también ha habido momentos en los que ambos han recurrido a la sorna y la ironía como estrategia comunicativa desatando los vítores de sus bancadas y las quejas de la rival. Además de en la Cámara Alta, Sánchez ha tenido que responder también a las preguntas de los diputados en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja.
El líder del PP ha acudido al Senado con el independentismo debajo del brazo. En su debate con el presidente del Gobierno, Feijóo ha asegurado que Sánchez sigue “perfeccionando el manual de obediencia al independentismo”, porque no hace otra cosa que borrar líneas rojas y porque “antes de que usted ya diga que sí a la propuesta de los independentistas, ellos le hacen otra nueva y no pasa nada porque las bancadas socialistas le aplauden a usted incondicionalmente”.
Feijóo ha continuado diciendo que no iba a criticar al Gobierno porque lo hacen ellos mismos con sus actuaciones, pero que sí venía a retratar a Sánchez y a plantear una consulta: “Prometió no indultar a los presos, prometió recuperar el delito de referéndum ilegal y prometió luchar contra la corrupción, no perdonarla; cuál será la última cesión y el último incumplimiento de su promesa, ¿va a seguir usted con el independentismo o alguna vez se va a pasar al constitucionalismo?”.
Después de cargar contra la postura del Ejecutivo en relación al independentismo ha llegado el momento de referirse la reforma del Tribunal Constitucional. En este sentido, ha criticado que el Gobierno haya planteado una “reforma por la puerta de atrás” del órgano de garantías que “no mejora la separación de poderes”, además de añadir que “todos los que discrepamos con usted ponemos la democracia en peligro” para terminar pidiendo a Sánchez que “deje de descalificar al TC” y de “tomar el pelo a los españoles”.
A pesar de las críticas y barajando la posibilidad de llegar a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Feijóo ha instado a Sánchez a volver a “lo que prometió” para que puedan volver a encontrarse y que, si no lo hace, convoque elecciones ya. Cómo presagio de lo que podría ocurrir en esos futuros comicios, el líder de la oposición ha apuntado que “con toda cordialidad, el señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón de 2019, no votaría al de 2022”. Para terminar de distanciarse de su rival político y marcar terreno, el líder del PP ha señalado cuáles son las diferencias existentes entre ambos: “Usted quiere satisfacer a sus socios, yo que se cumplan las leyes; usted quiere imponer su interés personal, yo la Constitución; usted quiere la sumisión de los poderes del Estado, yo quiero la democracia plena en mi país”.
Constitucionalismo con matices
Durante su réplica, Sánchez ha pasado de puntillas por el tema del independentismo recordando que cuando gobernaba el PP hubo “dos referéndum ilegales y una declaración unilateral de independencia”. En referencia a la postura del PP, ha señalado que a pesar de la “estrategia del apocalipsis político” y del empeño de la oposición en decir que España se rompe con los gobiernos socialistas, hoy “la Constitución se cumple en todos y cada uno de los territorios”. Sobre la legitimidad del Gobierno de coalición y la necesidad de convocar elecciones, Sánchez ha insistido en que él es presidente por “la confianza depositada con su voto por los españoles”.
El resto de la intervención la ha dedicado ha cuestionar la decisión del PP de acudir al TC para frenar la renovación de los miembros del tribunal y para cuestionar el respeto de los conservadores a la Carta Magna. “Sucede que desde hace unas horas, los poderes que le acompañan a usted y a su partido, los que les arropan y dirigen, han conseguido un hito que es quitarle a los parlamentos la facultad de proponer, debatir y legislar”, ha dicho Sánchez para después sentenciar que el legado de Feijóo en los nueve meses que lleva al frente del PP ha sido “enmudecer a las Cortes Generales”. Además, ha acusado a Feijóo y al PP de estar dispuestos a hacer “lo que haga falta”, de haber llegado “demasiado lejos” paralizando la votación de las enmiendas en el Senado y de tener “la piel muy fina”.
Como no podía ser de otra manera, dada la actual tendencia entre los representantes políticos, Sánchez ha continuado con una lección de constitucionalidad. El presidente del Gobierno ha proclamado que al PP le gusta la Constitución pero “con matices”, añadiendo que “cuando el PP pierde, pide elecciones al día siguiente” y que si se trata de renovar los órganos constitucionales, como lo son el TC y el CGPJ, el matiz del PP es hacerlo “cuando les interesa” porque “cuando no les interesa, entonces tienen un mandato imperecedero”.
Para terminar su intervención Sánchez ha denunciado que cuando al PP no le gusta una reforma de este Gobierno, con la que se consigue “conquistar derechos” como “la eutanasia, la reforma laboral, o la ley de igualdad entre hombres y mujeres”, lo que hace es ir a un TC “con mayoría conservadora y un mandato caducado” para “recortar derechos por la puerta de atrás”.
La política como el arte del engaño
La portavoz del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha utilizado su turno de pregunta en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados para cuestionar a Pedro Sánchez que “¿a quién defiende su gobierno?”. La diputada conservadora ha criticado las últimas iniciativas del Gobierno, como la reforma de la sedición y la malversación, que se han hecho para “saldar deudas con quienes no creen en la España constitucional”, y ha aprovechado para calificar como “nefasta” a la ley del solo sí es sí que “ha beneficiado ya a 108 delincuentes sexuales”.
También ha recordado los “toques de atención” que Bruselas y el Tribunal Constitucional han dado al Gobierno por el intento de reforma del proceso de elección de los magistrados del TC, añadiendo que “usted solo ve complots donde hay legalidad” y que “por suerte para todos el Estado de Derecho le ha doblado el brazo”. Ante la idea del Gobierno de volver a intentar modificar el TC presentando una proposición de ley, Gamarra ha sentenciado que “Sánchez cada día se parece más a Junqueras y Puigdemont” porque “ha dicho que lo volverá a hacer” ya que solo entiende la política como “el arte del engaño y la imposición”.
Ante la pregunta de la portavoz de los populares, el presidente del Gobierno ha respondido que, como hicieron “durante la pandemia y ahora con la guerra en Ucrania”, gobiernan “para la mayoría social de este país, para los nueve millones de pensionistas que van a ver sus pensiones revalorizadas conforme al IPC y para los veinte millones de trabajadores que han visto recuperados derechos laborales gracias una reforma que aprobó este gobierno”, recordando que el PP estuvo en contra de todas estas medidas.
El líder del Ejecutivo ha remarcado que España “es la economía que más crece” de la Unión Europea y la que tiene “la inflación más baja”, espetando a su interlocutora que “hasta ustedes lo reconocen” porque han vuelto al “raca-raca de siempre”, a acusar al Gobierno de ocupa y hasta a “quejarse de que el Gobierno nombre al director de Correos”. En este sentido, Sánchez ha ironizado sobre si “Feijóo fue elegido como director de Correos por el señor Aznar por su dilatada experiencia como cartero”. También ha querido destacar el bloqueo del PP a la renovación de los órganos constitucionales señalando que esto ocurre porque “al Tribunal Constitucional lo elegimos nosotros, el PP”.
Bienvenida a la guerra judicial
Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ha utilizado su turno de palabra para recordar al Gobierno que ya les avisaron de que “los siguientes iban a ser ustedes” y dar la “bienvenida” a la “guerra judicial que se emprendió hace años contra según quién”. Asimismo, ha aprovechado su intervención para remarcar que ERC lleva muchos años quejándose de la “interpretación capciosa del Código Penal” y para tender la mano al Gobierno y acometer la reforma del Poder Judicial incidiendo en que: “La diferencia entre ustedes y nosotros es que no les dejaremos tirados, y lo hacemos por dignificar la democracia porque antes que independentistas, somos demócratas”.
Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Ciudadanos, Edmundo Bal, ha pedido al Gobierno que “cese en sus ataques contra el Tribunal Constitucional y el poder Judicial” y que «no confundan sus intereses particulares con los de los españoles cuando mercadean con el Código Penal como moneda de cambio por los presupuestos”. Además, ha acusado al Ejecutivo de ganar las elecciones “engañando a los españoles” porque dijeron que “no pactarían con Podemos ni con Bildu, que no iban a indultar, que iban a tipificar el referéndum ilegal y que iban a luchar contra la corrupción”, para terminar aseverando que “menuda risa luchar contra la corrupción ustedes”.
