El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la reforma de la ley del «solo sí es sí» propuesta por los socialistas, y pactada con los conservadores, con 233 votos a favor (PSOE, PP, Ciudadanos, PNV, PDeCAT, Coalición Canaria, Foro Asturias, Teruel Existe, PRC y Navarra Suma); 59 votos en contra (Unidas Podemos, ERC, Bildu, Más País, Compromís, CUP y los diputados independientes Meri Pita y Pablo Carbonero) y 4 abstenciones de Junts, en una votación en la que la formación de extrema derecha VOX ha decido no participar.
Se acaba así el culebrón que se ha vivido con la reforma de la ley del «solo sí es sí». Desde su entrada en vigor, el texto ha producido la revisión a la baja de casi un millar de condenas por delitos sexuales y la excarcelación de más un centenar de presos por estos delitos. También, el enfrentamiento más duro hasta ahora entre los socios del Gobierno de coalición.
Desde Unidas Podemos mantienen que con esta reforma desaparece el consentimiento como elemento central de la ley, y supone una vuelta al Código Penal de la manada y el calvario probatorio de las víctimas, y desde el PSOE defienden que su propuesta no toca «una coma» sobre el consentimiento y que se limita a aspectos técnicos para revertir los efectos indeseados que ha generado la ley del «solo sí es sí» desde su entrada en vigor.
Qué cambia la reforma de la ley del «solo sí es sí»
Principalmente, la propuesta del PSOE modifica la horquilla penológica de la agresión sexual con violencia e intimidación cuando haya penetración. Si con la ley del «solo sí es sí» este delito establecía penas de entre 4 a 12 años de prisión, con la modificación del artículo 179 del Código Penal que supone la reforma las condenas ahora variarán entre los 6 y los 12 años.
Además, el PSOE ha pactado con el PP una serie de modificaciones «técnicas» entre las que destacan la destipificación que la ley hace de la distribución a través del teléfono, o de cualquier otra tecnología de la información, de contenidos que puedan incitar a la comisión de delitos de agresiones sexuales a menores de 16 años; la inclusión de la responsabilidad de la persona jurídica en casos de trato degradante o acoso laboral y la modificación en la redacción de la ley para tratar a los menores como tal, y no como mayores, como hacía el texto vigente en determinados aspectos.
El PSOE defiende su reforma
La encargada de defender la reforma de la ley del «solo sí es sí» en la tribuna del Congreso de los Diputados ha sido Andrea Fernández, secretaria de Igualdad del PSOE. La diputada socialista ha pedido el voto a favor de la reforma porque según sus palabras «pretende revertir los efectos indeseados de la Ley de Libertad Sexual y reparar a las víctimas que se han visto afectadas». Asimismo, ha insistido en que el PSOE ha sido la única formación que ha puesto una «solución solvente» sobre la mesa y que haberla pactado con el PP no supone ninguna «humillación», porque ha significado trabajar «en beneficio de la mayoría con consensos amplios y sólidos».
A pesar de la reforma, ha manifestado que el grupo socialista considera que la ley del «solo sí es sí» es buena porque reconoce derechos a las mujeres e implica políticas públicas destinadas a abordar la violencia sexual desde todas las vertientes. Por ello, ha señalado que el PSOE no modifica «ni una coma» el artículo 178, que es el que aborda la definición del consentimiento en la ley del «solo sí es sí».
También ha tenido unas palabras para sus socios en esta reforma. «A la bancada popular les confieso que tengo una sensación agridulce. Agradezco la dedicación y el trabajo. Sin embargo, ha sido decepcionante ver que el PP lleva meses tratando de sacar rédito de un tema tan sensible como la violencia sexual», ha manifestado, para después acusarles de haber impulsado campañas morbosas «al más puro estilo OkDiario». Una vez terminada la votación, ha sido la bancada popular la única que ha aplaudido frente al silencio del resto de grupos incluido los socialistas.
Un día triste para Unidas Podemos
«Hoy es un día triste. Seguramente el día mas difícil que yo he vivido en este Parlamento como ministra y para todas las feministas de esta Cámara y fuera de ella. Costó muchos años de movilizaciones y lucha feminista, y trabajo en el Gobierno y en este Parlamento, poner el consentimiento el centro. La reacción a esta ley ha provocado una vuelta atrás hasta el punto que estamos volviendo a escuchar a sectores del poder judicial, del poder político, y también del poder mediático, señalar que el consentimiento siempre estuvo en el centro», ha comenzado diciendo Irene Montero, ministra de Igualdad.
La ministra ha continuado expresando su convicción de que la ofensiva contra la ley del «solo si es sí» ha sido un ataque contra el Gobierno de coalición y contra su presidente. Por ello, ha recalcado, desde Unidas Podemos siempre han buscado dar una respuesta conjunta desde el Gobierno. Así, ha insistido en que ellos han cedido por encima de sus posibilidades, planteando «propuesta tras propuesta en función de las exigencias» del PSOE, para dar una solución unitaria «desde la mayoría feminista» del Congreso. Igualmente, ha afeado al PSOE que rechazaran algunas de sus propuestas por considerar que determinadas penas aumentarían en demasía.
Durante su intervención, Montero ha acusado al PSOE de que su propuesta de reforma de la ley del «solo sí es sí» supone volver a un sistema que «basa la credibilidad de la víctima en las heridas que tiene sobre su cuerpo», lo que permite a las defensas de los violadores decir que «ha habido consentimiento porque no hay marcas». Esta reforma, ha apostillado, condena a las víctimas que no consiguen probar la violencia a ser «víctimas de segunda».
Además, haciendo referencia a la bancada del PP, ha insistido en que «hoy votan a favor, porque esto es un retroceso en los derechos de las mujeres». Para terminar, ha lanzado un mensaje de esperanza para el movimiento feminista:
«Hoy nos quedamos en minoría, pero vamos a seguir trabajando, que es lo que mejor sabemos hacer las feministas cuando conquistamos derechos y también cuando retrocedemos».
Los socios de investidura, en contra de la reforma
Isabel Pozueta, diputada de Bildu, ha insistido en que el PSOE no ha querido negociar ninguna alternativa con sus socios habituales porque ya contaban con el apoyo del PP para sacar adelante esta reforma. Una modificación de la ley del «solo sí es sí», que nació de la demanda de la sociedad en las calles al grito de «no es abuso, es violación», que permitirá que una sentencia como la de la manada vuelva a repetirse. «Señorías del PSOE, hoy se han equivocado. Lo digo con enorme tristeza, por los millones de mujeres que verán como lo que suponía un avance en la protección de nuestras vidas, se va por la borda», ha concluido.
Por parte de ERC ha participado en el debate Pilar Vallugera, que ha hecho hincapié en que, a pesar de la reforma, las revisiones de condena «no van a parar». También ha defendido que la ley del «solo sí es sí» se hizo porque «el 92% de las agresiones quedan impunes». Vallugera ha acusado al PSOE de comprar la reforma del PP cuando llevan 3 años «machacando con que el PP es antifeminista». Asimismo, ha señalado que la ley del «solo sí es sí» apostaba por el consentimiento positivo, con el que «no tienes que decir que no para que sea una agresión, no tienen que matarte, no tienen que hacerte mucho daño»; y que, ahora, esta reforma supone una vuelta atrás. «No sé si son conscientes, pero esto ha sido un final para una historia que debía ser mucho más feliz», ha dicho mirando a la bancada socialista.
